Alexander Skarsgård piensa que al inicio de su carrera Hollywood no lo tomó en serio, esto debido a su apariencia.
Alexander Skarsgård inició su carrera actuando en Suecia -su país natal-, y rápidamente daría el paso en Hollywood gracias a la comedia de 2001: Zoolander, y el drama de vampiros de HBO: True Blood, ganando fama no sólo por ser parte de una familia de reconocidos artistas, sinó también por su aspecto físico, lo que lo ha condecorado cinco veces como «El Hombre Más Sexy del Mundo».
Sin embargo, el actor confesó en una entrevista con The Sunday Times que sentía que no lo tomaban en serio como histrión, esto después de fuera señalado como uno de los hombres más “sexys” en la industria cinematográfica:
«No sé si realmente esa era la razón por la que no conseguía papeles. En Suecia ya me decían cosas sobre ser alto y rubio, pero allí la mayoría de la gente es así. A pesar de esto, después de mi primer trabajo aparecí en una estúpida lista de los actores más ‘sexys’, y entonces la gente no me tomó en serio».
Alexander Skarsgård
Tras lo anterior, el afamado artista reflexionó que «Si quieres personajes profundos, pero te han etiquetado como ‘un tipo que se quita la camiseta’, no vas a conseguir esas ofertas».
Cambiando el rumbo de su carrera
Con el tiempo Alexander Skarsgård ha podido demostrar su talento y participar en proyectos premiados y reconocidos por la crítica como Melancholia, Straw Dogs, Succession y Passing. Sin embargo, su próxima colaboración con Robert Eggers en The Northman requirió al actor una nueva e importante transformación física, esto para dar vida a un vikingo que buscará vengar la muerte de su padre.
La película se estrenará en salas mexicanas el 14 de abril, y según las palabras de Ralph Ineson, actor que también participa en el filme en cuestión, comentó que Skarsgård mantuvo una disciplina estricta para su papel y sorprenderá a la audiencia:
“Luce como una bestia, hay una escena donde golpea a un tipo en batalla, se inclina y le arranca la garganta con los dientes, grita a los dioses y se quita la camisa, y piensas: ‘¡Por dios ese no es un fisiculturista, es un actor serio!’, Skarsgård luce como una especie de monstruo para el papel, su dedicación es increíble.”