El episodio 6 de House of the Dragon rompió un récord de Game of Thrones que no se había repetido desde 2014
El episodio 6 de House of the Dragon, «La princesa y la reina» rompió un récord de Game of Thrones debido a la primera escena del episodio que duró un total de cinco minutos y fue filmada en plano secuencia, un logro que hasta ahora tenía su antecesora con dos minutos y 15 segundos en el episodio «La Montaña y la Víbora» de la temporada 4
Dicha escena comienza al momento del tercer parto de Rhaenyra Targaryen, cuando le informan que la reina Alicent Hightower pidió ver al recién nacido probablemente para comprobar su origen. Sin embargo, la princesa Rhaenyra decide llevarlo ella misma mientras camina brutalmente por el palacio dejando un rastro de sangre detrás de ella.
De acuerdo con Mashable, el plano secuencia fue dirigido por Miguel Sapochnik y duró un total de cinco minutos mediante dos tomas, lo que lo convierte en la secuencia más larga de cualquier programa de Game of Thrones.
Como referencia, las escenas más largas de Game of Thrones ocurrieron en en el episodio 8 de la temporada 4, «La montaña y la víbora», con una duración de dos minutos y 15 segundos en donde se muestra el Mole Town. Asimismo, en el episodio 5 de la temporada 8, «The Bells», se incluyen dos secuencias de un minuto y medio de duración que siguen a Arya Stark a través de King’s Landing en llamas. Por último, en la temporada 8, episodio 3, existe un preludio de un minuto de la Batalla de Winterfell.
¿Por qué es importante la escena para House Of The Dragon?
Los planos secuencia que ocupada Sapochnik no son una causalidad, sino que también tienen una gran importancia en el lenguaje cinematográfico dado que la mayoría de las tomas más largas de Game of Thrones ocurren justo antes de una gran batalla, como la Batalla del Castillo Negro o la Batalla de los Bastardos. Incluso, durante el episodio uno de House Of The Dragon, la madre de Rhaenyra: Aemma, señala que “el parto es nuestro campo de batalla».
Es por eso que ocupar un plano secuencia en «La princesa y la reina» enfatiza toda la tensión que existe entre estos dos personajes, en donde Rhaenyra se niega a darle a Alicent la satisfacción de verla caer y se muestra ante ella fuerte y segura.
Por último, Sapochnik se asegura que durante toda la escena, el rostro de Rhaenyra sea enfocado para qué el espectador pueda ver el dolor y la ira que siente en un momento tan vulnerable de su vida.