The Good Place: ¿Revolucionó las sitcoms?

The Good Place se despide como una de las mejores sitcoms de la época.

The Good Place, serie creada por Michael Schur, llega a su fin posicionándose como una de las mejores sitcoms de nuestros tiempos.

Recién salido de Parks & Recreation, Michael Schur decidió crear una serie que tratara sobre la filosofía moral, utilizando todos los elementos que conocemos de las sitcoms y representándolas desde otra perspectiva para crear personajes completamente nuevos, en una historia sumamente diferente a la que estamos acostumbrados a ver.

Por más extraño que pareciera el concepto, The Good Place logró bastante éxito, alcanzando 6 nominaciones a los Emmy y potenciando la fama de grandes talentos como Jameela Jamil, D’Arcy Carden y Willam Jackson Harper.

The Good Place acaba de terminar su última temporada con una nota muy alta. Pero, ¿Por qué es tan exitosa? ¿Por qué tanto furor? ¿Michael Schur de verdad podría estar revolucionando el género de las sitcoms?

The Good Place - Michael Schur

La Comedia de Michael Schur

Michael Schur ha creado tres series muy diferentes entre sí, pues además de Parks & Rec y The Good Place, él también es responsable de Brooklyn Nine-Nine. Y aunque todas y cada una de ellas tienen una temática diferente, el estilo de comedia de Schur está sumamente impregnado, y eso es lo que las ha convertido en éxitos rotundos.

Su comedia no se basa en las desgracias de los protagonistas, no tiene pastelazos sencillos, ni humillaciones. La comedia de Michael Schur se basa enteramente en el absurdo y, muchas veces, incluso es un vehículo para que veamos el desarrollo de sus personajes.

Eso es justamente lo que hizo tan interesante a The Good Place. Ya que, tomando como punto central la filosofía moral, tuvo rienda suelta para explorar los clichés más presentes en las sitcoms que todos amamos.

Su idea fue revolucionaria porque no intenta justificar a sus protagonistas, no trata de romantizarlos ni idealizarlos. Eleanor, Chidi, Tahani y Jason son personajes con un montón de defectos que en cualquier otra serie serían la fuente de grandes risas y carisma. Pero Michael Schur se encarga de repetirnos que, a pesar de sus buenas intenciones y su extravagancia, dañaron a muchas personas, se equivocaron, y eso tuvo consecuencias.

La comedia de The Good Place siempre estuvo basada, hasta cierto punto, en un comentario sobre lo que nos parece aceptable y encantador en otras series.

The Good Place - Sitcoms

Una historia Impredecible

Además, Schur sabe complementar sus historias con increíbles secuencias y plot twists, y en The Good Places, esos abundan. Jugar con la idea de un “más allá”, de un “cielo” y un “infierno” era una tarea difícil, y lo más sencillo habría sido contar una historia lineal, desdibujando las nociones de tiempo e incluso dejar la historia seguir situándola en el plano astral.

Pero lo que decidió hacer Schur fue experimentar en cada temporada. De manera que los retos fueran cada vez más grandes, las problemáticas fueran más complejas, y pudiera explorar nuevos conceptos de la filosofía moral.

Por eso, la primera temporada tiene tal vez el mejor plot twist que hemos visto en mucho tiempo, donde nos enteramos que efectivamente, ninguno de los protagonistas podría haberse ganado un lugar en el cielo.

La segunda temporada toca el tema de la monotonía y lo aburrido que se vuelve luchar por ser mejor cuando el tiempo y el espacio no tienen sentido. Y las temporadas 3 y 4 se esmeran en entender cómo nosotros, los seres humanos, tenemos mil oportunidades para crecer y cambiar.

Conforme avanza la serie, las sorpresas y el dinamismo disminuyen, pero se compensa con el gran desarrollo que les dan a sus personajes.

Además, conforme avanza la trama se vuelve más fuerte la crítica a un sistema de creencias que nos obliga a pensar todo en términos de “blancos o negros”. Para Michael Schur y The Good Place, no se puede hablar solamente de “maldad” o “bondad”, ni de “castigos” y “premios”. La moral, la moralidad, y el ser una buena persona es un proceso, que debe seguirse poco a poco.

The Good Place

El Humanismo de The Good Place

Hacer una serie así pudo haber sido sumamente aburrida y sermoneadora. Una crítica sutil a uno de los géneros más amados de la televisión, mezclado con teorías y conceptos filosóficos reales, es a todas luces una idea súper arriesgada que pudo ser horriblemente aburrida. Pero, gracias a sus personajes, The Good Place se convirtió en algo completamente nuevo.   

Esta mezcla de clichés con ideas completamente nuevas la podemos ver en la pareja protagonista: Eleanor (Kristen Bell) y Chidi (Willam Jackson Harper). Una, egoísta y descuidada pero carismática y de buen corazón; el otro, inseguro, indeciso, pero dispuesto a ayudar. La pareja pudo ser sencillamente un caso de “los opuestos se atraen” como hemos visto miles de veces, pero Michael Schur quería demostrar con ellos el poder de juntarse con las personas correctas y de aprender lo que uno pueda de la gente que amamos a nuestro alrededor.

The Good Place

Un caso parecido sucede con Tahani (Jameela Jamil) y Jason (Manny Jacinto). Tahani, rica, poderosa, egocéntrica. Jason, un tipo que nunca entiende lo que está pasando. A todas luces, se miran como personajes que no pueden cambiar, que nunca van a tener un desarrollo importante, y que sólo están ahí para divertirnos con sus peculiaridades. Y aún así, para el final de la serie, ellos también crecieron y tomaron la mejor decisión para vivir en paz en el más allá.

Vaya, incluso Michael (interpretado por el icónico Ted Danson), quien es un demonio encargado de hacer sufrir a las almas de los mortales, crece. Reconoce que hay algo mal en el sistema, y busca cambiarlo.

The Good Place

Un Clásico Instantáneo

La magia de The Good Place está en que hay una exploración de sus personajes muy profunda, en donde Michael Schur los dejó crecer, equivocarse, y retomar el camino. Porque al final, detrás de toda la teoría y filosofía que nos presentó a través de la serie, la idea primordial es que todos podemos convertirnos en mejores personas.

The Good Place nos deja una serie innovadora y diferente, que seguramente podremos revivir una y otra vez y siempre encontraremos algo nuevo. Sin duda, es una serie épica que, poco a poco, marcará un antes y un después en el género de las sitcoms estadounidenses, pues es la primera que nos dice que el cambio es bueno, y todos podemos hacerlo.

Citando al Capitán Holt, de Brooklyn Nine-Nine: «la vida es impredecible. No podemos tener el control de todo. Pero mientras estemos con las personas correctas, podemos solucionar lo que sea».

The Good Place- 6
¡Cuéntenos, Cinéfilas y Cinéfilos! ¿Qué les pareció The Good Place? ¿Creen que puede cambiar la sitcoms para siempre?