Aquí estamos, en Enero del 2018, listos para continuar con la cuarta temporada de The Flash. Siendo honesto, la cuarta temporada ha mostrado un rendimiento irregular por los momentos. Como si cada buen episodio fuera seguido por dos episodios mediocres. Pero afortunadamente, este ha resultado ser uno de los buenos episodios.
Barry Allen está en problemas. Serios problemas. DeVoe logró su objetivo, pasó su conciencia al cuerpo de otro individuo, e incriminó a Barry de un supuesto asesinato. Lo único que podría salvarlo de ir a la cárcel sería revelar su identidad secreta ante toda la ciudad. Y para colmo, un metahumano radiactivo aparece en Central City.
El objetivo de este episodio es obvio: elegir entre ser honesta, o mentir por beneficio propio. La diferencia entre una persona decente, y una mala persona. Diferencias que son cruciales a la hora de distinguir al héroe del villano. Barry deja claro que es un héroe, y elige afrontar esta situación; pero nunca deja decir la verdad: soy inocente, su señoría. Okey, esta situación pudo evitarse de mil formas distintas; pero la lógica del show nunca ha estado muy afinada, así que ya da igual.
Pero volviendo al tema, Barry reafirma que es uno de los buenos. No ante la corte, sino ante la audiencia. Solo nosotros sabemos que él es inocente, pero todas las pruebas apuntan hacia él. Y lo peor, es que nada podemos hacer. He acompañado a Flash durante años, y sé que es un verdadero héroe, así que me frustra no poder salvarlo de esta injusticia. Una injusticia muy similar a la que su padre, también siendo una buena persona, tuvo que vivir hace años. Gran parte de esta empatía es gracias a la actuación de Grant Gustin, quien nunca ha dejado de agregarle carisma al personaje, y últimamente se le ve más cómodo en su interpretación.
La maldición de la familia Allen ataca de nuevo
Por otro lado, tenemos a Iris haciendo todo lo posible para salvar a su marido. A ver, Iris nunca ha tenido mucha personalidad o rol en esta serie, ya que ella está allí para ser la chica del héroe. Su falta de personalidad es lo que la vuelve tan pesada en ocasiones. Pero cuando hay guionistas decentes, ella puede cumplir bien su rol como ‘’la chica del héroe’’. Iris quiere revelar al mundo la identidad de su esposo, pero Barry la detiene en el último instante, y le dice que no lo haga. Sí, Barry irá a la cárcel, y sí, esto se pudo evitar. Pero que Allen prefiera ir preso, en vez de contar su identidad y exponer a sus seres queridos a cualquier tipo de peligro nos confirma que, efectivamente, este tipo es un héroe.
El tema del episodio se afianza con Joe y la esposa de DeVoe…cuyo nombre no recuerdo. Okey, llamémosla Sra. DeVoe, por ahora. Mientras que la Sra. DeVoe dice que su esposo ha muerto y le miente a la corte, Joe quiere plantar evidencias falsas para incriminarla. Ambos quieren ayudar, pero esa es la forma incorrecta. Menos mal que Dibny estuvo con Joe, y éste lo ayudó a entrar en razón. Al fin y al cabo, nadie sabe más sobre falsificar evidencia que Ralph. Pero, insisto, ahí la diferencia entre alguien bueno de alguien malo. Joe desiste, mientras que la Sra. DeVoe se marca una tremenda actuación fingiendo haber perdido a su esposo. Ella le miente al estado, pero al menos Joe mantiene su integridad como profesional.
Al final, el tema del episodio es concluido con Flash haciendo lo que mejor sabe hacer: ser el héroe de Central City. El villano (apropiadamente llamado Fallout, gracias a Cisco) no aporta mucho al episodio. Pero llegado el momento, Flash es capaz de acercársele y acabar con él, aunque eso lo exponga a grandes dosis de radiación. Barry va preso, pero a nadie le quedan dudas de que Flash sea un héroe. Y el episodio termina, con Barry en la misma celda que tuvo su padre hace años, y afrontando las consecuencias de su decisión.
No fue perfecto, pero sí es un gran regreso para The Flash. ¿Cómo saldrá Barry de la cárcel? ¿Podrá el equipo defender la ciudad sin su ayuda? Lo sabremos pronto. Pero, por sobre todo lo anterior, de verdad espero que el resto de la temporada mantenga este nivel.