El director de Blonde considera que es ‘algo extraño’ que los/as fans de Marilyn Monroe quisieran verla como ‘una mujer empoderada’
El director Andrew Dominik respondió a la reacción negativa a su película biográfica de Marilyn Monroe, Blonde, diciendo que está «realmente complacido de que haya indignado a tanta gente» porque esa era su intención desde un inicio.
Durante una conversación en el Festival Internacional de Cine del Mar Rojo de Arabia Saudita, Dominik atribuyó las críticas principalmente a que las nuevas generaciones no están de acuerdo en ver a Marilyn Monroe siendo maltratada y humillada sino que quieren contemplarla “empoderada”.
“Ahora vivimos en una época en la que es importante presentar a las mujeres como empoderadas y quieren reinventar a Marilyn Monroe como una mujer empoderada. Eso es lo que quieren ver. Y si no les muestras eso, les molesta”.
Marilyn Monroe
Dominik puntualizó que Blonde no esperaba cambiar el legado de Monroe porque la actriz ya no está viva y Blonde“no hace ninguna diferencia de una forma u otra”. En cambio, el director comentó que esperaban retratar cómo la sociedad y los medios de comunicación han explotado su imagen durante años. “Lo que realmente quieren decir es que la película explotó el recuerdo de ella, la imagen de ella, lo cual es bastante justo”, agregó. “Pero esa es toda la idea de la película. Es tratar de tomar la iconografía de su vida y ponerla al servicio de otra cosa, es tratar de tomar cosas con las que estás familiarizado y darle la vuelta al significado. Pero eso es lo que no quieren ver”.
Ofender era su deber
Si bien Blonde recibió una ovación de pie de 14 minutos después de su proyección en Venecia, la audiencia se ha mostrado en desacuerdo por la forma en que se representó a Monroe en la película. En particular, Dominik platicó que no está preocupado por la reacción del público porque la cinta llegó en un momento en que poder ofender a una audiencia «era un deber solemne, sacarlos de la complacencia sobre las cosas».
Por su parte, la protagonista de la cinta, Ana de Armas, también ha defendido las escenas más controversiales al explicar que siempre tuvo presente a un coordinador de intimidad que la hacía sentir segura. “Nunca me sentí incómoda, aunque eran escenas muy fuertes”, agregó. “Simplemente eran parte de una historia más grande y sabían exactamente lo que iban a filmar y por qué lo iban a hacer así”.
