En la madrugada del 26 de abril de 1986, el mundo se horrorizaba al ver el mayor accidente nuclear hasta la fecha. Ocurrió en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, a la que todos conocen como Chernobyl, convirtiéndose en uno de los sucesos que marcaron la historia del siglo XX.
HBO decide rescatar este evento, que recientemente cumplió su trigésimo tercer aniversario. Estamos frente a una serie arriesgada, cruda y realista; un claro ejemplo de que el terror no sólo tiene que ver con fantasmas y sustos.
La historia de los ciudadanos
Chernobyl nos devuelve al día del fatídico accidente, contándonos como viven esas horas las personas que se encargaron de que este desastre no contaminara toda Europa. Protagonizada por bomberos, trabajadores de la central y los propios ciudadanos, nos muestra cómo se vivieron esas largas horas. Todo está contado con un realismo estremecedor, con personajes naturales y diferentes entre sí, enfatizando las formas diferentes que hubo de afrontar el problema.
Comenzaremos directamente con el accidente y veremos luego lo que ocurre en los días posteriores, incluyendo cómo el mundo reaccionó a esto.
El poder de la desinformación
Esta serie juega mucho con la fórmula: tú sabes lo que va a pasar, pero ellos no. Eso es lo que provoca un profundo terror, ya que no hay gore, no hay sustos, ni nada de los típicos clichés del género. Sólo quedamos de frente a la desinformación de los personajes. Ellos no comprenden lo que está pasando, no saben qué les va a suceder, su lógica les dice que no es posible lo que está ocurriendo. El problema es que nosotros sabemos que sí, que sucedió. Esta contradicción causa una frustración en el espectador que pocas series o películas han logrado.
Todo esto hace que no puedas apartar los ojos de la pantalla, que estés en tensión todo el tiempo que dura el capítulo, y que no puedas pensar en otra cosa que no sea en el horror que vivieron esas personas en la realidad.
¿Una obra maestra?
Se ha calificado esta serie en muchos lugares como una obra maestra, y hay motivos para compartir esa opinión. Chernobyl es una serie que sabe jugar sus cartas. Su fórmula es inquietantemente perfecta. Todo ocurre en el ritmo adecuado, las palabras, los gestos y las imágenes se conjugan para mostrar lo que está pasando en el lugar del accidente.
Chernobyl difícilmente nos deja indiferentes. Espero que no pase desapercibida en la plataforma, a causa de la tormenta de Juego De Tronos. Vale mucho la pena apartarnos un rato de otras series para echar un vistazo a ésta.