Un video de Anthony Mackie en donde concuerda con Quentin Tarantino sobre que Marvel mató a la estrella de cine acaba de resurgir. Pero, ¿qué tan cierto es?
“Antes, cuando ibas al cine, ibas a ver una película de Tom Cruise, Stallone o Schwarzenegger, ahora vas a ver una película de los X-Men. Así que sí, las películas de superhéroes mataron a la estrella de cine” sentenció Anthony Mackie para Yahoo Movies en 2018.
4 años después, el actor de Shang-Chi: Simu Liu y Quentin Tarantino siguen discutiendo este tema. Según Tarantino, Marvel ha hecho que directores y actores por igual sean “mano de obra” para las cintas “Chris Evans y Chris Hemsworth no son las estrellas, Thor lo es, el Capitán lo es”. Mientras que Liu asegura que sin la franquicia superheroica él jamás habría podido protagonizar una cinta que recaudó más de 400 millones de dólares en taquilla.
Este tema se ha discutido mucho en redes sociales, con personas indignadas por un lado y por el otro. Pero, ¿exactamente a qué se refieren con eso de “la estrella de cine”? ¡Averigüémoslo ahora!
¿Qué es una estrella de cine?
A lo que se refieren tarantino y Anthony Mackie cuando dicen que Marvel “mató a la estrella de cine” no es que personas como Chris Pratt, Evans, Hemsworth, Zoe Zaldana, Robert Downey Jr o Tom Holland no se les pueda considerar estrellas. Su participación en las cintas del MCU los ha hecho figuras tremendamente populares y tienen millones de fans, a lo que se refieren es que Marvel hizo que muriera el sistema conocido como “vehículo de estrellas”.
¿Y qué es eso? Es una forma en la que la industria de Hollywood llamaba a las películas que eran creadas específicamente para una actriz o actor. Esta práctica es sumamente vieja, ya que inició por ahí de los 50, en la época de oro del cine de Hollywood cuando los grandes estudios como Warner Bros, MGM o Paramount se consolidaron.
En ese entonces, descubrieron que crear la imagen de una persona e introducirla en cierto tipo de películas era sumamente rentable porque la gente se familiarizaba con el/la artista y su estilo, sabía qué tipo de películas estelarizaba y ya sabía qué esperar de sus producciones. Así, tuvimos estrellas como Humphrey Bogart, que se consolidó como un héroe trágico, o Marilyn Monroe, que fue mejor conocida por sus picarescas comedias.
Conforme la industria fue evolucionando, las estrellas también lo hicieron, y por eso en la década de los 80-90, se comenzó a hablar de cómo artistas como Tom Hanks, Julia Roberts, Brad Pitt, Tom Cruise, Leonardo DiCaprio, Will Smith, generaban grandes números en taquilla específicamente porque la gente quería verles en pantalla.
Y ahora qué cambió?
Marvel, si bien es una de las franquicias más grandes de la industria actualmente y ha sido uno de los mayores exponentes en el cambio de producción de Hollywood, no fue en realidad quien inició la revolución, ese puesto lo ganó Harry Potter.
Harry Potter fue la primera franquicia realmente exitosa (las 8 películas en su conjunto recaudaron más de 7.7 mil millones de dólares) que no contrató artistas conocidos para protagonizarla. Apostaron porque Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint crecieran con los personajes a lo largo de más de 10 años y dependían por completo de el amor que los/as fans sentían por los libros.
Esta práctica la adoptó Marvel y la rompió en grande, de manera que podían tener artistas consolidados desde antes, como RDJ, Zoe Saldana o Scarlett Johansson y al mismo tiempo introducir a nuevos artistas, como Chris Pratt o Tom Holland, porque lo que importa es que interpreten bien a un personaje específico.
Y así, ahora Hollywood le da prioridad a las franquicias y propiedades intelectuales porque la audiencia quiere ver personajes y universos con los que ya está involucrada, y no dependen entonces de sus protagonistas para que sean grandes éxitos.
¿Las estrellas de Marvel no son estrellas?
Lo que dijo Quentin Tarantino tiene razón en un punto: en general, las películas que estelarizan los/as grandes protagonistas del MCU no suelen ser muy exitosas. Tom Holland estelarizó Cherry y El diablo a Todas Horas, cintas con las que pretendía alejarse de la inocencia de su Spidey. Sin embargo, ninguna de ellas realmente fue exitosa. Sólo Uncharted ha sido un éxito para él fuera del MCU, pero ese proyecto también se vendió como una franquicia basada en la popularidad del videojuego.
Lo mismo pasó con Robert Downey Jr, quien a pesar de tener también a Sherlock Holmes en su currículum, realmente películas como Dolittle, El Juez o Chef a Domicilio fueron fracasos financieros. Tendremos qué esperar para ver cómo le va con Oppenheimer de Christopher Nolan.
Por eso, figuras como Chris Hemsworth y Chris Pratt han decidido mantenerse en el mundo de las franquicias, de manera que los podemos ver en cosas como Extraction o Jurassic World, cintas que prometen construir mundos mucho más grandes. Dave Bautista también lo ha intentado al unirse a proyectos como Blade Runner 2049, pero la gente no quiere verlo a él, quieren revivir la nostalgia de la cinta protagonizada por Harrison Ford en los 80.
Quien ha tenido mejor suerte fuera del MCU ha sido Scarlett Johansson, porque ha sabido escoger proyectos que son alabados por la crítica y llegan a protagonizar la temporada de premios. Cintas como Jojo Rabbit, Marriage Story o Isla de Perros han sido grandes proyectos laureados cuando salieron, pero también es porque ha hecho mancuerna con grandes directores, como Taika Waititi, Noah Baumbach o Wes Anderson.
Aunque cada carrera es distinta y tienen diferentes niveles de éxito, es claro que las cintas fuera del MCU que estelaricen sus protagonistas no garantiza que sean éxitos asegurados y depende completamente de otros factores. Claro que son estrellas, pero no el tipo de estrellas como Hollywood las entendía antes.
¿Y ya no hay ese tipo de estrellas?
En realidad, todavía podemos hablar de grandes “vehículos de estrellas” que siguen vigentes. El gran ejemplo es Tom Cruise, que acaba de protagonizar una de las cintas más exitosas del año con Top Gun: Maverick, pero también hay otros ejemplos.
Dwayne Johnson tiene un gran carisma y es sumamente popular. No importa si estelariza una película de videojuegos, un homenaje a Duro de Matar o si es Black Adam, hay mucha gente que lo sigue y que ve sus películas. Lo mismo pasa con Matt Damon, que también atrae un gran número de audiencia ya sea que estelarice dramas, comedias o cintas de acción.
Se podría decir que Timothée Chalamet es otra gran estrella hollywoodense como se entendía antes, ya que su gran base de fans le ha permitido estelarizar proyectos que van desde dramas LGBT, cintas caníbales, blockbusters scifi o historias de época y la gente busca ir a verlas para apoyar a su figura. Zendaya también se está comenzando a cimentar así, pero como su popularidad está más en la televisión, está por verse si logra posicionarse mejor en el mundo del cine.
Lo que guardan en común estas estrellas es que no están 100% comprometidos con una franquicia durante años ni se conocen por interpretar a personajes de IPs específicas, así que su popularidad se crea de otra manera.
El debate sigue abierto, pero lo interesante es ver cómo Hollywood ha evolucionado y cambiado con el paso del tiempo, para bien y para mal. Marvel jugó un papel importante en esa reconfiguración, y es innegable que sí ha modificado la forma en la que entendemos a las estrellas de Hollywood, pero el tema es mucho más complejo en realidad.