¿Por qué a Jessica Chastain le gusta trabajar con Michel Franco?

Michel Franco y Jessica Chastain visitaron México para explicar la filosofía de Dreams, una intensa y desgarradora película.

La relación creativa entre Jessica Chastain y el cineasta mexicano Michel Franco se ha convertido en una de las más interesantes dentro del panorama cinematográfico contemporáneo. Desde que trabajaron juntos en Memory (2023), quedó claro que la dupla tenía una química especial que trasciende la pantalla.

Ahora, con su nueva colaboración en Dreams, ambos consolidan una mancuerna que se caracteriza por crear cine desafiante, incómodo y profundamente político.

Durante una charla reciente, Chastain compartió cómo ha sido para ella sumergirse en el universo de Franco, un director que suele dividir opiniones. La actriz, ganadora del Oscar por Los ojos de Tammy Faye, confesó que encuentra fascinante trabajar en proyectos que no ofrecen respuestas fáciles y que incluso ponen a prueba al espectador.

Con esto en mente, analizamos las declaraciones de Chastain y Franco, y cómo su visión conjunta está dando vida a un cine que no teme ser incómodo, político y emocionalmente honesto.

Jessica Chastain
Copyright @ IMAGEM Films

Dreams y el espejo de México y Estados Unidos

En Memory, Jessica Chastain interpretó a Sylvia, una mujer traumatizada por experiencias pasadas que, a pesar de sus intentos de vivir con normalidad, se ve confrontada por un hombre que le recuerda su pasado. 

Para Dreams, la actriz se mete en la piel de Jennifer, un personaje que, según sus propias palabras, no representa el sueño americano, sino su fracaso.

Jennifer es incapaz de la intimidad real”, explicó Chastain. “No puede conectar de manera genuina, y en ese sentido representa a una parte de mi país. Su vida no es ese relato triunfalista que solemos vender de Estados Unidos, sino todo lo contrario: un retrato de soledad, desconexión y fracaso”.

Lo interesante es cómo la actriz vinculó a Jennifer con la compleja relación entre Estados Unidos y México. Según Chastain, el personaje se mueve entre la contradicción de aparentar poder e independencia, pero en realidad depender emocionalmente de otros.

“Cuando miras la historia entre ambos países, ves dinámicas similares: dependencia, manipulación, heridas históricas que todavía no cierran. Eso está en Jennifer, en sus relaciones, y es lo que hace tan potente esta historia en manos de Michel.

Jennifer sí ama a Fernando, pero así como su padre, sólo lo puede amar desde una condición de objeto”.

Jessica Chastain, Conferencia de Prensa México

Chastain catalogó a su personaje como “clasista” y aseguró que las estructuras patriarcales en las que vive definen su relación con Fernando (Isaac Hernández).

Con esta reflexión, Chastain negó categóricamente que su personaje encarne el sueño americano. Al contrario, aseguró que Jennifer representa una crítica a ese ideal, mostrando sus grietas y el costo humano detrás de la fachada.

Este es uno de los elementos más poderosos de la colaboración entre Franco y Chastain: la capacidad de usar un personaje individual para reflejar tensiones sociales más grandes, entre países, sistemas y culturas.

Jessica Chastain

El cine como campo político: incomodidad, ambigüedad y provocación

Más allá del desarrollo de personajes, Chastain dejó claro que lo que la atrae del cine de Michel Franco es su capacidad de ser político sin recurrir a discursos evidentes.

El cine siempre es político”, afirmó la actriz. “No importa si el director lo asume o no: toda película comunica algo sobre la sociedad en la que fue hecha. A mí me gustan las películas que no son complacientes, esas en las que sales del cine y no sabes si te gustaron o no. Ese es el cine que te transforma, el que te obliga a pensar”.

Sus palabras conectan directamente con la filosofía de Franco, quien explicó que su manera de narrar siempre busca incomodar al espectador.

Los primeros diez minutos de mis películas son una trampa. Arrancas pensando que vas a ver una historia sencilla, y poco a poco descubres que no.

 Me interesa ese quiebre: cuando el público se da cuenta de que las cosas no son como parecían. Es ahí donde empiezan las preguntas, y el cine, para mí, se trata de eso”.

Michel Franco, Conferencia de prensa México

La relación profesional entre Jessica Chastain y Michel Franco no parece ser pasajera. Tanto en Memory como en Dreams, queda claro que ambos están interesados en explorar las fronteras de lo incómodo, lo ambiguo y lo político.

Lo fascinante de esta colaboración es que funciona en dos direcciones: por un lado, Chastain se expone a personajes que cuestionan la narrativa dominante de Hollywood, alejándose de los papeles tradicionales de estrella estadounidense.

Por el otro, Franco también encuentra nuevas formas de retratar las complicadas relaciones de poder que se dan cuando ideas como el privilegio, el cuerpo, el racismo o el clasismo.

“Lo que más me gusta de trabajar con Michel es que sus películas nunca te dicen qué pensar. Exige del espectador, y a mí me gusta estar en ese espacio”, declaró la actriz.

Ese espacio incómodo, lleno de incertidumbre y contradicciones, es donde ambos parecen encontrarse mejor. Con Dreams, la dupla confirma que su interés no es complacer a la audiencia, sino desafiarla, pues tienen en común una cosa: están convencidos de que lo personal es político y por tanto, el arte es político también.

Jessica Chastain
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