Ryan Gosling: Reinventarse como filosofía

En su cumpleaños 40, realizamos un repaso por la carrera de Ryan Gosling.

En su cumpleaños 40, realizamos un repaso por la carrera de Ryan Gosling. 

Multifacética sería la palabra exacta para definir la carrera del actor canadiense: nominado en dos ocasiones al premio Oscar, meticuloso en la elección de las películas donde participa y en las cuales difícilmente repite personaje, hoy celebramos el cumpleaños número 40 del icónico Ryan Gosling haciendo un repaso por su trayectoria. 

Ryan Gosling

Encontrando la profesión

Ryan es el segundo hijo de la pareja conformada por Donna y Thomas, quienes laboraban como secretaria y vendedor, respectivamente. Su infancia se suscitó en Ontario, Canadá bajo una familia que se reconocía como mormona. No era popular en la escuela, y debido a sus bajas calificaciones sus padres llegaron a considerar que tenía algún problema con el aprendizaje, idea que rápidamente fue desechada por especialistas. 

Sin embargo, tras asistir a una función de Dick Tracy, Gosling consideró la idea de ser actor y comenzó a acercarse a los escenarios, participando en algunas obras escolares e inclusive cantando con su hermana en bodas. 

A los 15 años realizó un viaje a Montreal para audicionar para un programa de Disney Channel llamado Mickey Mouse Club, sería seleccionado junto a otros nombres que quizá conozcan, pues compartía pantalla con Christina Aguilera, Britney Spears y Justin Timberlake. Precisamente este último se convertiría en su mejor amigo, pues la familia del cantante le proporcionó asilo en su hogar. 

Cuando cumplió los 16 se mudó a los Ángeles en búsqueda de lograr una carrera actoral, participó en series sin mucho éxito como Breaker High o Young Hercules. A sus 19 tomó la decisión de abandonar el entretenimiento familiar y participar en roles más serios,  allí es donde comenzaría a forjar su leyenda. 

Ryan Gosling

Labrando la leyenda

En 2001 participó  en The Believer, un largometraje dirigido por Henry Bean donde interpretó a un neo nazi. El filme se alzaría con un Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance y su trabajo sería alabado por la crítica, quien ya lo calificaba como uno de los grandes prospectos en la industria. 

Para 2004 Ryan pasaría al estrellato provocando suspiros en las personas espectadoras bajo la piel de Noah Jr. en la cinta romántica The Notebook. 

Curiosamente y según cuenta el director Nick Cassavetes, consiguió el papel por dos razones: la primera porque nadie lo quería, pues quienes leían el guión sentían que dicho personaje no tenía arco y vivía únicamente para Allie Hamilton: “Me comentaban cosas como: ‘Es sólo un tipo que se enamora y después no hace nada, esperar a que ella se presente. Así que ¿Cuál es su arco?’” 

La segunda razón la cuenta el mismo interprete canadiense, quien recuerda las palabras que le dedicó Cassavetes al otorgarle el papel: “Me miro y dijo: ‘Quiero que interpretes este rol porque no eres como otros jóvenes actores en Hollywood. No eres guapo, ni cool, eres sólo un tipo regular que tiene un aire de locura’”.

Aún con lo anterior e inclusive odiarse con su coprotagonista Rachel McAdams, ambos conformaron un filme que enamoró a las audiencias, quienes soñaban con una historia de amor similar. 

Ryan Gosling

Más que una cara bonita

Como siguiente paso en su carrera, Gosling dio un giro de 180 grados dando vida a un profesor que pelea con su adicción a la drogas en Half Nelson. El actor confesó que el director Ryan Fleck no lo había considerado inicialmente para el rol pero así es como sus mejores películas surgían. Y vaya que tenía razón porque su trabajo significó su primera nominación a los Oscar.

Si lo anterior no fuera suficiente para borrar la imagen de príncipe azul, Ryan participó en Blue Valentine de Derek Cianfrance, donde junto a Michelle Williams contarían la historia de un matrimonio erosionado con el tiempo. El director buscaba crear memorias reales de las cuales pudieran partir sus protagonistas, así que los hizo vivir juntos durante un mes, lo cual provocó para el artista canadiense que olvidara que formaba parte de un film y se sintiera expuesto: “en la mayoría de cintas necesitas olvidar que formas parte de la misma, porque estas rodeado de trailer, luces, marcas, etc. Con esta tenías que recordar que formabas parte de un largometraje, pues era muy fácil perderse.” 

