Medios Hermanos llega a salas mexicanas, y tuvimos la oportunidad de conversar con sus protagonistas: Luis Gerardo Méndez y Connor del Rio.
Desde hace unos años, hemos tenido la oportunidad de ver a Luis Gerardo Méndez en diversas producciones de Hollywood, en donde ha compartido pantalla con Adam Sandler y Jennifer Aniston en Murder Mistery, además de participar junto a Kristen Stewart en el reboot de Ángeles de Charlie.
Sin embargo Medios Hermanos simboliza su primer protagonismo en la industria estadounidense, en un filme producido por el susodicho actor, en donde interpreta a Renato Murguía, un exitoso ejecutivo en el área de la aviación con una accidentada relación con su padre, el cual migró hacia Estados Unidos por la falta de empleo en el país y nunca más regresó a México.
A unos días de su casamiento, una llamada le indica que su progenitor se encuentra en el lecho de muerte, suceso que le llevará a conocer a su medio hermano Asher (Connor del Rio), junto a quien se involucrará en una aventura con la que se reconciliará con su pasado.
Al respecto del estreno de este filme en salas mexicanas, tuvimos la oportunidad de conversar con la pareja protagonista: Luis Gerardo Méndez y Connor del Rio, sobre la importancia de hablar sobre la migración, encontrar el punto medio entre el drama / comedia, y como un roadtrip puede enseñarte algo sobre la vida.
Las consecuencias de la migración
En Medios Hermanos podemos apreciar diversas temáticas como la paternidad o la aceptación de quienes son distintos/as a nosotros/as, pero quizá la problemática que más resuena dentro de su narrativa es la referente a la migración, ya que el padre de los protagonistas: Evaristo -interpretado por José Zúñiga-, representa a una de las miles de personas que ponen en riesgo su vida para cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, todo en búsqueda de una vida mejor.
Al respecto Luis Gerardo Méndez, comenta que para todo el equipo creativo de la cinta, era importante abordar esta temática con “mucha dignidad” situando la cámara en otro lugar: “Se ha hablado mucho de la migración en el cine estadounidense, pero desde el punto de vista de la Border Patrol y la frontera, por lo que nos interesaba más hablar sobre las familias separadas y rotas por esta situación.”
En palabras del histrión, es por ello que la cinta nos presenta a un Evaristo que es ingeniero, cuenta con una amplia preparación y tiene una vida muy digna, pero: “de pronto por una crisis económica en 1994 tiene la necesidad de ir a Estados Unidos en búsqueda de una vida mejor, mediante un trabajo bien pagado. Ese es el “pecado” de los migrantes y queríamos representar eso con dignidad.”
Por otro lado, Connor del Rio piensa que este elemento en una trama con comedia es algo que te sorprende, y se siente muy honrado de participar en un proyecto narrado desde la honestidad: “especialmente porque estamos contando una historia desde una perspectiva que muchos/as estadounidenses aún no han visto.
Connor no se equivoca, la película reluce por la combinación narrativa que existe entre el drama / comedia, y Luis Gerardo confiesa que encontrar ese punto medio entre ambos géneros fue complicado:
“Se realizaron muchos tratamientos de guión, porque de pronto la comedia era más que el drama y viceversa, pero sobre todo creo que lo que nos hizo alcanzar el balance perfecto, fue: la verdad. La comedia viene de las situaciones y contrastes entre la convivencia de dos personajes distintos, y la tragedia de la escucha de estas historias terribles (en torno a la migración).”
Sin embargo su coprotagonista: Connor del Rio, piensa que las diversas tonalidades que componen la cinta son resultado de reflejar la vida: “Esa es la cotidianidad, amaneces y algo te hace reír mucho, luego en la tarde otra cosa puede hacerte llorar y más tarde quizá vuelvas a carcajearte. La vida se trata de balancear ambos lados y creo que hicimos un lindo trabajo al respecto.”
Aunque Luis Gerardo piensa que para encontrar el equilibrio perfecto fue muy importante la labor del director de Medios Hermanos: Luke Greenfield, a quien describió a manera de broma como un: “dolor en el trasero. No es cierto, es lo máximo. Quizá sea el cineasta más nerd con quien haya trabajado en mi vida, ya que es muy obsesivo, tiene toda la cinta en su cabeza y si le mueves algo le da un ataque de pánico, pero también nos escuchaba mucho y dejaba jugar.”
Es por esto último que para el protagonista de largometrajes como Tiempo Compartido o Bayoneta, era muy importante tenerlo a bordo en el proyecto, ya que su entendimiento de la comedia y lo cinematográfico, se balanceaba con la perspectiva del actor y el guionista: Eduardo Cisneros. Por lo que para el intérprete mexicano, la película “es el resultado de muchos puntos de vista, gustos y referencias.”
La magia del roadtrip
La premisa del subgénero roadtrip consiste en un/a protagonista que simula estar segura/o de su persona e ideales, sin embargo existe un trauma o problemática que durante años han evitado, y al cual se verán obligados/as a enfrentar, de manera que cicatricen las heridas del pasado permitiéndoles crecer tanto a nivel personal como social.
El largometraje cumple con estos fundamentos básicos del subgénero, y quizá esto se deba a la afición de sus protagonistas por algunos de los grandes clásicos de esta narrativa: por un lado Connor del Rio confesó su afición por el filme de John Hughes: Planes, Trains and Automobiles: “porque involucra a la ciudad de Chicago, así como nuestra película, y además se encuentra protagonizada por Steve Martin y John Candy. No hay nada mejor que eso, claro, a excepción de que estemos hablando de Connor del Rio y Luis Gerardo Mendéz.”
Mientras que el afamado histrión de Nosotros los Nobles reveló que Little Miss Sunshine es una de sus favoritas: “De hecho fue una de las principales referencias a la hora de escribir Medios Hermanos, junto a Thelma & Louise.”
Pero más allá de sus gustos, ¿los protagonistas han experimentado un roadtrip que les cambiara la vida?
Connor del Rio menciona que desconoce si su experiencia cumple con los requisitos, sin embargo puntualiza que considera a los roadtrips como una experiencia terapéutica para el alma, y el momento que más recuerda reside en el viaje que realizó junto a su perro Husky de Los Ángeles a Chicago: “Estaba manejando a la 1 de la mañana y todo era oscuridad, pero de pronto diversas luces comenzaron a iluminar el cielo, había dos cañones lanzando fuegos artificiales a mi costado, y fue un momento bellísimo.”
Por otro lado Luis Gerardo Méndez expone que ha participado en roadtrips muy divertidos, pero el que más le ha marcado fue uno donde iba leyendo por diversas ciudades de la República Mexicana, en un programa llamado: Leo, luego existo, realizado por la Secretaría de Cultura:
“Esa gira me permitió entender todos los diversos Méxicos que existen en el país, sus culturas y contextos. Fue un viaje interesante, sobre todo porque solemos tener la idea de conocer y viajar más a otros países, pero a veces se nos olvida que dentro del nuestro hay cosas fascinantes que no nos damos la chance de explorar.”