El cine mexicano moderno ha intentado revolucionar la figura materna desde diferentes perspectivas.
¿Cómo Matar a Mamá? Explora la confrontación generacional entre madres e hijas, y recientemente, series como Valiendo Madres explora las vicisitudes de ser una madre moderna.
Pero Mamá Reinventada, protagonizada por Erika Buenfil y Nicolasa Ortiz Monasterio, rompe con este molde y ofrece una nueva visión: la idea de que todas las personas seguimos creciendo y cambiando.
En entrevista para Fuera de Foco, ambas actrices compartieron la complejidad de sus personajes, el proceso emocional que implicó darles vida y cómo la película propone un nuevo tipo de representación materna, mucho más cercana a la realidad.

Mamá Reinventada: Entre el humor y al transgresión cultural
«Esta historia me gustó mucho porque no se traiciona a sí misma nunca», explicó Nicolasa Ortiz Monasterio, quien da vida a Lua, la mejor amiga de Marina (Michelle Renaud) y que ayuda a su mamá a relajarse en la ciudad.
Al respecto, Erika Buenfil, quien interpreta a Patricia, una mujer abnegada que viaja a la CDMX con la esperanza de reconectar con su hija, nos explicó la filosofía de la cinta:
«Habla de las relaciones madre-hija, habla de reinventarse, habla de la sexualidad en una edad distinta, habla del trabajo, del arte… Pero sin dejar de ser madre, sin que eso sea una contradicción.»
A partir de este reencuentro, ambas mujeres se enfrentan a los reproches, silencios y heridas no sanadas que han marcado su relación.
Pero el rol de Nicolasa era el de ser un puente y una mediadora: ella representa el lado más relajado de la cinta, y la que ayuda a conectar a su madre e hija.
«Nosotras dos, Nicolasa y yo, nos llevamos mega bien, pero hay algo al final complicado con los hijos», comentó Erika Buenfil entre risas, señalando que la tensión entre madres e hijas es algo universal.
Buenfil nos comentó cómo fue construir especificamente la escena del reencuentro entre su personaje y el de Renaud, que es uno de los ganchos más potentes de Mamá Reinventada.
«Tuvimos que ensayar mucho esa escena de los platos porque es bien emocional, tenía que salir la verdad del conflicto… Es como si llevaras cargando una piedrota todo el tiempo, y por fin la sueltas.»
Erika Buenfil, Fuera de Foco
Mamá Reinventada opta por una comedia con tintes emotivos, donde el humor y el dolor coexisten de forma natural. No se ridiculiza el deseo de independencia de la madre, ni se sataniza el rencor de la hija. Ambos personajes tienen razones válidas, errores, contradicciones, pero también el deseo genuino de reconciliarse.

La idea de la “gerontolescencia”
«Lo que yo quería mostrar era que esta mujer, Patricia, podía ser un desastre emocional, podía haber cometido errores, pero eso no la hace una mala madre. Tampoco una santa.
Solo una mujer más, intentando hacer lo mejor que puede desde donde está”.
Erika Buenfil, Fuera de Foco
Este tratamiento también fue lo que atrajo a Erika Buenfil al proyecto. Famosa por interpretar a mujeres fuertes y entrañables en la televisión, aquí se enfrenta a un rol que le exige mostrar vulnerabilidad, dureza, pero también una ternura muy particular.
«Mi personaje no es la clásica madre dramática que llora y se sacrifica. Ella también tiene su carácter, su historia. Hay cosas que no entiende, pero lo intenta. Y eso es lo que me gustó.» comentó.
Uno de los elementos más refrescantes de la película es cómo explora la sexualidad femenina en la madurez sin convertirlo en objeto de burla.
Hay una escena particularmente divertida en la que un dildo entra en juego, pero, como señalan las actrices, está tratada con dignidad y mucha inteligencia.
«Lo del dildo no es gratuito», aclara Nicolasa entre risas.
«Tiene que ver con cómo Patricia está recuperando partes de sí misma que había dejado de lado. Pero lo hacemos desde el humor y el amor. Porque muchas veces el cine o la tele se burlan de eso, como si una mujer de 50 ya no pudiera desear, y eso es absurdo.»
Nicolasa Ortiz, Fuera de Foco
La química entre Buenfil y Ortiz es palpable tanto en pantalla como fuera de ella. Durante la entrevista, se interrumpen cómplices, se elogian mutuamente y comparten anécdotas del rodaje con una energía que refleja el corazón de la película: la posibilidad de que las relaciones complejas también puedan ser cariñosas, divertidas y profundamente humanas.
En un momento de la conversación, Erika reflexiona:
«Todas las mamás tienen miedo. Miedo de no estar haciendo lo correcto, de que sus hijos no las entiendan. Pero también tienen derecho a equivocarse, ¿no? A decir: esto no lo supe hacer, pero aquí estoy, todavía queriendo ser mejor.»
Erika Buenfil, Fuera de Foco
Esa declaración resume perfectamente el espíritu de Mamá Reinventada. Una película que no busca idealizar ni destruir a la figura materna, sino simplemente mostrarla con todos sus matices: como una mujer que cambia, que se equivoca, que ama, que falla, y que, pese a todo, sigue intentando reconectar con su hija.
