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“Bisexuales, homosexuales y lesbianas hemos existido mucho antes que Netflix, Prime o HBO”: Nova Coronel
Nova Coronel suma su tercera colaboración de la mano del director Alex Zuno. Primero con Tengo que morir todas las noches, luego con El secreto del río y ahora con Un mundo para mí, película que tuvo su debut nacional en el FICG 2025.
Por Edgar Apanco (@elapanco)
En algún punto de la plática, comento a Nova Coronel que su presencia en pantalla es hipnótica, que así me pareció cuando la vi el tráiler de Tengo que morir todas las noches (Dir. Ernesto Contreras y Alex Zuno). Sin sorprenderse, me comenta una anécdota:
“Te voy a compartir algo que me dijo mi maestra Mariana Jiménez, una excelente actriz que también sale en esa serie. Ella me hizo reconocer una habilidad que debo aprovechar:
«Tienes una adaptabilidad elevadísima; te puedes adaptar a lo que sea”. Y ahí radica que mi inmersión en el mundo de Tengo que morir… se percibe natural en pantalla”.
Nova Coronel, Edgar Apanco
La Transformación de Nova Coronel
Para El secreto del río, segundo proyecto de la mano con Alex Zuno, la preocupación inicial era su aspecto físico, aunque el guion justifica que su personaje, Ámbar, viene de fuera del Itsmo de Tehuantepec. “Pero a veces eso no basta, pues quien interpreta no se apropia de esa vida o esas energías”, comenta, y agrega:
“Cuando llegué a Itsmo todavía traía la energía estridente de Nova…, y gracias a Ernesto [Contreras] encontré el volumen exacto. El primer día de llamado fue en una cantina, hacía un calor del infierno y era una escena fuerte, donde hay un botellazo. En la escena yo tenía que bailar. Corte. Ernesto se acerca y me dice en corto:
‘No. Te ves muy sofisticada bailando, te tienes que ver mucho más de tierra’, y lo entendí todo. A partir de ahí, Ambar estaba donde tenía que estar. Entonces, es la combinación de esa habilidad para adaptarme, seguir las indicaciones de lxs maestrxs directorxs, y estudio. Porque si no estudias y no sabes quiénes son las muxes, ni cómo viven, cómo se visten o cómo se peinan, no hay manera”.
“Las cosas no han cambiado”
Nova Coronel es una actriz trans mexicana. Si bien los proyectos mencionados fueron definitorios en su carrera, suma dos décadas de experiencia en teatro, cine (El último vagón, Seré breve al momento de morir) y televisión (Vestidas de azul, proyecto producido por Los Javis).
Este 2025, Nova forma parte del elenco de Un mundo para mí, película que inició su paso por festivales en Mar de Plata (festival categoría A) y de allí siguió a Cinequest Film & Creativity Festival (San José, California) y San Diego. Junio marcó su debut nacional en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), donde compite por el Premio Maguey, (historias de temática LGBTIQ+), y el Premio Mezcal (películas mexicanas). A propósito de este estreno platicamos con Nova.
FdF: ¿Cómo fue la creación de Alex, tu personaje, una persona intersexual?
Nova Coronel: Fue complejo. De entrada, nadie sabe que es ser intersexual, y las personas intersexuales han estado en la sociedad desde siempre, aunque antes erróneamente se les llamaba hermafroditas. Me atrevería a decir que, dentro de la comunidad LGBTIQ+, es la parte más invisibilizada. Tanto que, desde que los infantes son bebecitxs, existen procedimientos médicos para quitarles su naturaleza y encaminarlos hacia las únicas opciones aplastantes, el binarismo hombre-mujer.
La creación del personaje fue muy de la mano de Alex Zuno, quien primero me recomendó libros, y ya sobre ese conocimiento teórico fui apropiándome. Fue un trabajo disciplinado, guiado con su visión, pero dándome total libertad de dar sentido a mis palabras.
Aunque hice casting, Alex [Zuno] sabía que yo era el personaje. Más bien fue un proceso de unirme a su creencia de que yo podía ser este personaje, pues lo llegué a dudar. En ese momento acababa de iniciar mi proceso de apropiarme de mi propia feminidad, y decía, “¿Será prudente que sea Alex?” Me hacía mil preguntas.
