Dunkirk no es otra cinta de guerra. Es una historia de supervivencia y más que nada un filme de suspenso.
-Christopher Nolan
La última cinta de Christopher Nolan ganó muchos puntos con la Academia, llegando a estar nominada para nada menos que 8 categorías este año. Por eso mismo, parece apropiado analizar los factores tras el éxito crítico de Dunkirk. ¿Será tan objetivamente buena? ¿O habremos exagerado? Averigüémoslo
Un artista evolucionando su estilo
Ya desde el inicio, parece que Nolan está tratando de renovarse como director y corregir sus defectos como guionista. En la escena inicial, simplemente muestran un folleto y unos cuantos textos para explicarnos la situación que viven los soldados británicos. Luego, unos alemanes empiezan a perseguirlos, y estos huyen aterrados. La tensión, el estrés y la necesidad de sobrevivir quedan claras desde el principio.
Lo mejor es que así se mantiene durante toda la película. Nolan finalmente entendió que no necesita llevarnos de la mano. Como espectador, debes prestarle atención y recordar cada información o detalle que te dan. Todo lo que necesitas saber te lo dicen mediante recursos más cinematográficos, en lugar de con los típicos diálogos de exposición. Dunkirk es casi una película muda, y le funciona sorpresivamente bien.
Tres historias simultáneas
La narrativa está dividida en tres historias, las cuales ocurren en distintos momentos. Algunos piensan que eso complica demasiado el montaje, pero tiene sentido si tomas en cuenta que estas coinciden varias veces. Las tres historias se desarrollan simultáneamente, y por ende, hay secuencias en que los momentos de tensión son mostrados al mismo tiempo. Eso crea una atmósfera más efectiva y atrapante, con cada escena dejándote una mayor impresión. Si Dunkerque tuviera una edición convencional, entonces habría sido fácilmente olvidada entre tantas otras películas bélicas. Pero las tres perspectivas combinan muy bien sus mejores momentos, y todas tratan temas importantes y apropiados sobre la Segunda Guerra Mundial.
El sonido justifica el precio de la función IMAX
Cabe destacar que Nolan decidió filmarla en formato IMAX. Yo pienso que esa fue la decisión correcta, porque le da mayor potencia a cada sonido. Los disparos se quedan retumbando en tus oídos, y las bombas producen un estruendo rotundo a tu alrededor. Por otro lado, la banda sonora (compuesta por Hans Zimmer) no se queda atrás. Por momentos parece casi imperceptible, y se funde bien con las escenas. Pero no debemos subestimarla. Zimmer y Nolan ya han trabajado juntos, y saben cómo complementar su trabajo. La banda sonora crea una sensación de agobio inevitable, gracias a que ambos usan uno de sus trucos más conocidos, llamado la Escala de Shepard.
La Escala de Shepard es una ilusión auditiva, en la cual escuchamos cómo un sonido va progresivamente aumentando o disminuyendo su tono de forma casi infinita. El mayor ejemplo que puedo poner de este truco utilizado en Dunkirk es cuando los aviones alemanes aparecen. Estos comienzan con un tono bajo y lejano, pero poco a poco aumentan hasta que sus sonidos inundan la escena. Abajo tienen otro ejemplo de cómo La Escala de Shepard es utilizada en la banda sonora.
Un enfoque distinto
Es verdad que Dunkirk no tiene personajes interesantes. De hecho, ni siquiera son personajes. No sabemos quiénes son, qué les gusta y necesitamos investigar sus nombres en IMDB. Eso es intencional, ya que todos son simplemente personas. Personas a la que, dependiendo de su historia, les interesa una cosa en común. Además, la simpleza de los personajes permite que cada tema se desarrolle con profundidad. Aquí no quieren romantizar la guerra, y las historias están creadas para exhibir diversas caras de este conflicto.
La lucha por sobrevivir de los soldados muestra que la guerra saca lo peor de las personas. Por el contrario, la solidaridad del Sr. Dawson (interpretado por Mark Rylance) dice que la guerra también puede sacar lo mejor de las personas (y sin dejar de ser realista, ya que el personaje de Cillian Murphy sirve para destacar los traumas que la guerra deja en los soldados). Y la trama del piloto Farrier (interpretado por Tom Hardy) retrata que el heroísmo en medio de la guerra consistió en sacrificar muchas cosas, para que otras personas pudieran vivir.
Conclusión
Dunkirk no está hecha para todo el mundo. Es una cinta bélica poco convencional, cuyo montaje puede confundir la primera vez. Su guion no tiene el mismo enfoque en los personajes que otras películas sobre la Segunda Guerra Mundial, y para algunos eso hace que se sienta fría o aburrida. Sin embargo, a quienes les funcionó la experiencia cinematográfica que Dunkirk ofrece, quedaron encantados con los resultados.
Christopher Nolan es un experto en utilizar la magia del cine, y Dunkirk es la cinta ideal para ese trabajo. Un evento fílmico, que te mantiene de principio a fin y te deja gratamente sorprendido. Una cinta bélica diferente, con un espectacular apartado técnico que merece ser reconocido. Aquí Nolan sale de su zona de confort y logra compaginar sus dotes de director y guionista como solo en el pasado lo ha hecho. ¿Es la mejor de Nolan? Pues esa pregunta queda en la opinión de cada quien. Pero para mí, es su mejor film en años, y de las mejores en su filmografía. Este año, las categorías técnicas en los Premios de la Academia están reñidas; pero espero que le den su lugar a Dunkirk, porque de verdad se lo merece.