Claire Foy declaró que filmar escenas de sexo la hace sentir «expuesta» y «explotada«.
Después de dar vida a la Reina Isabel II en las primeras dos temporadas de The Crown, Claire Foy acaba de protagonizar la serie A Very British Scandal, en donde da vida a Margaret Campbell: la duquesa de Argyll, quien en 1963 enfrentó un polémico divorcio del duque de Argyll Ian Campbell, quien encontró en el escritorio de la susodicha una lista de todos los hombres con los que se había acostado, además de tres fotografías en las que aparecía desnuda haciéndole una felación a un hombre.
La actuación de Claire Foy ha sido aclamada por la crítica, sin embargo la histrión declaró a Woman’s Hour de BBC Radio 4 (vía The Guardian) que no la paso bien durante las filmaciones, pues tuvo problemas con las escenas sexuales, las cuales la hicieron sentir expuesta y explotada:
“Es realmente difícil porque como mujer te sientes explotada cuando tienes que filmar escenas de sexo en la pantalla. (…) Es desalentador, es la cosa más espantosa que puedes hacer. Te sientes expuesta. Todos pueden hacer que intentes no sentirte así, pero desafortunadamente es la realidad. Personalmente sentía que tenía que estar ahí, pero quería que (la perspectiva de la escena) fuera femenina. No quería que fuera ese tipo de experiencia sexual horrible que a menudo ves en la pantalla del cine”.
La importancia de su personaje
Dado que la historia del programa está basado en un caso real, la duquesa fue criticada por la sociedad y por el juez, quien a su juicio la describió como una “mujer muy sexuada” que no estaba “satisfecha con las relaciones normales, y había comenzado a permitirse actividades sexuales repugnantes para satisfacer un apetito sexual degradado”.
Al respecto Claire Foy fue cuestionada sobre el señalamiento público que sufrió su personaje, y opinó que lamentablemente las mujeres siempre han sido señaladas de forma despectiva por disfrutar su sexualidad:
«Odio la vergüenza que se impone mediante el concepto de la palabra ‘prostituta’, y pienso que a las mujeres siempre se les ha intentado avergonzar por disfrutar su sexualidad, creo que Margaret Campbell es un ejemplo más. Hay algo alrededor de ese concepto que es sólo una reformulación del odio, y se utiliza de una manera que lo justifica aún más. Creo que la palabra ‘prostituta- no debería existir».