Razón por la cual, prefirió algo completamente distinto para sus siguientes papeles, en Loco y Estúpido Amor saco a relucir su innegable belleza fungiendo como un galán que se enamora, aunque en la realidad se considera más similar al personaje de Steve Carrell. 

Ryan Gosling

Posteriormente se puso en la piel de uno de sus protagónicos más icónicos: en Drive de Nicolas Winding Refn donde interpreta a un hombre callado pero de una mirada intensa que se involucra en un problema de la mafia e intentará escapar con la mujer que ama y su hijo. Gosling comentó que estaba cansado de improvisar y hablar tras su labor en Blue Valentine: “Estaba cansado de mi voz y de conversar en general, mientras más decía algo menos lo sentía. Así que ir al set cada día y remover todo dialogo fue gratificante, pues la construcción de Driver surgió de su corporalidad y forma en que observaba.” PD. En toda la cinta apenas tiene 17 líneas. 

A lo que añadió que esta se trataba de su participación en una película de super héroes: “Quisimos hacer una película violenta a lo John Hughes con bases de una relato de fantasía, centrado en un tipo que ha visto tantas películas y que se ha transformado en su propio super héroe.”

En años posteriores colaboró nuevamente y bajo la misma tónica con Winding Refn para Only God Forgives, en donde no se sintió como el protagonista, sino más bien el medio para tratar temas existenciales: “En Drive era el conductor, pero en este film soy más como el vehículo siendo conducido por la audiencia.” Caso diametralmente opuesto en The Big Short, donde funge como Jared Vennett: nuestro Virgilio a través del infierno que significó la crisis económica del 2008.

Ryan Gosling

El soundtrack de sus años más recientes

Durante una fiesta posterior a una función de Whiplash, conoció al cineasta Damien Chazelle con quien conversó sobre dos proyectos: el primero La La Land, donde se pondría el traje de Sebastian y junto a Mia -Emma Stone- protagonizaría una relato de amor en uno de los musicales más inspiradores y conmovedoras en la historia del cine. 

Para su participación en la misma, Ryan aprendió a bailar además de perfeccionar su talento en el piano, el mismo John Legend se sorprendió del talento del interprete y le dijo que no podía creer que fuera tan bueno de una manera tan acelerada. Y es que no se trataba de la primer ocasión en que Gosling tocaba dicho instrumento, pues en 2009   bajo el nombre Dead Man’s Bones colaboraría con su amigo Zach Shields y el Coro de Niños del Conservatorio en Silverlake para estrenar un álbum musical titulado In The Room Where You Sleep.  PD. Si pueden, escuchenlo porque tiene grandes canciones.

Ryan Gosling

Su trabajo en La La Land simbolizaría su segunda nominación al Oscar, el premio se le resiste hasta la actualidad, y posteriormente aunque con menos reflectores volvió a trabajar con Chazalle para First Man, donde se sintió afortunado que los hijos de Neil Armstrong le permitieran interpretar a su padre.

En la camino también ha laborado en películas como Song to Song de Terrence Malik, de quien comenta se trató de una experiencia muy significativa, pues el aprendizaje continua incluso posterior al rodaje: “El se presiona a si mismo y las personas a su alrededor para no caer en lo tradicional y encontrar nuevas maneras de contar una historia sobre los temas de siempre, además que busca brindar una obra que pueda ser vista desde diversas perspectivas.” 

Sobre sus hombros también cayó la responsabilidad de llevar la carga dramática de una de las películas más icónicas en cuanto a ciencia ficción se refiere: Blade Runner 2049, junto a Denis Villeneuve y Harrison Ford -de quien por cierto se llevó un golpe- . En ella daría vida a K y subvertiría la narrativa del héroe explorando la esencia en la saga: ¿qué nos hace humanos? 

Tras un breve repaso por su carrera, podemos brindar dos conclusiones sobre la carrera de Ryan Gosling: primero es una persona muy meticulosa para elegir sus proyectos e inclusive llega a tomarse varios años para descansar entre cada uno de ellos, por ejemplo desde el estreno de First Man en 2018 no ha vuelto a protagonizar una película. Y en segundo lugar, no suele repetirse entre trabajos cada uno de los largometrajes donde ha laborado se envuelven en distintos géneros, lo que le ha permitido explorar diversas facetas en su rango actoral. 

Para todas las personas que somos aficionadas a su trabajo, esperemos pronto volver a verlo protagonizando una de esas historias que quedan grabadas en nuestro corazón cinéfilo. 

Ryan Gosling