La historia no sólo se enfoca en la naturaleza individual de cada uno de los personajes; si no también en la colectiva. En como nuestros propios conflictos y principios morales pueden afectarnos y si realmente el fin justifica los medios.
A principio del año se estrenó por Netflix la cinta Godzilla: Planet of the Monsters. La primera parte de una trilogía centrada en el rey de los monstruos. Ahora llega la tan esperada secuela titulada Godzilla: City On The Edge Of Battle.
Si quieres saber mi opinión y sobre todo de que trata esta historia te invito a que des clic aquí
La cinta comienza justamente en donde terminó la anterior, con los humanos derrotados tras un intento fallido y desesperado por acabar definitivamente con el monstruo cuando intentaban re colonizar la tierra.
Con las fuerzas colonizadores dispersas y diezmadas, los sobrevivientes tendrán que tomar la decisión de quedarse a luchar o huir del planeta una vez más.
Las cosas se empiezan a poner interesantes…
Haruo, el protagonista y líder de la misión, es rescatado por una chica que pertenece a una tribu indígena llamada “houtua”, este descubrimiento sirve para revelar que, a pesar de todo, los humanos pueden sobrevivir en el planeta, aunque estos, aparentemente, evolucionaron para resistir las condiciones inhóspitas de la tierra.
Esta tribu, aunque primitiva, tiene conocimientos importantes relacionados a la época de los primeros años de la guerra con Godzilla, además, usan como armas fragmentos del metal con el que los bilusaludo construyeron a Mechagodzilla. Este descubrimiento podría ser la clave para revertir la situación de la guerra.
Uno de los detalles más importantes de esta secuela es que empieza a esclarecer todas esas dudas que nos generó la primera parte, aquí finalmente podemos entender las diferencias entre las ideologías de los Bilusaludos y los Exif. Las cuales en un momento serán de suma importancia.
Además, al tener menos personajes permite que se puedan enfocar en desarrollar mucho mejor a cada uno de estos, y de las relaciones que hay entre cada uno lo cual es uno de los mayores aciertos de la película, ya que finalmente podemos ver los matices en las personalidades de cada uno. Haciendo que uno pueda entender mucho mejor el comportamiento de cada uno.
La historia no sólo se enfoca en la naturaleza individual de cada uno de los personajes; si no también en la colectiva. En como nuestros propios conflictos y principios morales pueden afectarnos y si realmente el fin justifica los medios.
Son estos conflictos morales los que más aportan a la trama. Siendo los momentos más climáticos del último acto, llegando a ser más importantes que las secuencias de acción, las cuales están limitadas completamente para el final.
El mayor problema es:
La poca contundencia de le da los elementos nuevos, como son los “Houtua” quienes al principio parece que van a ser de suma importancia para la historia, pero al final son relegados a ser meramente circunstanciales. Cuando creo que su existencia dentro de aquel mundo debería ser mucho más relevante.
Otro de los elementos en los que me parece que flaquea es, como mencionaba anteriormente, en las secuencias de acción, no sólo son escasas, si no que también me parece que están menos desarrolladas que en la cinta anterior. Pero que al final cumplen con el objetivo de emocionarte como espectador.
En definitiva, esta entrega mejora considerablemente sobre su anterior, a pesar de las cosas que he mencionado. En especial porque está sentando las bases para el “gran final” de esta historia; el cual promete que será espectacular.
La tercera parte – y última- está planeada para estrenarse a finales de este año. Esperemos que el desenlace, al igual que la segunda parte, no nos decepcione.
Si ya viste Godzilla: City On The Edge of Battle cuéntanos que te pareció. ¿Qué esperas para el final?