Chan-wook Park es uno de los/as cineastas que han puesto la cinematografía de Corea del Sur en el mapa. ¿Cuáles son sus mejores películas?
La cinematografía de Corea de Sur ha cautivado a un amplio público a nivel mundial, alcanzando -a mi parecer- la cúspide de la narrativa posmoderna, uniendo polos que parecían opuestos e irreconciliables: a la crítica fílmica con las personas que ocasionalmente disfrutan el séptimo arte, y al entretenimiento con una profunda carga política. Chan-wook Park es uno de los/as directores/as que han sido culpables de esto.
Como consecuencia de observar el uso de la fuerza por parte de la policía contra los estudiantes en su país durante los 80’s, la temática que ha atravesado su filmografía ha sido la violencia y sus repercusiones, las cuales han sido exploradas desde diferentes géneros y perspectivas.
Por lo que hoy en su cumpleaños, queremos rememorar su obra mediante las que considero sus cinco mejores películas.
5.- Thirst
Enmarcada dentro del horror y romance, el largometraje cuenta la historia de un sacerdote que se transforma en vampiro, tras la búsqueda de un tratamiento que contrarreste la enfermedad que se ha cobrado varias vidas en su comunidad, pues dichos genes parecen ser el tratamiento adecuado, sin embargo para que los efectos curativos se mantengan se debe saciar constantemente la sed de sangre.
Tal situación parece estar controlada sin cobrar la vida de nadie de por medio, hasta que se reencuentra con un viejo amor que dará un giro de 180 grados a la historia.
Sin duda, la analogía entre la eucaristía católica y la entrega de su protagonista a los instintos de sexualidad y sangre, es uno de los encantos de una cinta con reminiscencias al Giallo, que mediante su temporalidad intercalada a partir de alucinaciones, versa sobre el miedo a la muerte.
A pesar de la bien lograda premisa y tenso último acto, su posición se debe a su repetitiva declaración de intenciones que alargan innecesariamente la trama.
4.- Old Boy
Tras 15 años de encierro, un hombre busca al responsable de su captura y las razones porque las cuales lo hizo. Se trata de la obra más famosa del surcoreano, pero a mi parecer es la peor de la Trilogía de la Venganza. Sé que probablemente en este momento se estén jalando de los pelos, pero tengo una explicación.
Obviamente es una buena película y por eso su cuarta posición. El ritmo frenético dictado por su edición y cámara propios del género de acción, combinados con elementos de thriller y romance, además de secuencias icónicas como la pelea camino al elevador, la convierten en un filme digerible con el que la persona espectadora pueda engancharse fácilmente a la cinematografía de Chan-wook.
Sin embargo en comparación a su precuela y secuela espiritual, su aporte es mínimo, repite la exploración emocional de víctimas y victimarios/ el eterno retorno del diente por diente de Mr. Vengeance y la oportunidad de redención en Lady Vengeance. Pero el tratamiento de dichas temáticas, al abordarse desde la verosimilitud de la acción, pierde profundidad en su análisis y reflexiones.
3.- Joint Security Area
La película narra la historia de una investigación que busca el origen de un fuego cruzado entre los soldados que defienden la frontera que divide a Corea.
Aunque interpola temporalidades, se trata del ejercicio cinematográfico más convencional de Chan-wook Park, sin embargo, este mismo compone una narrativa inversiva que dialoga sobre lo ridículo de los conflictos entre naciones, creados en su mayoría para validar una estructura de poder que realmente poco o nada tiene que ver con las personas de a pie, quienes razonan miedo u odio ante la otredad porque así se ha inculcado estructuralmente, cuando en realidad no son tan diferentes.
En otras manos, quizá el relato se perdería en lo romántico y efectista, pero creador surcoreano sortea dichos obstáculos para entregar una cruda pero realista historia: una amistad que a pesar de desmitificar los prejuicios, se ve trastocada por la división sistemática.
2.- Sympathy for Lady Vengeance
La última entrega de la trilogía sigue a una mujer que tras cumplir su penitencia en la cárcel, busca vengarse de la persona quien cometió todos los crímenes por las que fue sentenciada.
Personalmente se trató del filme que más disfruté de su visualización, transita con soltura entre la tragedia, el heist y la fantasía. Es visualmente atractiva mediante una cámara versátil que sabe cuando pausar o añadir frenetismo al relato. Y el cuarto acto, narrado en blanco y negro como sinónimo de la perdida de inocencia en sus personajes, me sigue causando escalofríos.
¿Y por qué todas estas virtudes no la llevan al primer puesto? Por su conclusión. Me gusta el hecho de que su protagonista cuente con la oportunidad de redimirse y darse la oportunidad de ser feliz, el invierno como simbolismo de ello. También que vea en la juventud el punto de cambio que rompa con los círculos viciosos que envuelven a la venganza. Sin embargo, dicho final cae en cierta romantización de la historia, a diferencia de la cinta que inició todo.
1.- Sympathy for Mr. Vengeance
Un joven sordomudo busca por todos los medios, conseguir el dinero necesario para la operación de riñón de su hermana, tras ser estafado por la mafia, decide secuestrar a la hija de un importante empresario, lo que desencadenará un trágico desenlace para todas las personas involucradas.
El largometraje prescinde de una fotografía y espacios estilizados, en vísperas de un tono realista que combina el drama social, con thriller y elementos fantásticos, que se reflecta en un ritmo lento, largas secuencias, una cámara que apenas rompe el estatismo a partir de trazos tenues.
Tal naturaleza del film, provoca un diálogo más complejo con respecto a la problemática de la violencia, el cual podríamos dividir en tres vertientes. El primero de ellos, es la representación de la misma, aunque la intención de Chan-wook Park no es embellecerla, en muchas ocasiones no lo ha logrado. Caso contrario en esta cinta, los actos violentos que se suscitan son filmados bajo planos estáticos que incomodan.
Posteriormente Chan-wook Park explora el miedo y dolor de las víctimas y la culpa del agresor, dinámica que se intercambia constantemente y permite empatizar con ambas caras.
Y finalmente, mientras en Lady Vengeance existe la posibilidad de vengarse, obtener la redención y aleccionar a los más jóvenes sobre el peligro de la misma, en Mr. Vengance las consecuencias fueron, son y serán la mismas, pues las desigualdades que la provocan son históricas y cíclicas.