Ya no estoy aquí, es la cinta elegida por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) para representar a México en los premios Oscar y te contamos lo que esta gran noticia significa para el mundo del cine mexicano.
Ya no estoy aquí, cinta dirigida por el mexicano Luis Fernando Frías de la Parra, estrenó el pasado 20 de octubre del 2019 en el Festival Internacional de Cine de Morelia. Pero llegó a la plataforma de Netflix el 27 de mayo de este 2020, convirtiéndose en un nuevo referente de la riqueza cultural de México a través de sus más recónditos lugares.
Este filme alcanzó también 10 nominaciones en los premios Ariel, que galardona a lo mejor del cine mexicano, incluyendo Mejor Película, Guion Original, Fotografía, Diseño de Arte, Vestuario, Sonido, Edición, Maquillaje, la Revelación Actoral de Juan Daniel García. Y, por supuesto, Mejor Dirección para Fernando Frías de la Parra. Pero Ya No Estoy Aquí continua cosechando éxitos, esta vez con el anuncio de la AMAAC para representar a México en los premios Óscar, enalteciendo la fuerza del talento local y el compromiso de los cineastas mexicanos con el país que los vio nacer.
Los limites no existen
México atraviesa momentos de dura incertidumbre en muchos ámbitos, y el cine ha sido uno de los más afectados ante estas circunstancias. La extinción de fideicomisos como el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) y el Fidecine, a pesar de haber representado una forma presidencial de mitigar los estragos económicos derivados de la pandemia, dejaron en ascuas a toda la industria cinematográfica en el país.
La noticia alertó a muchos creadores, quienes han dependido en gran medida del Fidecine para financiar sus proyectos. Sin embargo, aún con toda esta incertidumbre, filmes como Ya no estoy Aquí aparecen como representantes de la importancia de seguir produciendo cine en México, pues aún hay mucho que mostrar al mundo.
Una Película que Resuena
La cinta cuenta la historia de Ulises, un joven de 17 años perteneciente a una clica llamada Los Terkos. Ya no Estoy Aquí nos ubica en un mundo contemporáneo, específicamente a finales de la década del 2000, donde Ulises es habitante de un barrio pobre de Monterrey, Nuevo León y es fanático de la cumbia rebajada, expresión artística unificadora de la cultura urbana Kolombia. Los “cholombianos” pertenecen a un sector empobrecido de la población, son estigmatizados y rechazados por considerarlos delincuentes.
El contexto del filme coloca a los personajes en una lucha contra la violencia desatada por la guerra contra el narcotráfico en México y en los barrios populares de la capital de Nuevo León. Los enfrentamientos entre carteles son el pan de cada día, y un desafortunado día, Ulises presencia un ataque del cartel Los F contra el cartel Los pelones, una banda rival de cholos del barrio donde viven Los Terkos. Este suceso obliga a Ulises a huir de su casa y cruzar ilegalmente la frontera de Estados Unidos para sobrevivir. Y aunque se sitúa 20 años en el pasado, es escalofriante ver los parecidos que guarda con el presente.
La dura situación de este personaje es tan semejante a miles de personas que cuentan la misma historia de esperanza, en busca de encontrar nuevas oportunidades lejos de casa, que de inmediato logra que el espectador conecte con la trama. Además, da visibilidad a un grupo de jóvenes entusiastas de su propia cultura con su vestimenta, lenguaje y un controversial estilo de vida donde nadie los puede proteger.
Querer es poder
Este filme nos recuerda a los inicios de Alejandro Gonzales Iñárritu con la película Amores Perros, la sagacidad con la que defendió su proyecto para llevarlo a buen término con seguridad y confianza en su equipo de trabajo.
Ya no estoy aquí es una vez más un ejemplo de fe a un proyecto con suficiente potencial para llegar hasta donde hoy se encuentran películas como Amores Perros, dignificando el cine mexicano a través de historias contadas por personajes reales.
La película de Frías tuvo un presupuesto de 19 millones de pesos patrocinado por el EFICINE (Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional) gracias a la idea de Fernando Frías de mostrar la realidad de un grupo de pandilleros de Monterrey.
Fue tal su ímpetu por el proyecto, que para darle el realismo que quería, decidió contratar a un grupo de actores no profesionales y con vivencias parecidas para cada uno de sus personajes. De hecho, la única actriz profesional del cast fue Xueming Angelina Chen, quien interpretó a la extranjera Lin que se vuelve la amiga de Ulises durante su estancia en Estados Unidos.
A pesar de las complicaciones durante las grabaciones, principalmente por el miedo de los actores con poca experiencia, el resultado fue una oda a la diversidad cultural del país. Sin mencionar que su estreno tuvo lugar en medio de la crisis sanitaria que existe en el mundo, terminando en el catálogo de Netflix y aún así logrando un rotundo éxito.
Finalmente, los comentarios en contra no se hicieron esperar y muchos usuarios también arremetieron contra la forma en que se representaba a Monterrey.
“Anunciamos que ‘Ya no estoy aquí’, de Fernando Frías, es la película elegida por la AMACC para ser considerada por @TheAcademy en los premios Oscar 2021”. #MéxicoEnElOscar
— AMACC (@AcademiaCineMx) November 16, 2020
Entre entusiastas y opositores, el filme Ya no estoy aquí, nos recuerda que México no termina en la gran ciudad, pues cada rincón de nuestro país esconde millones de historias que merecen ser contadas por medio de su propia versión, lejos de la fantasía y más cerca de la realidad que golpea su existencia.
Con esta gran noticia celebramos la presencia de México en los premios Oscar y el talento de quienes de quienes lo hacen posible.
¿Qué opinan Cinéfilos y Cinéfilas? ¿Ya No Estoy Aquí, se llevará el gran galardón?