Game of Thrones nos spoileó el final de House of the Dragon hace años, ¿por qué nos interesa tanto ver la historia si ya sabemos cómo terminará?
Esta nota contiene SPOILERS sobre House of The Dragon
Si ustedes ven el episodio 4 de la temporada 3 de Game of Thrones, podrán encontrarse con una escena en donde Joffrey Baratheon (Jack Gleeson) le da un tour a Margaery Tyrell (Natalie Dormer) por los aposentos de La Fortaleza Roja, la cual resguarda el Trono de Hierro y ha sido el hogar de los regentes encargados de administrar los 7 reinos de Westeros desde hace cientos de años. Incluyendo, por supuesto, la época del dominio de la familia Targaryen.
Entonces, en pocas palabras en esta escena conocemos el destino de Rhaenyra Targaryen, a quien justo acabamos de conocer en el primer episodio de House of the Dragon a través de la interpretación de Milly Alcock. Y más allá de los detalles de la trama y la historia, la forma en la que celebramos el lanzamiento del nuevo episodio, el torno de la serie y sus detalles se sienten demasiado familiares a la serie lanzada en 2011.
Miles de fans se prepararon para llegar puntuales a la hora del lanzamiento, reportándose el colapso de la plataforma de HBO Max debido a la gran cantidad de usuarios intentando entrar al servicio simultáneamente.
Y es que, ¿por qué a pesar de la inmensa controversia sobre el final de Game of Thrones la historia de la familia Targaryen nos interesa tanto? ¿Qué tiene de especial el mundo de Westeros? ¡Averigüémoslo!
¿Demasiado compromiso con la historia?
La televisión es un medio completamente diferente al cine. No tanto porque sea más barata o fácil de producir, de hecho, con un reporte de costos rondando los 300 millones de dólares, la primera temporada de House of The Dragon es igual de costosa que un gran blockbuster, sino porque tiene una forma particular de crear un compromiso con la audiencia.
Contrario al cine, que nos pide estar entre 2 o 3 horas en una sala y luego nos deja ir para repensar la historia en su totalidad, la televisión nos compromete con una historia que dura años. Cuando la audiencia se engancha con una primera temporada, todavía no sabe mucho del mundo o los personajes que está por conocer, y como se van desarrollando a lo largo de varias temporadas, la audiencia tiene que esperar décadas para conocer la historia por completo.
Eso le permite a las series adentrarse mucho más en las problemáticas de cada personaje y explorar sus narrativas con mayor profundidad. Esa es una de las razones por las que el formato episódico le trajo tantos beneficios a Game of Thrones, la historia era sumamente intrigante y mantenía a la audiencia enganchada semana a semana, y sus finales eran tan épicos que hacían que la historia siguiera siendo discutida mucho tiempo después de su estreno, y como realmente todavía no sabemos el desenlace de la historia, nos quedamos esperando con ansias la siguiente temporada.
Al crear rutinas, como estrenar la serie cada domingo, y hacer que la audiencia conecte con sus personajes, expertos psicólogos, han concluido que la audiencia genera una conexión emocional muy fuerte con la historia y sus personajes, al grado en el que puede sentir que “le pertenece de alguna manera”. Este compromiso resulta increíblemente rentable para la cadena televisiva o el catálogo de streaming en cuestión, pero como vimos en la temporada 8 de Game of Thrones, también puede generar un gran nivel de decepción y controversias.
En este sentido, House of The Dragon seduce a la audiencia con la idea de que es una historia muy parecida a Game of Thrones, pero que de alguna manera promete resarcir el daño que hizo la última temporada. Es una forma de volver entrar a un mundo familiar, ya que todos los detalles de la casa Targaryen, los dragones y la ambientación prometen entregar el mismo nivel de intriga, y al tener personajes como Daemon (Matt Smith) en el consejo del Rey Viserys (Paddy Considine) debatirse por la sucesión al trono, nos aseguran que la serie tratará temas parecidos a los que ya vimos en la historia original.
Sin embargo, el primer episodio al estar situado en la vida de una sola familia que tiene concentrado el poder, promete darnos una visión diferente a lo que vimos en Westeros anteriormente. Ya no tendremos que viajar a diferentes puntos geográficos para conocer el destino de cada personaje, y como realmente no los conocemos, descubrir quiénes son y cómo reconfiguran todo el tablero de juego para llegar a los eventos de Game of Thrones son de las más grandes intrigas que tiene el show.
