En este artículo:
- Scarlett Johansson aseguró que quería mantener la oferta que recibió de OpenAI en secreto porque “esta tecnología va en contra de sus valores fundamentales”.
- La actriz considera que el público no está usando la tecnología de manera responsable, y que su rápido avance tiene un fuerte impacto en las generaciones más jóvenes.
- Esta no es la primera vez que Scarlett Johansson se posiciona por las causas en las que cree, pues en 2021 demandó a Disney por no respetar su contrato con Black Widow.
La actriz Scarlett Johansson recibió una oferta del presidente ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, para usar su voz en la nueva versión ChatGPT-4o como parte una gran estrategia de marketing de la empresa, dado que la actriz le dio voz a Samantha en la popular película romántica sobre inteligencia artificial, Her.
Sin embargo, Scarlett Johansson declinó la invitación por estar en contra de dicha tecnología. Aún asi, la empresa siguió adelante con su plan y presentó una voz similar a la de la actriz supuestamente que provenía de otras personas desconocidas, lo que provocó que la protagonista de Black Widow amenazara con demandar.
Ahora, semanas después de la pelea, Scarlett Johansson ofreció una nueva entrevista al New York Times en donde aclaró por qué está tan en contra de la IA y la amenaza que representa a futuro para el mundo.
Scarlett Johansson advierte sobre los peligros de la IA
Aunque OpenAI ya retiró la voz de Scarlett Johansson, la actriz declaró que había “evitado activamente ser parte de la conversación [sobre IA]”, por lo que estaba “enojada” cuando todo el escándalo estalló y no pudo evitar pronunciarse. “Pensé: ‘¿Cómo me metí en esto?’. Fue una locura”, agregó.
Respecto a sus razones para rechazar la primera invitación de la empresa, Scarlett Johansson comentó que fue porque iba en contra de sus “valores fundamentales” y, de hecho, no le tomó la importancia de contárselo a su agente y solo lo sabía su esposo. “Sentí que no quería estar en el centro de todo eso”, dijo Johansson. “Él vino a mí con esto y no se lo dije a nadie, excepto a mi esposo”.
Asimismo, la actriz aseguró que aceptar que su voz fuera ocupada en una inteligencia artificial también iba a ser “extraño” para sus hijos, ya que no quería confundirlos. “Intento tenerlos en cuenta”, añadió. Sin embargo, admitió que frenar a la IA es una tarea imposible de lograr para cualquier persona.
“Creo que las tecnologías avanzan más rápido de lo que nuestro frágil ego humano puede procesar.
Y los efectos se ven en todas partes, especialmente entre las personas jóvenes. Esta tecnología está llegando como una ola de mil pies de altura”.
Scarlett Johansson
Scarlett Johansson también advirtió que si bien estas tecnologías pueden ayudar en muchas industrias, en realidad el público en general no las está ocupando de manera responsable. “Una vez que intentas eliminar algo en un área, aparece en otro lugar. Hay otros países que tienen diferentes leyes y reglas”, explicó. “Si tu expareja publica pornografía deepfake como venganza, toda tu vida puede arruinarse por completo”.
Al final, cuando se le preguntó a la actriz si el dueño de OpenAI podría ser un perfecto candidato para villano de Marvel, Johansson respondió: «Supongo que lo sería, tal vez con un brazo robótico».
Scarlett Johansson también tuvo problemas con Disney
Además de su disputa con OpenIA, Scarlett Johansson, llamó la atención cuando en 2021 demandó a Disney por optar estrenar Black Widow en cines y en streaming en medio de la pandemia, cuando su contrato contenía una estipulación de que la cinta de superhéroes se llegaría exclusivamente en cines.
La batalla legal se volvió aún más polémica luego de que Disney respondió a la demanda de Johansson revelando su salario de 20 millones de dólares y criticando su “cruel desprecio por los horribles y prolongados efectos globales de la pandemia de COVID-19”. Sin embargo, al final pudieron llegar a un acuerdo monetario.
Tres años después de esta batalla, Johansson aseguró que no “le guarda rencor” a Disney por cómo manejaron la situación debido a que solo fue “un error de criterio y de liderazgo en ese momento”, y solo le pareció “muy poco profesional toda la experiencia” y se sintió “increíblemente decepcionada”.