Al cierre de 2022, la gran mayoría de compañías de entretenimiento en Hollywood presentaron pérdidas drásticas y muchos problemas
2022 será recordado como el año en el que la industria de entretenimiento, a pesar de lograr una gran reactivación tras la pandemia, ha enfrentado obstáculos y retos sumamente difíciles. En el medio de una crisis global y contrario a las especulaciones iniciales sobre la supervivencia absoluta del cine y la televisión en duros momentos económicos, más de una compañía ha enfrentado pérdidas significativas.
Es por eso que, en el análisis del valor de todas estas empresas al cierre de año, los equipos de Wall Street han definido al 2022 como un Annus Horriblis —año de desgracias— para la industria del cine y la televisión. Y aquí te explicamos por qué.
Un gran colapso económico
2022 ha sido un año brutal para los inversores de medios de entretenimiento y, a pesar de los esfuerzos realizados por más de uno, el próximo año tampoco pinta para tener una gran mejora.
Internacionalmente, diversos factores han empujado a la macroeconomía a un estado de incertidumbre: crisis post-pandémicas, conflictos bélicos, choques políticos y limitaciones comerciales nunca antes vistas, y todos y cada uno de los eventos acontecidos a nivel mundial han afectado de una u otra forma a la economía de la población en general.
En la gran nube de movimiento de dinero, el problema comienza desde la históricamente inmensa inflación y escasez de recursos —este año destacó la escasez de chips digitales, alimentos y agua—, los cuales encarecen e impactan directamente a los individuos, ocasionando que su poder adquisitivo sea cada vez mucho menor.
Por ello, cientos de hogares han reestructurado sus prioridades, poniendo en primer lugar los productos y servicios básicos y enviando a segundo plano todo aquello que no resulta vital en el día a día, es decir, cosas enfocadas a entretenimiento y recreación como cines, televisión por cable y servicios de streaming.
El gran dominó ha empujado a que más de una persona suspenda varias de estas actividades, lo que se ha reflejado directamente en los ingresos de las compañías de entretenimiento que, contra toda proyección, este año enfrentaron pérdidas muy complicadas.
Las acciones se desploman
Disney, Netflix y Warner Bros. Discovery, gigantes del entretenimiento que en los últimos años se han mostrado como los pilares más sólidos del medio, percibieron caídas impactantes en sus acciones.
“Gran parte de ello se debe a que los consumidores que poseían un “cojín de ahorros” durante la pandemia, han agotado la mayor parte de sus recursos”, explicó Dubravko Lakos-Bujas, analista de JPMorgan.
La población está “enfrentándose por primera vez a un duro golpe económico que procede de todos lados, es decir: en el incremento de las rentas, hipotecas, canasta básica, y sus propias inversiones alternativas, como cryptomonedas, por lo que ya no quieren pagar por servicios que consideran innecesarios como el entretenimiento y recreación”.
Dubravko Lakos-Bujas, Variety
El analista continuó asegurando que la gran bola de nieve seguirá aumentando el próximo año, en una dura competencia entre consumidores y empresas, mientras unos recortan sus gastos y otros aumentan sus precios para “compensar la poca inversión de capital que hay”.
Tal efecto se ha impreso en el desempeño de empresas como Disney, cuyo valor abrió a principios de año en $156.76 dólares la acción y que cierra el año en $84.17, una baja del 46%. En un ambiente similar, Apple pasó de $182.01 a $126.04, cerrando con una caída del 31%.
Por otro lado, Netflix se enfrentó a una caída de más del 50%, empezando el 2022 con $597.37 y cayendo hasta $276.88 dólares por acción, lo que durante el año se reflejó a través de los recortes de personal, despidos y suspensión de proyectos.
Paramount se precipitó también de $32.24 dólares por acción a tan sólo $16.11, igualmente balanceándose en un 50% de pérdida de su valor, que pone en juego las inversiones futuras del estudio. Igualmente, Amazon alcanzó una caída de 52%, pasando de $170.4 a $81.82 en los últimos meses.