Además, House of the Dragon se fue a la segura en su primer episodio y estableció una conexión muy directa con su predecesora al hablar de “la profecía de la canción de hielo y fuego” y la amenaza de la oscuridad (refiriéndose por supuesto a los White Walkers), por lo que es indudable que también quieren explotar todo lo que pueda recordarnos a la historia de Game of Thrones original para asegurar el compromiso y el interés de la audiencia.
¿Ofrece algo más que spoilers?
House of the Dragon está basada en el libro de Fire & Blood, una compilación de historias sobre el legado de los Targaryen que George RR Martin realmente publicó a manera de apéndice para que su universo se sintiera mucho más completo. Esto le da cierta ventaja a esta historia con respecto a la de Game of Thrones, pues ya hay un final delimitado y un objetivo al cual llegar.
Pero esto también causa otras complicaciones. Así como Joffrey nos contó el destino de Rhaenyra en el episodio de la temporada 4, muchos detalles sobre el mundo de Westeros, sus personajes, alianzas y traiciones ya los conocemos. ¿Cómo nos podríamos adentrar a un universo que tiene todo para spoilearse a sí mismo? El show ahora apuesta porque su mitología sea suficientemente grande y su historia lo suficientemente buena para seguir enganchando al público.
Pero tal vez sí ofrezcan una nueva forma de ver la historia de Game of Thrones y el desenlace de personajes como Jon Snow y Daenerys Targaryen. A pesar de que el final de la serie madre establezca que “la Canción de Hielo y Fuego” se refiere a su relación y fatídico final, el final del primer episodio de House of The Dragon nos deja ver la daga con la que Arya asesina al Rey White Walker, abriendo la posibilidad a otras interpretaciones o significados de la profecía más allá de la idea del «príncipe que fue prometido«. Y eso, a su vez, podría abrir incluso más posibilidades para la historia en solitario de Jon Snow con Kit Harrington.
Además, George RR Martin ha dicho que “el final de Game of Thrones en los libros será diferente” y tanto Martin como los showrunners de House of The Dragon, Ryan Condal y Miguel Sapochnick han dicho que ya tienen un final en mente. Además de que prometieron que tocarán temas como la violencia de género y el abuso patriarcal de maneras distintas a como fueron tratadas en el show de David Benioff y Dan Weiss, por lo que podrían presentar otras narrativas que impacten directamente al canon original de maneras diferentes.
¿De verdad molestan los spoilers?
Aunque escuchemos a Joffrey decir que “Rhaenyra fue asesinada por su hermano”, al no conocer realmente cómo ocurrirá ese evento, quién es su hermano ni tenemos una conexión con Rhaenyra, realmente esa revelación no nos dice nada porque no significa nada para la audiencia más allá de un dato de trivia que le da una dimensión de profundidad a la historia de los Baratheon.
De acuerdo con algunos estudios, el hecho de conocer ese desenlace podría hacer que la audiencia disfrute más la historia de House of The Dragon, ya que varias investigaciones han concluido que conocer spoilers puede ayudar a que nos adentramos con mayor facilidad a la historia y disfrutemos más el camino de la historia rumbo al spoiler en cuestión. Y en este caso, al adentrarnos en un mundo completamente nuevo con personajes diferentes, conocer ese detalle realmente no nos da mucha información sobre la trama del show en sí.
Sin embargo, House of The Dragon tiene el peso entonces de presentar una historia que sea no sólo tan intrigante como Game of Thrones, sino que logre entregar sorpresas que puedan atraer a nuevas audiencias mientras ofrece algo distinto para los/as fans acérrimos de la historia de Westeros, lo que puede ser un obstáculo muy difícil de solucionar. Además, también tiene el peso de ser al menos mejor que el desenlace de la historia original si no quiere repetir también las controversias más grandes de su antecesora.
El primer episodio logra con crecer entregar algo lo suficientemente familiar, pero al mismo tiempo diferente. El reto está en saber si pueden mantener eso durante un largo periodo de tiempo, y si pueden sostener y mejorar el legado de Game of Thrones.