En este artículo:
- Películas de cine independiente como Flow, Anora y Aún Estoy Aquí se coronaron como las grandes ganadoras de la ceremonia.
- Estas victorias son sumamente importantes e impactaron profundamente sus países de origen.
- También resaltaron la importancia de los Oscar como plataforma para resaltar narrativas a través del cine.
Contra todo pronóstico, el cine independiente se convirtió en el gran protagonista de los Oscar 2025, con Anora, Flow y I’m Still Here como las grandes ganadoras de la noche. Estas tres producciones de bajo presupuesto no solo conquistaron a la Academia, sino que también reafirmaron el poder de las historias genuinas y arriesgadas.
La victoria fue celebrada en toda la industria, ya que este triunfo no solo marca un logro para el cine independiente, sino que demuestra que la creatividad y la pasión pueden abrirse camino en la temporada de premios de Hollywood.
A continuación, te contamos las razones detrás de su éxito.
Sean Beaker hizo historia
La película Anora, dirigida por Sean Baker, arrasó en los Oscar 2025 al ganar cinco premios de seis nominaciones, luego de haberse llevado la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Todo esto con un presupuesto de apenas 6 millones de dólares.
Entre los galardones que recibió destacan Mejor Película, Mejor Montaje, Mejor Guion Original y Mejor Dirección para Baker. Además, su protagonista, Mikey Madison, se llevó el premio a Mejor Actriz, convirtiendo a Anora en la gran ganadora de la noche.
Este es un logro histórico para el cine independiente, especialmente para Sean Baker, quien con películas como Tangerine, The Florida Project y Red Rocket ha demostrado ser un cineasta comprometido con historias auténticas, a pesar de las dificultades para financiar sus proyectos. De hecho, en sus inicios, filmó con un iPhone debido a la falta de recursos para equipos profesionales.
Su precaria situación financiera ha sido ampliamente expuesta por el propio cineasta, al confesar en una entrevista con Empire, que prácticamente no obtenía ingresos por sus películas. “Estoy viviendo solo hasta que el próximo proyecto me pague. No tengo los medios para hacerlo yo mismo. A veces parece una situación sin salida”, confesó.
Si bien ganar un Oscar no significa automáticamente estabilidad económica, su triunfo envía un mensaje claro, y es que sus historias originales podría estar el futuro de la industria, puesto que más allá de los premios, la cinta ha recaudado 40 millones de dólares en todo el mundo.
El propio Baker reforzó esta idea en su discurso de aceptación durante los Oscar al agradecer a la Academia por reconocer una película verdaderamente independiente.
“Esta película se hizo con la sangre, el sudor y las lágrimas de increíbles artistas independientes. Larga vida al cine independiente” sentenció.
Flow hace historia en la animación
La película independiente letona Flow, también hizo historia al ganar el Oscar a la Mejor Película Animada. Un logro sorprendente para el cine, ya que superó a gigantes de la industria como Inside Out 2 de Pixar y Wild Robot de DreamWorks, reafirmando el poder del cine independiente dentro de la animación.
Además, su victoria se trata de la primera película completamente independiente en ganar esta categoría. Incluso Wallace & Gromit: The Curse of the Were-Rabbit, de Aardman, que obtuvo el premio en 2006, estuvo respaldada por DreamWorks.
Por su parte, Studio Ghibli, que ha triunfado con El viaje de Chihiro y El niño y la garza, es un estudio consolidado con décadas de experiencia.
En contraste, Gints Zilbalodis, director y creador de Flow, trabajó con un pequeño equipo de recién graduados en animación para desarrollar la película con un presupuesto mínimo de 3.5 millones de euros, lo que los obligó a ellos mismos editar la película y comenzar a inscribirla en festivales.
Sin embargo, todo ha valido la pena, ya que el impacto de Flow también se ha visto reflejado en número al recaudar a nivel mundial 14 millones de dólares en taquilla gracias a la recomendación de boca en boca, espacialmente en México en donde acumuló 6 millones de pesos.
Con este triunfo, Flow no sólo consolida a Zilbalodis como uno de los artistas más innovadores de la animación, sino que también reafirma que el cine independiente puede competir y vencer a los grandes estudios de la industria cinematográfica.
I’m Still Here da la sorpresa de la noche
Por último, I’m Still Here sorprendió al ganar el Oscar a la Mejor Película Internacional, rompiendo las predicciones de muchos que esperaban que Emilia Pérez se llevará el premio, ya que había dominado esta categoría durante toda la temporada de premios.
Sin embargo, la victoria de la película brasileña ha sido celebrada en toda Latinoamérica, ya que se convirtió en la primera producción de Brasil en ganar este galardón. Además, cuenta una historia profundamente conmovedora basada en hechos reales sobre la la vida de Eunice Paiva, cuyo esposo, Rubens, fue «desaparecido» y asesinado en Brasil durante la dictadura militar en los años 70.
Además de Mejor Película Internacional, la cinta también compitió en la categoría de Mejor Película, y su protagonista, Fernanda Torres, fue nominada a Mejor Actriz. Con esto, Torres se convirtió en la segunda actriz brasileña en la historia en recibir esta nominación, siguiendo los pasos de su madre, Fernanda Montenegro, quien fue nominada en 1998 por Estación Central.
Con este triunfo, I’m Still Here no solo hace historia para Brasil, sino que reafirma que las historias independientes y de alto impacto emocional fueron las verdaderas protagonistas del año.