Has dicho que cuando empezaste en esta carrera nadie te entendía, ni tú misma.
Y cuando pienso en mi historia personal, crecer viendo narrativas LGBTIQ+, no me veía en esas historias. Peor aún: me veía, pero siempre eran historias donde terminamos mal…
Terminamos enfermxs, solxs o muertxs. Desde tu perspectiva, Nova. ¿Esto ha cambiado? ¿Estamos contando narrativas suficientes y distintas de la comunidad, de la diversidad?
Suficientes es un contundente no. Las cosas han cambiado, pero lo que acabas de decir me parece brutal: todavía mucha población LGBTIQ+ sigue terminando así: enfermx, solx, muertx. Pero quiero dejar claro que eso no es una consecuencia de nuestra identidad, de ser quienes somos. Eso es una consecuencia de toda la represión que existe alrededor de nuestra existencia.
Pienso, por ejemplo, en una adolescencia que se declara transgénero a los 15 años, y quiere cursar su prepa y universidad en transición. Casi seguro será muy complicado. Hoy no existen las ficciones necesarias que nos hayan incluido en lo que se considera ‘normal’.
O si existen, son consideradas narrativas “de nicho”…
Con excepción de El secreto del río, son narrativas consumidas por las propias identidades. Y eso no es un reflejo de la realidad. Transexuales, bisexuales, intersexuales, homosexuales y lesbianas hemos existido muchísimo antes de Netflix, de Amazon Prime, de HBO. Mucho antes de televisión o el cine. Somos milenarixs.
Muchas cuestiones nos acercan como comunidad. Y hay quien tiene las herramientas, el dinero, el privilegio o la circunstancia para salir adelante. Yo estoy totalmente consciente de mi posición privilegiada, pero muchas de mis hermanas no están allí. Entonces, sí, hay un cambio en las narrativas, pero mínimo. Necesitamos uno más radical.
¿Cómo movemos la aguja hacia narrativas donde sí estamos?
Esto que estamos haciendo ahora, esta entrevista, ayuda. Esto es hacer comunidad, en lo práctico y en la acción. Es lo que tenemos que hacer. Estoy convencida que no lo debemos delegar al ejecutivo machirulo de Netflix. En nuestra propia comunidad tenemos que formar lazos, apoyarnos, crear empleos entre nosotres. Un mundo para mí es un proyecto de un director, Alex Zuno, que es parte de la comunidad que incluye a gente como yo.
En tu historia como actriz, ¿cómo ha sido interpretar a personajes que constantemente deben estar “demostrando” y ganando su lugar en el mundo?
Uno de los mensajes que doy, sobre todo a mis hermanas trans, tiene que ver con la palabra “demostrar”. Las identidades disidentes malgastamos demasiado tiempo en “demostrar”, y perdemos de vista que esa demostración o aceptación tiene que venir, primero, desde dentro. Nos han educado a odiarnos, a rechazarnos nosotrxs mismxs.
Hablando de mis personajes, es curioso: he medido cuánto tiempo, cuánta energía gasta cada cada unx en demostrar quién es. Y creo que particularmente Alex [de Un mundo para mí] es el ser humano que menos ha gastado energía en esa aprobación externa. Alex es diferente a Nova y a Ambar porque es quién es, sin pedir opinión exterior. Y se nota que ha encontrado su lugar en el mundo, el cual es ayudar y guiar a otros.
Finalmente, ¿qué películas de nuestra comunidad te han marcado? Sé que la número uno es Mi vida en rosa.
Definitivamente. Otra es El lugar sin límites, que vi hace apenas tres años. Siendo honesta, crecí viendo telenovelas; el cine lo descubrí al estudiar actuación.
De El lugar sin límites me encantó La Manuela, su pasión por la vida que se refleja en cómo baila, cómo se presenta, cómo aborda su cuerpo y su sensualidad.
Y me vi reflejada por esa historia del heterosexual que se siente atraído por este hombre en apariencia con una energía femenina.
Afortunadamente, las cosas han cambiado, y muchos más hombres heterosexuales aceptan abiertamente que les gustan las mujeres trans. Y eso, eso me parece fantástico.
