¿Por qué rebootear Mi Pobre Angelito sería un error?

El director de Home Alone, Christopher Columbus, asegura que la saga es irreplicable.

A pocos meses de que la icónica película Mi Pobre Angelito (Home Alone) cumpla 35 años de su estreno, su director original, Christopher Columbus, ha dejado muy clara su postura: rehacer o reiniciar la cinta sería “un gran error”.

 La comedia navideña de 1990, protagonizada por Macaulay Culkin como el ingenioso Kevin McCallister, no solo rompió récords de taquilla, sino que se convirtió en un fenómeno cultural que marcó a toda una generación. 

Sin embargo, en la era de los remakes, secuelas y reboots que intentan revivir franquicias nostálgicas, Columbus advierte que hay historias que deben quedar intactas.

¿Por qué no funcionaría un reboot de Mi Pobre Angelito?

En una entrevista con Entertainment Tonight retomada por Variety, Christopher Columbus habló sobre por qué considera que sería un desacierto volver a filmar Mi Pobre Angelito.

“Creo que Home Alone existe como… no exactamente una cápsula del tiempo, pero sí como un momento muy especial, y realmente no puedes volver a capturarlo.

Es un error intentar regresar y recrear algo que hicimos hace 35 años. Creo que debería dejarse en paz.”

Christopher Columbus, ET

La cinta original de 1990 recaudó 476 millones de dólares a nivel mundial, convirtiéndose en la segunda película más taquillera de ese año. Su secuela, Mi Pobre Angelito 2: Perdido en Nueva York (Home Alone 2: Lost in New York), llegó en 1992 y sumó 359 millones de dólares en taquilla global, consolidando a Macaulay Culkin como un fenómeno infantil de Hollywood.

Columbus asegura que el encanto de Home Alone radica en la química irrepetible entre su elenco, el guion original de John Hughes y el contexto cultural de los 90. Intentar recrear esa magia en un reboot, afirma, solo terminaría por diluir lo que hizo especial a la película.

Mi Pobre Angelito

El fallido intento de Disney y la advertencia cumplida

La preocupación de Christopher Columbus no es gratuita. En 2021, Disney lanzó en Disney+ la película Home Sweet Home Alone, dirigida por Dan Mazer (Dirty Grandpa) y protagonizada por Archie Yates (Jojo Rabbit), Ellie Kemper, Rob Delaney y Kenan Thompson.

La trama repetía la premisa de la original: un niño ingenioso se queda solo en casa durante las fiestas, esta vez porque su familia viaja a Japón, y debe defenderse de un par de intrusos. Sin embargo, la recepción fue tibia, por no decir negativa.

Más allá de las críticas, el reboot no logró convertirse en un evento cinematográfico ni en un fenómeno cultural como el de 1990. Para muchos fanáticos, este intento confirmó que el encanto de Mi Pobre Angelito no se puede replicar.

Mi Pobre Angelito

El legado de Kevin McCallister y por qué debe quedarse intacto

Mi Pobre Angelito no solo fue un éxito de taquilla, sino que dejó escenas icónicas, frases memorables y una banda sonora de John Williams que sigue sonando cada Navidad. Personajes como Harry y Marv (interpretados por Joe Pesci y Daniel Stern) quedaron grabados en la memoria colectiva como algunos de los villanos más carismáticos del cine familiar.

Incluso Macaulay Culkin ha reconocido el valor de la secuela, pero no necesariamente como un reemplazo de la original. En una reciente aparición en Hot Ones, el actor bromeó sobre las ventajas económicas de la segunda entrega:

“Me pagaron más. Creo que tengo el 5% de las ganancias netas. Y también el 15% del merchandising. Así que, si compras un Talkboy, yo digo: sí, me quedo con el 15% de eso. Muchas gracias. Por cierto, compren un Talkboy esta Navidad.”

La autenticidad de la historia, su tono familiar y el contexto en el que se desarrolló son elementos que, según Columbus, no se pueden reconstruir artificialmente en un reboot moderno.

En tiempos donde los estudios buscan revivir franquicias para capitalizar la nostalgia, las palabras de Christopher Columbus funcionan como un recordatorio: algunas películas son irrepetibles.

El fracaso crítico de Home Sweet Home Alone demuestra que no basta con replicar la trama y los personajes; la magia del cine también depende de un momento histórico y una conexión emocional que no siempre se puede forzar.

Así que, mientras Mi Pobre Angelito se prepara para celebrar su 35 aniversario, quizás la mejor forma de honrarla no sea rehacerla, sino seguir viéndola cada Navidad, tal como la conocimos en 1990. Porque, como dice su propio creador: “Hay cosas que es mejor dejar en paz.”

Mi Pobre Angelito