Netflix ha vuelto a poner a México en el centro del streaming global con Las Muertas, la nueva serie dirigida por Luis Estrada y protagonizada por Paulina Gaitán, Arcelia Ramírez, Joaquín Cosío y Alfonso Herrera.
Basada en la novela homónima de Jorge Ibargüengoitia, la producción no solo representa un hito en la narrativa mexicana, sino que también se perfila como una de las adaptaciones literarias más ambiciosas en la historia de Netflix.
¿Qué hace a esta serie tan especial y por qué podría marcar un antes y un después para la industria audiovisual en México? Les contamos lo que nos dijo el elenco en la alfombra roja.

El sueño de Luis Estrada hecho realidad
La historia de Las Muertas es, en gran parte, la historia de una obsesión. Luis Estrada descubrió la novela de Ibargüengoitia en 1977, año de su primera edición, y desde entonces soñó con llevarla a la pantalla. Durante décadas, intentó conseguir los derechos de manera infructuosa, hasta que, tras el éxito de su película ¡Que viva México!, Netflix le permitió materializar su proyecto. Estrada recuerda: “Me obsesioné con hacer una película desde que leí la primera edición en 1977”.
El director explicó para Fuera de Foco que el formato episódico fue decisivo para mantener la integridad de la obra. “Hacer una película hubiera sido como pintar un óleo en un caballete”, comenta, refiriéndose a las limitaciones de tiempo y espacio que impone un largometraje. En cambio, la serie le permitió “pintar un mural”, incluyendo todos los matices, personajes y sátiras que distinguen la narrativa de Ibargüengoitia.
Para Estrada, cada episodio funciona como un fragmento del gran mural que representa la sociedad mexicana de la época, con humor, tragedia y crítica social.
Además, esta estructura de serie le dio la libertad de desarrollar los personajes de manera profunda, manteniendo el tono exacto que buscaba. Según Estrada:
“La oportunidad de hacer seis películas, o una película de siete horas, fue maravillosa porque me permitió efectivamente poner todo lo que yo creía que tenía que estar en esta adaptación”.
Luis Estrada, Premiere Las Muertas CDMX

Una megaproducción mexicana sin precedentes
Las Muertas no es solo una adaptación literaria, es una verdadera megaproducción mexicana. La escala de la serie es impresionante: 5 mil extras, 217 sets, 170 actores y 22 semanas de rodaje. Alfonso Herrera, protagonista de la historia, destaca:
“Qué Viva México fueron 11 semanas, aquí fueron veintidós semanas de rigor. Realmente se vuelve un poco más largo el proceso de filmación, pero el rigor, el proceso sigue siendo exactamente el mismo, lo cual se agradece”.
En comparación con otras producciones internacionales, Las Muertas no tiene nada que envidiar. Herrera incluso asegura: “Las Muertas puede hacer frente a cualquier otro producto de ellos”, refiriéndose a megaproducciones de Hollywood como Frankenstein de Guillermo del Toro o la próxima adaptación de Cien años de soledad.
Esto convierte a la serie en un referente del audiovisual mexicano, mostrando que el país puede producir contenido de calidad global con recursos locales y talento nacional.
La producción también destaca por su atención al detalle. Estrada, reconocido por su estilo minucioso y su mirada crítica, logró coordinar un equipo enorme sin perder la coherencia de la historia ni la calidad visual. La combinación de talento mexicano y recursos de Netflix resultó en una producción que no solo respeta la obra original, sino que la amplifica de manera magistral.

Alfonso Herrera y el reto de interpretar a Simón Corona
Alfonso Herrera regresa a trabajar con Luis Estrada con entusiasmo: “Lo prometí, que a poco hay muchos que no tienen. Yo estoy feliz de regresar con Luis Aoncet, porque es regresar a casa”. En Las Muertas, Herrera interpreta a Simón Corona, un panadero del Salto de la Tuxpana que actúa como catalizador de los eventos que llevan al conflicto central de la serie. Herrera describe a su personaje como el “primer chispazo” que inicia la caída de los demás personajes, y asegura que su interés principal es experimentar el viaje creativo con Estrada: “Más que el producto terminado, disfruto mucho el viaje con Luis”.
El actor resalta que trabajar con Estrada le permite aprender constantemente, incluso después de años de carrera: “Yo con Luis siempre aprendo. Por eso digo que estar con él, lo que disfruto no es el trabajo terminado, sino el viaje”. La química entre actor y director es evidente y se refleja en la profundidad de los personajes, así como en la precisión y naturalidad de las actuaciones. Herrera incluso compara la serie con una versión hiperreal de la obra de Ibargüengoitia: “Es como Luis Estrada en esteroides, o Ibargüengoitia en esteroides”.
El rodaje no fue sencillo. La magnitud de la producción, sumada al enfoque riguroso de Estrada, exigió un nivel de disciplina y concentración poco común en la televisión mexicana: “Estar con Luis, estás en una película y van a ser once semanas de rigor. Aquí fueron veintidós semanas”, señala Herrera. Este compromiso no solo refleja la ambición del proyecto, sino también el nivel de exigencia artística que lo hace único.

Netflix, libertad creativa y el futuro de las adaptaciones
Una de las claves del éxito de Las Muertas es la libertad creativa que Netflix le otorgó a Estrada. El director tuvo control total sobre todos los aspectos de la serie, desde el reparto hasta el tono de cada escena. “En todas las series hay dos o tres directores que se van intercalando. En esta me la chingué yo todo y todo”, asegura Estrada. Esta independencia permitió que la serie mantuviera la visión del autor y del director, algo que pocas veces se ve en adaptaciones literarias de gran escala.
Estrada destaca que Netflix no solo proporcionó recursos, sino también confianza y autonomía, dos elementos fundamentales para producir un contenido que respete la obra original y a la vez sea atractivo para audiencias contemporáneas. La combinación de equipo mexicano, presupuesto generoso y libertad creativa convierte a Las Muertas en un caso de estudio sobre cómo las plataformas de streaming pueden apoyar proyectos culturales ambiciosos.
Este modelo también refleja una tendencia global: la adaptación de grandes obras literarias a series largas se está convirtiendo en la norma, como lo vemos con proyectos como Dune o Cien años de soledad. Lo que distingue a Las Muertas es que, además de su calidad narrativa y técnica, pone a México en el mapa internacional de la producción audiovisual de alto nivel.

¿Un nuevo hito para el streaming mexicano?
Las Muertas no es solo una serie, es una revolución para el audiovisual mexicano. Combina la riqueza literaria de Jorge Ibargüengoitia, la dirección magistral de Luis Estrada, la interpretación de Alfonso Herrera y el respaldo de Netflix para crear una experiencia única. La serie demuestra que México tiene la capacidad de producir contenido tan ambicioso y competitivo como cualquier megaproducción internacional, respetando su identidad y cultura.
Con una narrativa que mezcla sátira, tragedia y humor, y con un despliegue técnico sin precedentes, Las Muertas se perfila como una de las adaptaciones más importantes de Netflix. No solo por su escala y producción, sino por el cuidado artístico, la fidelidad al texto original y la libertad creativa que permitió a Estrada materializar su visión completa.
Si esta serie logra resonar con audiencias globales, podría abrir la puerta a más adaptaciones literarias mexicanas en plataformas de streaming, consolidando a México como un actor relevante en la producción audiovisual internacional. En definitiva, Las Muertas no es solo un estreno: es un mural cinematográfico que combina historia, literatura y talento mexicano, y que merece ser visto, discutido y celebrado.
