En este artículo:
- 5 personas fueron arrestadas en relación con la muerte de Matthew Perry, el icónico actor de Friends que falleció por una sobredosis de ketamina.
- Estas personas fueron identificadas como personas cercanas a Perry, pues una de ellas era su asistente personal y las otras personas eran médicos, quienes le suministraban las sustancias.
- Esta práctica hizo que Matthew Perry recayera en su adicción, y después fuera a buscar más sustancias con vendedores callejeros.
El 28 de octubre del año pasado, el actor Matthew Perry falleció a causa de una sobredosis accidental de sustancias, según los primeros informes policiales. Sin embargo, la autopsia reveló que la muerte del actor fue consecuencia del uso de la ketamina.
Nueve meses después de su fallecimiento, cinco personas han sido arrestadas y acusadas en relación con la muerte de Perry, incluyendo a su asistente personal y a dos médicos, quienes suministraron al actor de Friends una gran cantidad de ketamina y «se aprovecharon de los problemas de adicción del señor Perry para enriquecerse», según la policía.
A continuación te platicamos los detalles del caso.
Los doctores de Matthew Perry le administraron ketamina sin ningún control
El Departamento de Justicia de Los Ángeles reveló los resultados de una extensa investigación sobre una «amplia red criminal subterránea» vinculada a la muerte de Matthew Perry. Durante años, los médicos del actor, el Dr. Salvador Plasencia y el Dr. Mark Chavez, junto con el narcotraficante Jasveen Sangha y el asistente personal de Perry, Kenneth Iwamasa, presuntamente «se aprovecharon» del actor al suministrarle y venderle ketamina, con la finalidad de “enriquecerse”.
Durante una conferencia de prensa publicada por Variety, el fiscal federal Martin Estrada señaló que todos los involucrados sabían que lo que hacían estaba mal y que ponía en grave peligro Matthew Perry. “Al final, estos acusados estaban más interesados en sacar provecho del Sr. Perry que en cuidar de su bienestar”, dijo Estrada.
Según la investigación, durante los dos meses previos a la muerte de Matthew Perry, el grupo distribuyó aproximadamente 20 ampollas de ketamina a cambio de 55,000 dólares en efectivo. Incluso, en un mensaje de texto enviado en el 2023, Plasencia llegó a burlarse del actor, diciendo: «Me pregunto cuánto pagará este idiota.»
De igual manera, Plasencia inyectó ilegalmente ketamina a Matthew Perry y presenció cómo el actor “se quedaba paralizado y sufría un aumento de la presión arterial”, sin hacer nada para ayudarlo. En cambio, el acusado dejó más frascos de ketamina para que Iwamasa se los administrara al actor.
Estrada también reveló que Plasencia le había comentado a otro paciente en octubre de 2023, el mismo mes en que Matthew Perry falleció, que el actor «estaba perdiendo el control con su adicción», pero a pesar de ello, continuó suministrándole ketamina.
Los doctores de Matthew Perry podría enfrentar años en prisión
La DEA informó que los médicos cobraban a Matthew Perry 2,000 dólares por cada ampolla de ketamina, mientras que el Dr. Mark Chavez los adquiría por aproximadamente 12 dólares cada uno. Pero, a medida que la adicción del actor se intensificaba, comenzó a buscar otras fuentes de suministro, lo que lo llevó a comprar ketamina a traficantes callejeros, quienes finalmente le vendieron la dosis letal.
“El camino de Matthew Perry comenzó con médicos sin escrúpulos que abusaron de su confianza, viéndolo solo como una fuente de ingresos, y terminó con traficantes callejeros que le vendieron ketamina en ampollas sin marcar«.
Anne Milgram, administradora de la DEA
Los cinco acusados estaban plenamente conscientes de la ilegalidad y falta de ética de sus acciones, hasta el punto de borrar los mensajes de texto que intercambiaron tras la muerte del actor. Además, el Dr. Salvador Plasencia falsificó registros médicos y notas para intentar justificar sus acciones.
La investigación también llevó al registro de la casa de Sangha, donde se encontró un «emporio de drogas» con 80 frascos de ketamina, miles de pastillas, metanfetamina y cocaína.
Por lo que el narcotraficante ahora enfrenta una pena mínima de 10 años y una máxima de cadena perpetua, mientras que Plasencia enfrenta una sentencia máxima de 120 años en una prisión federal. «Con estos cargos extensos y graves, enviamos un mensaje claro: Si usted se dedica a vender drogas peligrosas, lo haremos responsable de las muertes que cause,» afirmó Estrada.