Pitch Perfect es una de las franquicias de comedia más exitosas de la última década; pues fungiendo de catalizador de talentos, por sus cintas pasaron actores que al día de hoy son realmente icónicos, tales como Anna Kendrick, Hailee Steinfeld y la comediante Rebel Wilson.
No obstante, durante una entrevista en Call Her Daddy Podcast, esta última reveló que la filmación de Pitch Perfect no era —valga la ironía— del todo perfecta, pues el contrato de Rebel Wilson era realmente restrictivo en cuanto a su aspecto físico y cómo debía lucir para los tres filmes.
Fat Amy por contrato
De acuerdo a Rebel Wilson, la producción de Pitch Perfect le impedía “perder una gran cantidad de peso” antes de completar el rodaje de la trilogía, cláusula que venía reflejada incluso en su contrato.
“Tuve que esperar hasta que acabara Pitch Perfect para poder bajar de peso” explicó la actriz, relatando su más reciente cambio físico. “No podía perder muchísimo peso durante las películas porque había firmado un contrato”.
La actriz señaló que la producción le limitaba cualquier subida o bajada de peso de más de 5 kilos, puesto que al ser el “comic relief” de la cinta y objeto de varios chistes por su físico —después de todo su personaje llevaba el nombre Fat Amy—, no podía tener un cambio tan drástico en su apariencia.
“Durante gran parte de ese tiempo pensé que me gustaría ser mucho más saludable. Me elegían para papeles estereotípicos de la amiga gorda y graciosa, lo que en realidad fue difícil de soltar porque sí me gustan esos papeles”.
Rebel Wilson, Call Her Daddy Podcast.
Asimismo, Rebel Wilson añadió que aunque “amaba interpretar dichos personajes”, también tenía la curiosidad de incursionar en más cosas y otro tipo de papeles, no obstante se seguía “sintiendo encasillada como la chica robusta”.
¿Por qué decidió cambiar su apariencia?
Más allá de las limitaciones de Universal y Pitch Perfect, Rebel Wilson explicó que su deseo de perder peso vino directamente de una idea de lograr un estilo de vida distinto y tener hábitos más saludables, no necesariamente bajando de peso para obtener un papel.
“No es como que quisiera perder peso y llegar a cierta talla solo por que sí” agregó la actriz, comentando que también tenía que ver con su salud mental y cómo había atacado negativamente su ansiedad con “atracones”, además de las limitaciones que había tenido en cuanto a otros aspectos de su vida personal.
Y es que previamente, la actriz comentó que tan pronto cumplió 40 años de edad, se sumó a un programa de pérdida de peso influenciada por médicos con el objetivo de poder empezar una familia.
“Fui a ver a un doctor de fertilidad y me dijo que habría una mejor oportunidad con ello si tuviera un estilo de vida más sano. Eso me dolió muchísimo, porque estaba viviendo una vida grande y fantástica”.
Rebel Wilson
En noviembre del 2022, Rebel Wilson presentó a su hija a través de su cuenta de Instagram en donde externó que fue gracias a un vientre subrogado que pudo convertirse en madre. “Ni siquiera puedo describir el amor que tengo por ella, ¡es un hermoso milagro!”, señaló. “Siempre estaré agradecida con todos los que han estado involucrados (ustedes saben quiénes son), han sido años de desarrollo… pero en particular quería agradecer a mi hermosa madre subrogada que la llevó y la dio a luz con tanta gracia y cuidado”.
El estigma de peso en Hollywood
Rebel Wilson no es la única celebridad que ha alzado la voz respecto a cómo su peso parecía ser una limitante para obtener papeles en Hollywood o, en su defecto, ser elegido/a para una rama específica de papeles estereotipados. Pues recientemente, Bryce Dallas Howard y Jennifer Lawrence compartieron también sus problemas con los estudios que les exigían perder peso para lograr formar parte de ciertas producciones.
“Recuerdo que la pregunta más grande que me hacían era ¿Cuánto peso vas a perder?” compartió Jennifer Lawrence sobre una de sus reuniones con ejecutivos de Lionsgate tras obtener el rol de Katniss Everdeen en la saga de The Hunger Games.
“Además de que era joven y estaba en crecimiento y que no podría estar a dieta, no sabía si quería que todas las demás niñas que se van a disfrazar de Katniss sientan que no pueden porque no son lo suficientemente delgadas” añadió.
Tales políticas han desatado una gran conversación respecto a la salud mental en la industria, la cual además ha sido duramente criticada por sostener metas de físicos poco saludables que a fin de cuentas son considerados “estéticos” o un modelo de belleza estándar.
Por otro lado, también varias celebridades masculinas se han pronunciado respecto a lo poco saludable de alcanzar ciertas musculaturas con el fin de lucirlas en cámara, entre ellas, recientemente Chris Hemsworth explicó lo exhaustivo que era lograr el físico de Thor, y las complicaciones que enfrentó para realizar actividades físicas demandantes con tal peso y estructura muscular.
Asimismo, Paul Rudd compartió la pesada rutina que tenía que llevar a cabo para Ant-Man and the Wasp: Quantumania con el fin de lograr un cuerpo que en términos saludables es insostenible.
Incluso Robert Pattinson criticó la necesidad de Hollywood por meterse con el cuerpo de sus actores, y lo fácil que era para ellos “caer en patrones y malos hábitos, como seguir la cuenta de calorías que consumes, algo adictivo de lo que no te das cuenta cuán malo es hasta que es demasiado tarde”.
Sin embargo, el debate por una apertura hacia una diversidad de cuerpos más amplia aún es relativamente joven, por lo que aunque ya se han puesto en marcha algunas acciones para cambiar la percepción y estigmas respecto al peso en la industria, aún queda un largo camino por recorrer.