Hace poco más de tres años que el mundo entero se detuvo. Pues al hacerse oficial una pandemia de COVID-19, decenas de países cerraron sus fronteras y la crisis sanitaria atacó economías, trabajos, y sobre todo, vidas.
México no fue la excepción, pues hasta hoy, se han reportado más de 300 mil personas fallecidas a causa de la enfermedad, la mayoría de las cuales sucedieron entre 2020 y 2021. Si bien, durante el pico más grande de la pandemia se destacó el trabajo del personal médico, pronto el reconocimiento a enfermeros y médicos fue dejado de lado, especialmente al enfrentar una escasez en materiales con los qué contrarrestar la gran crisis en los hospitales.
No obstante, los equipos en hospitales continuaron trabajando, yendo incluso más allá de prestar un servicio de salud a sus pacientes para convertirse en héroes.
De esto trata justamente Cartas a Distancia, el más reciente documental del cineasta Carlos Rulfo, quien se interna en un hospital público de la Ciudad de México, donde enfermeros han puesto en marcha una nueva estrategia para comunicar pacientes con familiares durante la pandemia: a través de cartas, videos e imágenes que les permiten estar juntos a la distancia.
Descubrir la historia tras los datos duros
Al hacer un documental sobre la pandemia, la idea de muchos sería guiarse a través de las estadísticas y los datos duros que, diariamente, eran presentados en noticieros y reportajes periodísticos.
Sin embargo, para Carlos Rulfo la idea de retratar a las personas como simples números parecía restarle una gran importancia a lo que se vivía a través de la pandemia: madres perdiendo a sus hijos, hijos perdiendo a sus padres, amigos despidiendo a sus amigos.
“La estadística es importante, nos ayuda a dimensionar las cosas, pero realmente no te dice mucho” comentó el director en entrevista para Fuera de Foco. No obstante, Rulfo explicó que originalmente no pretendía hacer un documental sobre la situación de COVID-19, sino un retrato de una ciudad vacía.
“Lo que pasó fue: nos separaron, nos ponen a cada uno en nuestro espacio. En ese momento pensamos en una película sobre Ciudad de México, pero para conocerla como un lugar vacío” relató. Es por ello que pusieron en marcha la filmación de tomas aéreas de varios lugares de la ciudad, aunque originalmente iban para otra historia. No obstante, en uno de sus recorridos se toparon con una multitud fuera de un hospital, en medio de una discusión que les llamó la atención.
“Vimos que estaban pegando cartas en las vitrinas de una clínica. Cuentos con dibujos y cosas por el estilo, y la gente estaba buscando las suyas: “¡Esa es mía! ¡Esa otra también!” Nos dimos cuenta que era parte del esfuerzo de los enfermeros para comunicar a la gente con sus familias”.
Carlos Rulfo, Fuera de Foco
Usar el documental como vía de ayuda
Carlos Rulfo explicó que al buscar la historia, llegaron con la idea de utilizar la cámara y sus teléfonos para hacer una vía de comunicación directa entre pacientes y familias.
“A mí me gustaba mucho la palabra escrita, el regresar la carta. Pero acá resulta que también tenemos un medio increíble, y los celulares se volvieron una herramienta donde pasábamos grabaciones”
Carlos Rulfo, Fuera de Foco
Asimismo, el cineasta destacó que el autor original de la idea, como se muestra en el documental, es Jorge Calavera, uno de los enfermeros que estuvo al frente de la pandemia y cuya misión fue también volverse un puente de comunicación entre personas contagiadas y aquellos que los esperaban fuera del hospital.
“Mis amigos, al enterarse que estábamos en busca de una historia sobre la pandemia, me hablaron de Jorge” compartió el director, añadiendo que en aquel momento, la forma de llevar cartas de papel era relativamente sencilla: a través de hojas usadas, papel de baño, etc.”
“Grabé un video y les pedí que hiciéramos una película» comentó Rulfo, explicando que si bien, hubo un trabajo de edición y selección posterior, gran parte del material en crudo fueron varias de las grabaciones originales de las personas involucradas: «Y siento que fueron ellos quienes acabaron haciéndola, porque fue a través de los celulares de la gente y de la cámara que Jorge tenía al interior que se hizo.”
“No son personajes que podría inventar” señaló el director, añadiendo que la situación fue un momento en un microcosmos de una situación que internacionalmente causaba pánico, por lo que asegura que en otras partes donde la pandemia se vivía, quizá “habían más Calaveras, o habrán más en un futuro”.