Loki ha vuelto al mainstream gracias a Marvel, pero su verdadera historia no es aquella que vemos en las películas.
Definitivamente Loki se ha asentado como uno de los personajes más icónicos del Universo Cinematográfico de Marvel, esto debido a la personalidad de antihéroe inherente al personaje, y al carismático trabajo interpretativo de Tom Hiddleston.
Sin embargo por la naturaleza adaptativa del susodicho a las narrativas cinematográficas, mucho sobre lo que conocemos de Loki es distinto a su historia original relatada en la Edda prosaica: un libro escrito por Snorri Sturluson en 1220 donde mediante la prosa se narra la mitología nórdica.
Así que mientras el personaje sigue construyendo su historia fílmica en la serie de Disney+, vale la pena repasar la travesía de Loki en los relatos clásicos. ¿Están listos?
La etimología del engaño
Antes de comenzar con su historia resulta pertinente mencionar uno de los grandes debates de que envuelven al personaje: la etimología de su nombre, algunos textos mencionan que el mismo derivó de la antigua palabra nórdica logi, la cual se traduce como llama, lo cual resulta interesante por el doble significado que puede tener el fuego, pues es un elemento con capacidad destructora pero también de brindar calidez.
Sin embargo en la Edda prosaica el personaje es llamado como Loptr, una palabra que se traduce como aire o atmósfera, lo cual aún puede encajar como metáfora en la doble personalidad de Loki, aunque lo anterior suena mucha más cool.
En algunos textos inclusive se le nombró como Hveðrungr, es decir “El rugiente”, quizá en referencia a los sonidos de dolor que expresaba mientras estaba encadenado a una roca como castigo por matar al dios Baldr, aunque ese relato lo contaremos más adelante.
Pero antes de comenzar con la historia de Loki, cabe aclarar que el mismo nunca fue considerado como un Dios, ni en los textos de la Edda prosaica ni en la realidad, donde no existen pruebas de alguna población vikinga que lo tratara como una deidad.
Las travesuras nórdicas
La procedencia de Loki no es muy distinta a la que vemos en los filmes de Marvel, su padre es un gigante de hielo conocido como Farbauti, pero este no lo abandona y la conexión que forja con dioses como Thor y Odin se suscita por el origen de su madre Laufey, quien era una Æsir (una deidad).
En los primeros poemas que este personaje hace su aparición el mismo se caracteriza por ser un bromista malicioso, por ejemplo le corta el cabello a la esposa de Thor: Sif, y antes de que el Dios del Trueno pueda romperle todos lo huesos, el mismo engaña a unos enanos para que le brinden una cabellera de oro para la afectada, además de una serie de armas (entre ellas el icónico martillo) que regala a Odin y Thor, quienes lo perdonan.
Sin embargo tras percatarse del engaño los enanos le cosen la boca a Loki para que nunca más pueda engatusar a otras personas. Esto sólo dura un tiempo y el protagonista pronto vuelve a las andadas, donde conoce a un gigante hábil para la arquitectura, a quien le ofrece construir las murallas de Asgard. El susodicha acepta con la condición de que al terminar su trabajo sea pagado con la entrega del Sol, la Luna y la esposa de Odin: Frigg.
Los dioses aceptan dichas condiciones pero con la intención de engañar al gigante, y le ponen un plazo para terminar su labor, el cual Loki tendrá que asegurarse que no se cumpla. Sin embargo la ayuda de un caballo mágico conocido como Svaðilfari duplica dos veces la fuerza del constructor, y la faena está a punto de concretarse, por lo que el “Dios” del Engaño se convierte en una yegua y seduce al semental para atrasar al obrero.
Este cumple su objetivo, pero Loki termina embarazado y da a luz a Sleipnir: un cabello gris de ocho patas que le regala a Odin para compensar sus travesuras, obsequio que acompañará al afamado Dios en cada una de sus epopeyas.
Sin embargo el personaje también suele ayudar a los dioses, por ejemplo en el poema Þrymskviða colabora con Thor para que este recupere el Mjöllnir, el cual le fue robado por un gigante de nombre Þrym, quien para regresarlo pide como recompensa a Frigg, Loki le dice al Dios del Trueno que acepte pues tiene un plan, el cual como no podía ser de otra manera consiste en una broma donde el hijo de Odin tendrá que vestirse de mujer.
Así Thor aparenta ser Frigg mientras Loki engaña al gigante diciéndole que no le puede ver la cara antes de la boda porque sería de mala suerte, además de mencionarle que un lindo regalo de matrimonio sería el martillo que robó, lo que lleva al Dios del Trueno a recuperar el Mjöllnir.
El Ragnarök de las mentiras
Con el tiempo Loki comenzó a hacer bromas más pesadas, y la que catapultaría su destino sería aquella jugada a Baldr: hijo de Odin y Frigg, a quien volvieron invulnerable a todo menos al muérdago.
Así que mientras los dioses se divertían disparando flechas al susodicho para comprobar su capacidad de resistencia, la “deidad” del engaño jugó con el ciego Hodr para que este lanzara una flecha envuelta en la criptonita de Baldr, lo que provocó su muerte. Tras esto los dioses lo capturan y lo atan a una roca con una serpiente que supura veneno sobre él.
Loki se queda allí hasta el Ragnarök (el final de los dioses), donde el susodicho se libera prisión y une junto a sus primogénitos: Hela y Fenrir el lobo, además Jörmundgander (la gigantesca serpiente que rodea al mundo) y un gran ejercito de gigantes hielo, con la finalidad de atacar Asgaard y asesinar a todas las deidades.
Fenrir se enfrenta a Odin, Jörmundgander a Thor, y Loki a Heimdallr, todos mueren en batalla y con esto llega el fin de los tiempos.