Una de las personas estafadas por Anna Sorokin piensa que la serie Inventing Anna no debería simpatizar con su protagonista.
Hace unos días Netflix estrenó la serie Inventing Anna, en donde a través de la ficción se cuenta la historia de Anna Sorokin: una mujer que bajo el nombre de Anna Delvey estafó por 270 millones de dólares a las altas esferas de Nueva York -en la vida real-.
Una de sus víctimas en la realidad fue Rachel Williams, una escritora de Vanity Fair a la cual estafó por una cantidad de 62 mil dólares, esto a pesar de que fuera una de sus mejores amigas, tal y como relató en el libro My Friend Anna. Y esta misma persona expresó su molestia con el programa de Netflix, argumentando en una entrevista con Vanity Fair que la producción empatiza en demasía con su protagonista:
«Creo que esta mal promover toda esta narrativa y celebrar a una criminal sociópata y narcisista. La conozco de primera mano y fui su víctima, estudié la forma en que realizaba su estafa, y cuando ves el programa no prestas atención a la idea que se comercializa detrás».
Dicho esto, Rachel Williams reveló que no ha «tenido estómago» para ver todo el programa, sin embargo tiene una opinión muy clara del mismo:
«Estoy preocupada por algunos datos erróneos muy obvios y refutables. Creo que explorar la verdad a medias es peor que la mentira. (…) El formato de combinar la verdad con la ficción hace que la gente este más dispuesta a creer lo segundo. Creo que ese es un territorio realmente peligroso. Además, afectó los procedimientos de justicia penal en tiempo real».
En la misma línea, Rachel Williams criticó el hecho de que Netflix pagara 320 mil dólares a Anna Sorokin para adquirir los derechos que le permitieran adaptar su vida en la pantalla chica, dinero que la delincuente fue forzada a utilizar como pago de algunas de las multas e indemnizaciones relacionadas a su crimen.
¿No hace honor a las víctimas?
Sumado a lo anterior, Rachel Williams piensa que el programa comete un gran error al mostrar a Anna Delvey como una figura especial e incluso inspiradora, en lugar de mostrar a la delincuente que fue condenada a prisión por ochos cargos:
«La historia la beneficia. Esta es una narrativa diseñada para crear empatía por una persona que carece de ella (…) Simplemente creo que existe un riesgo cuando intentas proyectar una narrativa ficticia sobre una historia de crimen real, porque puede ser que la perspectiva de tu relato sea conveniente para la serie, pero no para quienes fueron afectadas por Anna».
Bajo la misma línea, Rachel Williams argumentó que es peligroso que Inventing Anna combine la ficción y realidad, ya que esto genera una perspectiva errónea de una problemática:
«Creo que es peligroso lo que hace el show al dividirse entre los hechos y la ficción, porque las personas creen más lo que ven en una pieza de entretenimiento que lo que observan en las noticias. Son nuestra emociones frente a una narrativa las que forjan nuestras creencias«.
Sumado a lo anterior, Rachel Williams piensa que «el hambre por este tipo de entretenimiento insta a los medios a crear más narrativas similares, incentivando a personas como Anna, y haciendo que el crimen parezca una carrera profesional viable».
¿Quién gana de todo esto?
Anna Sorokin fue liberada de prisión en febrero del 2021, aunque aún se encuentra bajo custodia de los servicios de inmigración y control de aduanas en Estados Unidos, esto debido a que su visa se encuentra caducada. Si bien allí se encuentra luchando para que no la deporten a Alemania, Rachel Williams piensa que después del lanzamiento de Inventing Anna la criminal ha resultado victoriosa:
«Si lo piensas bien, ¿qué hacen los/as estafadores/as? Cuentan historias. Los relatos tienen mucho poder porque forjan creencias. Todos/as se han tragado esta narrativa fantástica. (…) La atención es una forma de poder, y si la historia la continua beneficiando, Anna la seguirá buscando. Es lo que necesita para convencer a la gente de que sigan comprando sus historias».
