James Cameron explica por qué se comprometió tanto con la larga duración de Avatar: The Way of the Water
Avatar: The Way of the Water es una de las películas más ambiciosas en toda la historia de Hollywood. Además de tardar más de 13 años en hacerse, la película de James Cameron utilizó tecnología nunca antes vista para contarnos la historia del mundo de Pandora e hizo que sus protagonistas aprendieran a actuar durante largos periodos de tiempo bajo el agua.
The Way of the Water también es una película larguísima, ya que tiene una duración de 3 horas y 15 minutos sin contar créditos. Pero la larga duración de los blockbusters es algo que se ha convertido en una tendencia: Spider-Man: No Way Home duró 2 horas 37 minutos y Wakanda Forever duró 2 horas 40 minutos.
Aún así, el afamado cineasta explicó por qué la duración de Avatar fue uno de sus más grandes obstáculos, pero aún así valía la pena luchar por ello.
¿Por qué fue tan difícil quitar escenas?
James Cameron confesó en una entrevista para Entertainment Weekly que desde un principio le propuso a 20th Century Fox que la película durara más de 3 horas, pero que una vez que Disney tomó el control de la compañía “hubo mucha tensión alrededor de la duración de la cinta”.
También explicó que, como la película “tiene una narrativa compleja, pero muy lineal que afecta a todos los personajes” era muy difícil recortar o quitar escenas para preservar el balance entre “hacer una historia entretenida que mantuviera la belleza de la imagen”.
Y asegura que ese fue uno de los retos más grandes que tuvo la producción al menos durante un año completo. “Es como dominós cayendo: Esto pasa para que pase esto otro. No sigues un montón de plots paralelos como para que haya cosas que se puedan cortar”.
“La parte más difícil de cortar escenas es cuando tienes unas que no desarrollan la historia, pero que son aterradoras, de suspenso o muy hermosas por su propio mérito.”
James Cameron, Entertainment Weekly
Por esa razón, Cameron aseguró que estaba dispuesto a quitar algunas cosas, pero si sentía que por alguna razón el ritmo de la cinta se sentía extraño, las ponía de vuelta. “Lo más importante para mi era que la gente conectara. Mientras se divierta y se mantenga interesada, todo bien”.
Una historia que tomó demasiado tiempo hacer
Originalmente, Avatar: The Way of the Water se iba a estrenar en 2014 o 2015, pero las limitaciones tecnológicas hicieron que Cameron decidiera retrasarla, al menos hasta que la tecnología motion-capture avanzara lo suficiente para poder capturar los movimientos faciales de los artistas bajo el agua, ya que es algo que nunca se había hecho antes.
Sin embargo, parte de los retrasos también se dieron por dificultades narrativas. En el pasado, Cameron había dicho que estuvo a punto de despedir a todo su equipo de guionistas porque no entendían la magnitud de la historia, ya que no quería simplemente repetir lo que había funcionado en la primera de Avatar, también ir incrementando el impacto y escala de la historia.
De hecho, en 2016 confesó que se dio cuenta de las dificultades narrativas que tenía al momento de intentar expandir su universo, ya que tenía que surcar ciertas dificultades narrativas que no tuvo que enfrentar cuando la pensó como una sola película.
“Hay una capa de complejidad cuando tratas de hacer que Avatar funcione como una saga que se expande alrededor de 3 películas que no ves cuando solo estás haciendo una cinta en solitario” dijo para The Associated Press en 2016.
Cameron dijo que estaría satisfecho si Avatar logra convertirse en trilogía, pero en realidad lleva varios años diciendo que la está pensando como una pentalogía y que incluso podría expandir su historia en una sexta y séptima parte. ¿Lo logrará? Todo depende de la taquilla de The Way of the Water, la cual tiene que convertirse en una de las cintas más taquilleras de la historia si quiere seguir expandiendo el mundo de Pandora.