Los filmes que opten a Mejor Película en los Premios Óscar, deberán cumplir con algunos de los nuevos lineamientos, ¿cuáles son y qué significan para la industria?
Hace algunos días, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood anunció una serie de lineamientos, que deberán ser cumplidos por aquellas películas que aspiren a ser nominadas a la categoría de Mejor Película en los Óscar. Situación que al anunciarse provocó un enorme revuelo en redes sociales y abrió una discusión a dos frentes, suscitada entre los grupos a favor y en contra.
Pero antes que avanzar en el tema, entendamos las nuevas normativas, las cuales entrarán en función hasta 2024 y sólo deben cumplir dos de sus 4 apartados detallados a continuación.
Los nuevos lineamientos
1.- REPRESENTACIÓN EN PANTALLA, TEMAS Y NARRATIVAS.
Dicho sector debe cumplir por lo menos una de sus tres secciones. La primera se refiere a que un/a de las/os protagonistas o personaje de soporte, deben provenir de una minoría racial o grupo étnico: comunidades asiáticas, latinas, negras/afroamericanas, indígenas, etc.
En segundo lugar, se redacta que mínimamente un 30% del cast perteneciente a papeles secundarios o de menor importancia, deben incluir ya sea a mujeres, grupos o etnias raciales, personas de la comunidad LGBTQ+ ó con alguna discapacidad física o cognitiva. Lo mismo aplica en el tercer segmento pero referente a la historia, temática o narrativa principal.
2.-LÍDERES DE PROYECTO Y CABEZAS DE DEPARTAMENTO
En este rubro, igualmente se debe cumplir por lo menos con una de sus tres secciones: la primera expone que dos de las personas que dirijan divisiones como: dirección, fotografía, composición musical, diseño de vestuario, edición, maquillaje, producción, guión, entre otras áreas, debe estar representado por mujeres, grupos o etnias raciales, personas de la comunidad LGBTQ+ ó con alguna discapacidad física o cognitiva.
Igualmente, dicha representación aplica en los demás puntos que complementan este inciso, sólo que el número solicitado para sus respectivas áreas cambia. Seis personas deben cumplir tal requisito en lo referente a primer asistente de dirección, gaffer, supervisor de guión, etc. Mientras que para el crew restante se requiere que el 30% posea tales características.
3.- OPORTUNIDADES DE ACCESO A LA INDUSTRIA
Aquí ambos criterios deben cumplirse y los mismos consisten en:
- Realizadores/as de servicio social o becarios/as, que se desempeñen en los campos de producción, post-producción, música, VFX, distribución, marketing y publicidad, deben cumplir con los estándares de representación ya susodichos, además de recibir un salario
- Las compañías productoras o distribuidoras, tienen el encargo de ofrecer programas de entrenamiento a aquellas personas que formen parte de un grupo de minoría racial o grupo étnico.
4.- DESARROLLO DE AUDIENCIAS
Para validar este punto, sólo se necesita contar con ejecutivos/as pertenecientes a grupos de minoría o étnias, que se desempeñen en las divisiones de marketing, publicidad y distribución.
¿Qué cambios suponen estos nuevos lineamientos?
Explicado lo anterior, quizá haya algunos puntos en los que podamos debatir, como el inciso tercero del primer apartado, el cual encasilla las temáticas a tratar. Situación que probablemente no agradaría a ninguna persona que realice séptimo arte, pues supondría confinar los relatos a la experiencia que corresponde su identidad, pues bajo esa dialéctica Kathryn Bigelow sólo dirigiría historias sobre la experiencia de ser mujer y perderíamos sus exploraciones sobre la masculinidad, lo cual sería lo equivalente a pedirle a Pedro Almodóvar que únicamente se enfocará en la vivencia del hombre, perdiéndonos en el camino a las mujeres que inspiraron a mucha otras a romper los cánones del male gaze.
Sin embargo dicho debate sería rebuscado, puesto que este último apunte no tiene nisiquiera que ser cumplido, por lo que las reacciones donde se clamaba que estas reglas vienen a imponer dictatorialmente una agenda de lo “políticamente correcto”, y por lo tanto se trata del final del cine tal y como lo conocemos, me parecen exageradas y un tanto ridículas.
Primeramente porque no son cambios difíciles de asumir en la industria. Al leer la noticia, muchas personas señalaron que de ser aplicadas en la última edición de los Óscar, dichas normas dejarían fuera a cintas como The Irishman o Marriage Story, y no podrían estar más equivocadas. La presencia como fotógrafo de Rodrigo Prieto y Thelma Schoonmaker montando el largometraje más reciente de Scorsese, y a su vez la interpretación de Scarlett Johansson, sumado al montaje de Jennifer Lame en el filme de Noah Baumbach, ya son cartas suficientes para cumplir con los dos apartados requeridos.
Pero dejando a un lado los tecnicismos anteriores, lo más importante reside en la inclusión de grupos históricamente olvidados por el cine. Y los mismos antecedentes de la ceremonia de premios más mainstream: como el trato a la actriz Hattie McDaniel, la polémica en torno a los #OscarsSoWhite, o el hecho que en sus 92 ediciones apenas una mujer haya sido premiada como mejor directora (Kathryn Bigelow en 2010), me sirve para ejemplificar la idea que la industria del cine, históricamente se ha enfocado en la vivencia del hombre blanco heterosexual estadounidense.
Cabe destacar que los nuevos lineamientos enumerados al inicio del texto, la integración de 819 miembros provenientes de 68 países y el aumento en el porcentaje de mujeres que conforman la Academia, suscitado entre el 2015 y 2020, no son resultado de la bondad de los individuos que conforman el gremio, sino de la presión mediática ejercida por los grupos anteriormente mencionados y la caída histórica en los ratings de su más reciente edición en 2020.
La importancia de la representación
El psicoanalista francés Jacques Lacan, propuso en una de sus teorías más famosas, que la relación desarrollada entre las/os infantes con su reflejo en el espejo, determina para bien o mal, la percepción sobre ellos mismos y la relación con su entorno. Bajo tales conjeturas, podríamos realizar una analogía entre nuestras identidades y como estas se construyen o no en el audiovisual, y por lo tanto, plantear la importancia de la representación de la diversidad en las producciones culturales.
Lo anterior, nos permite entender las recientes reacciones que tras su fallecimiento, enarbolaban a Chadwick Boseman por representar a la comunidad negra en una película de impacto mundial como Black Panther, o a los migrantes en Estados Unidos/personas del colectivo LGBTTTIQA+ que se desbordaban en agradecimientos, hacía la figura de Walter Mercado en el documental Mucho Mucho Amor.
Pues el mirar a una persona en los diferentes ámbitos de la sociedad, que se identifique en la manera en como nos reconocemos frente al espejo, nos permite soñar y pensar que si lo deseamos podemos estar allí, ya se creando arte, realizando algún deporte o participando en la política.
Quizá el lado triste del tema, sea que como sociedad necesitamos de normas escritas para dar eco a la diversidad que conforma nuestras existencias. Sin embargo, en este mundo desigual y lejos de la utopía, aplaudo las medidas implementadas esperando que las mismas se adopten en el sector de manera mundial, conformando en años venideros una industria más igualitaria en su pluralidad.