Asimismo en casos más dramáticos de empresas de entretenimiento, la cadena de televisión AMC cayó un 61%, mientras que las acciones de Roku presentaron el golpe más duro de todos al pasar de $230.63 por acción a tan sólo $38.80 al cierre de año, en un fuerte 83% de pérdida.
El complicado caso de Warner Bros Discovery
Warner Bros. Discovery es un caso que se ha estudiado muy a parte, debido a los complicados cambios que ha tenido la empresa desde principios de 2022 y hasta el 28 de diciembre.
El año comenzó con las acciones de Discovery y AT&T—antiguo dueño de Warner— por separado, hasta completarse la transacción de WB a Discovery el 11 de abril. Así entonces la primera evaluación de Discovery se encontraba en $24.43 por acción para el 8 de abril, mientras que AT&T cerraba tal periodo en $18.23.
Al momento, AT&T cierra el año con $18.25 por acción —escalando un 2% en su precio—, mientras que Warner Bros Discovery se ha visto en un camino sumamente difícil, precipitándose hasta un 63% para el cierre de año y sin superar los $20 dólares desde principios de mayo.
Dentro de la crisis de entretenimiento, el caso de Warner Bros Discovery ha resonado más por las duras estrategias de su CEO, David Zaslav, quien ha cancelado una gran cantidad de proyectos, cerrado divisiones de la empresa y despedido a más de un centenar de empleados alrededor del mundo, con el fin de ahorrar hasta 3 mil millones de dólares tras la compra. No obstante, aunque el CEO asegura que tal meta sí es alcanzable para 2024, las acciones de la compañía podrían no compensar el ahorro pretendido por la misma.
En un contraste curioso, una de las pocas empresas que aumentó su valor desde principios de 2022 y para finales de año es Nexstar, el gigante de telecomunicaciones que adquirió la cadena CW a mediados año y quienes han logrado al momento escalar en un 13% su valor en la bolsa, pasando de los $153.41 dólares por acción a los $173.33.
¿Las estrategias no están funcionando?
Ante el conflictivo panorama económico, diversas empresas de entretenimiento han buscado implementar estrategias que compensen las duras condiciones de sus inversionistas. Entre ellas, destacan los planes con anuncios que tanto Disney como Netflix comenzarían a implementar en sus plataformas de streaming, los cuales se presentan como las opciones “más económicas del servicio” a cambio de publicidad en su programación.
No obstante, los primeros reportes de dicha estrategia para Netflix no han sido tan alentadores, ya que el nuevo paquete ha atraído sólo al 9% de los usuarios alrededor del mundo.
De igual manera, diversos usuarios han mostrado su desacuerdo con las nuevas políticas de la empresa, las cuáles impiden compartir cuentas con personas que no sean parte de la misma familia o residan en el mismo espacio.
Disney+ planeaba lanzar su programa con anuncios para finales de año, una de las estrategias con las que Bob Chapek pretendía inflar un poco más los números de la gran pérdida que presentó la empresa en su último cuatrimestre. Sin embargo al regreso de Bob Iger se desconoce qué nuevo enfoque se le dará al streaming y si la compañía seguirá adelante con los planes con anuncios.
En cuanto a plataformas como HBO Max, se sabe que entre 2023 y 2024 pasará por un cambio sumamente drástico debido a su fusión con Discovery, transformándose en un servicio simplemente titulado Max que reúna a ambos catálogos. Para ello, se han suspendido y “purgado” varias producciones originales de HBO, las cuales ya no se encuentran en la plataforma.
Hasta ahora, Disney, Netflix, Warner Bros. Discovery, Amazon y Apple se han enfrentado a pérdidas de millones de dólares en el mercado, y la preocupación por la creciente inflación continúan aumentando dentro de Wall Street, especialmente al presentarse la peor caída de toda la historia en la bolsa en Septiembre de este año.
Si bien, se reporta que algunas compañías de tecnología y entretenimiento podrían volver a escalar hasta el valor que poseían a principios de 2022, queda un camino gigante por recorrer para lograr un primer cuarto del 2023 que sea saludable, lo que hasta ahora deja en un territorio incierto tanto a inversionistas como a los mismos consumidores de todos estos medios.