La Usurpadora: El Musical es un retelling de una de las telenovelas más populares en la historia de la televisión mexicana. Pues, habiendo sido protagonizada por Gabriela Spanic y Fernando Colunga en la década de 1990, La Usurpadora rápidamente se ganó el estatus de una de las historias más importantes del género telenovelesco, recibiendo un reciente remake con Sandra Echeverría en los papeles principales.
La icónica telenovela es ahora adaptada a un musical, dirigido por Santiago Limón y protagonizado por la actriz cubana-americana Isabella Castillo y Alan Estrada, contando además con la participación de la veterana en teatro musical, Susana Zabaleta, el actor Jesús Ochoa y Alejandra Ley.
Desde que se anunció el proyecto, se cuestionó el por qué era necesario crear una nueva versión de la telenovela para cines. Y durante la conferencia de prensa su elenco y director nos explicaron de qué forma La Usurpadora: El Musical es mucho más que un retelling, y cómo apela a la identidad mexicana.
La música y el drama: cultura mexicana
Contrario a lo que algunas personas podrían asumir, el género de la telenovela y el teatro musical son dos de las ramas artísticas más populares en la industria del entretenimiento mexicano. Así remarcó el actor Alan Estrada, quien ha participado tanto en cine como en teatro nacional.
“No hay nada que defina tanto a la cultura mexicana como la telenovela y la música” explicó el actor, asegurando que más allá de ser una mezcla fuera de lo común, la idea de adaptar una telenovela a una película repleta de números musicales era algo que “eventualmente tenía que suceder”.
“Y qué bueno que fue Santiago Limón quien lo propuso” añadió Susana Zabaleta, cuya carrera en música, cine y teatro es una de las más prolíficas dentro del catálogo artístico mexicano.
“Los mexicanos y los latinoamericanos somos alegres, musicales, y también somos bien dramáticos. Por eso las telenovelas son gran parte de nuestra identidad, de la misma manera en lo que lo son los diferentes géneros musicales que salen de aquí”.
Alan Estrada.
Alan Estrada continuó explicando que si bien, en primera instancia la idea de realizar la Usurpadora: El Musical le resultaba extraño, una vez habiendo leído el guión le hizo completo sentido, pues considera que “no hay mejor forma de llevar todo esto que nos identifica a otros territorios, que a través de una película espectacular”.
Adueñándose del cliché telenovelesco
En la actualidad, aunque las telenovelas aún tienen un gran poder dentro de la televisión mexicana —e incluso en streaming—, varios de sus elementos se han vuelto referentes de la cultura pop, así lo destacó el director Santiago Limón, durante una entrevista con Fuera de Foco.
“Las telenovelas se han vuelto tan icónicas, que a diario encuentras memes nuevos en internet sobre sus clichés”, explicó el director, añadiendo que es gracias a las nuevas tecnologías que más personas “descubren a diario historias como La Usurpadora, María la del Barrio, Rubí, etc”.
Limón destacó la necesidad, no sólo de homenajear a un medio que se ha vuelto un referente internacional del arte mexicano, sino de “aprender a reírnos de las cosas que pasan en las telenovelas, y adueñarnos de todo eso”.
Por ello, La Usurpadora: El musical, es una cinta sumamente referencial en cuanto al género en el que se desenvuelve, haciendo chistes constantes sobre su propia estructura y cuestionándose clichés que definen a las telenovelas desde hace varias décadas.
“Al principio pensábamos que para adaptarlo, teníamos que romper esas construcciones superficiales que tienen los personajes. Como que la buena sea buena buena buena, y la mala que sea mala mala mala. Pero luego pensamos, “no, es eso justo lo que hace a las telenovelas tan únicas, explotémoslo”.
El resultado es una cinta que aborda de forma consciente los momentos más clásicos de toda telenovela: los repentinos comas de sus personajes, los villanos empedernidos, los monólogos en solitario de sus heroínas e incluso, lo absurdo de varias de sus narrativas.
Del teatro y la tele, a la gran pantalla
Alan Estrada y Susana Zabaleta no son las únicas personas dentro de la cinta que tienen una gran experiencia en teatro y cine musical, pues su protagonista, Isabella Castillo, es conocida por haber liderado diversos proyectos juveniles en televisión internacional.
La actriz y cantante asume los protagónicos de La Usurpadora: el Musical como Victoria y Valeria, dos mujeres de personalidades completamente opuestas que empujan la historia a través de sus diferentes obstáculos.
En sí, Isabella Castillo ha participado en números musicales para la pantalla chica gracias a sus papeles en series como Grachi y Club 57, aunque La Usurpadora: El musical es su primer proyecto para cine.
Al respecto, la actriz explica que la gran diferencia de hacer un musical para televisión o teatro contra el cine está en “la gran cantidad de repeticiones que una película te exige para salir bien”.
Asimismo, en entrevista con Fuera de Foco, la actriz también añadió que la cinta tardó “cuatro años tan sólo en conseguir los derechos de La Usurpadora”, lo que pone en perspectiva la cantidad de tiempo invertido en la película. Después, entre ensayos y rodaje, el musical se desarrolló junto a sus actores en 9 meses.
“Otra de las diferencias está en que en vivo uno puede tener sus errores y no pasa nada, pero cuando grabas, eso se queda para siempre” destacó. “Hay que ser muy cuidadosos con coreografías, textos, canciones, para que quede casi perfecto y reluzca el trabajo de todas las personas involucradas”.
Alan Estrada aseguró que la diferencia entre llevar un musical en teatro y cine es “abismal”, no sólo por el formato, sino por la gran cantidad de artistas involucrados.
“El resultado en pantalla es mezcla de muchos años de trabajo y de muchísima gente involucrada: coreógrafos, productores, músicos, vestuaristas, etc”, finalizó.