Impeachment: American Crime Story estrenará el 7 de septiembre y Monica Lewinsky platicó los detalles de la historia
Monica Lewinsky explicó que uno de sus mayores temores de contar su historia en American Crime Story: Impeachment, de la cual se desempeña como productora, es que la «malinterpreten de nuevo».
«Me preocupa que el proceso se desarrolle semana tras semana. Eso fue muy desafiante para mí con los guiones y entender el arco de esta historia», dijo Lewinsky en una entrevista con The Hollywood Reporter. La tercera temporada de la serie FX se centra en los «detalles pasados por alto» del escándalo de la década de 1990 que rodeó el romance del expresidente Bill Clinton con la entonces becaria de la Casa Blanca, Monica Lewinsky.
La actriz Beanie Feldstein (Booksmart, Lady Bird) interpreta a Lewinsky en el programa, que se estrenará el 7 de septiembre. «Ojalá logre representar lo más profundo de su humanidad, y el intenso dolor que tuvo que pasar. Es completamente diferente a todo lo que he hecho, y eso da mucho miedo», externó Feldstein.
Lewinsky explicó que fue muy minuciosa para dar una interpretación de los hechos lo más clara posible, pero solo queda esperar cómo la recibirá el público. “También estoy nerviosa porque esta historia está relacionada con muchas capas de personas en el poder, y el andamiaje y las estructuras que rodean el poder»
La activista explicó que cuando el caso se dio a conocer por primera vez en 1998, no estaba preparada para enfrentar los señalamientos. “Sé que [la gente] pondrá mucha atención en la historia de nuevo, pero estoy en un lugar muy diferente en mi vida. Acabo de cumplir 48 años, entonces … ya veremos”. Además, externó que ha tomado terapia para poder escribir la historia. “Existen algunos períodos muy, muy difíciles para mí en este proceso, así que he estado creando un mosaico de apoyo”.
¿Qué sucedió?
En 1998, Bill Clinton fue acusado de mentir bajo juramento y obstruir la justicia. Ambos cargos se relacionaron con incidentes de conducta sexual inapropiada. Una fue una demanda presentada en 1994 por la funcionaria estadounidense Paula Jones, quien acusó a Clinton de acoso sexual mientras trabajaba con él cuando era gobernador de Arkansas. El caso se prolongó hasta 1998, cuando los abogados de Clinton afirmaron que no podía ser juzgado por ser presidente en funciones. El caso finalmente se resolvió fuera de la corte, y Clinton le otorgó a Jones $850,000 en noviembre de 1998.
Sin embargo, durante los procedimientos judiciales del caso de Paula Jones, sus abogados citaron a varias mujeres sospechosas de haber tenido participación sexual con Clinton, una fue Monica Lewinsky. En ese entonces, Clinton declaró bajo juramento que no tuvo relaciones sexuales con «esa mujer».
Fue así como el abogado Kenneth Starr obtuvo pruebas de una funcionaria estadounidense, Linda Tripp, que demostraba que Clinton había tenido relaciones sexuales con Monica Lewinsky. El informe estableció los motivos para el juicio político, señalando el hecho de que Clinton había mentido bajo juramento y obstruido la justicia.
