Los sueños que compartimos: Un documental sobre luchas territoriales

Platicamos con la directora de Los sueños que compartimos, una historia sobre un viaje transatlántico de comunidades mayas zapatistas.

Valentina Leduc presenta en el Festival de Cine de Morelia, Los sueños que compartimos, un documental que nos transporta a un mundo utópico en el año 2050, en donde se hace una mirada retrospectiva a distintos acontecimientos, partiendo del viaje transatlántico de comunidades mayas zapatistas.

Esta historia se entrelaza con tres relatos que se desarrollan en los bosques de Froxán, Galicia (España), Lützerath (Alemania) y en el municipio de Juan C. Bonilla, Puebla (México), todos conectados por el espíritu inspirador de ese viaje.

Pero, ¿por qué este documental resulta tan trascendental en el contexto actual? A continuación, te contamos todo lo que nos compartió su directora.

FICM
Imagen: FICM

Valentina Leduc y el viaje que la llevó a dirigir su primer documental

Los sueños que compartimos es un proyecto que nació a partir de la propuesta de documentar un viaje de zapatistas a Europa y cuya directora, Valentina Leduc, decidió llevar a cabo por lo esperanzador, novedoso e intrépido que le parecía.

“La idea de que los zapatistas, muchos de los cuales nunca habían salido de sus comunidades, emprendieran este viaje para dialogar con otros colectivos en Europa que también luchan por proteger la naturaleza y construir un mundo más justo, me pareció profundamente inspiradora. Lo que proponen los zapatistas es eso, compartir ideas, vincularse, y preguntarse cómo podemos, unidos, hacer frente a la crisis global.”

Valentina Leduc

La directora compartió que una de las motivaciones detrás del documental fue su preocupación por la pérdida de respeto, no solo hacia la naturaleza, sino también hacia la vida humana y las culturas.

“Sentí una necesidad muy fuerte de aportar lo que sé y lo que puedo al servicio de este camino. Me sentí parte de esa lucha, sentí que quería pertenecer a esto, sumarme, y hacer esta película. Así fue como me animé a realizar mi ópera prima. Ya tenía experiencia como editora, pero este es el primer documental largo que dirijo.”

Valentina Leduc

Durante el proceso, Leduc se dio cuenta de que los problemas que enfrentan muchas comunidades en México también se repiten en otras partes del mundo. “Este proyecto me ayudó muchísimo a entender cómo funciona el sistema. Por ejemplo, en Alemania vi cómo llegaban a despojar a las personas de sus pueblos… exactamente igual que en México. Me sorprendió ver que hay estrategias que operan de forma muy parecida en todos lados.”

Los sueños que compartimos
Imagen: FICM

El respeto como punto de partida para filmar la resistencia

Valentina compartió que, a nivel emocional, este proyecto fue un proceso muy significativo, ya que a lo largo del rodaje, tuvo que aprender a discernir cuándo era oportuno o no estar con la cámara, y a comprender el funcionamiento particular de cada territorio.

“Todo parte de lo mismo: la voracidad del sistema, ya sea por acumulación o por el deseo de control heredado de la colonización. Esa es la raíz que conecta todas las historias. Pero también hay otra raíz, muy hermosa, que une a estas comunidade más allá de sus diferencias de idioma, de cultura o de formas de organización, todas comparten una intención común: la defensa de la vida, de los bosques, del territorio, de las culturas.”

Valentina Leduc

Valentina explicó que una de sus motivaciones también fue romper con los estigmas que la sociedad impone a estos movimientos. “A menudo se les etiqueta como ‘hippies’, ‘revoltosos’ o cualquier otro adjetivo despectivo. Pero cuando te acercas, te das cuenta de que esas personas consideradas inadaptadas o extremistas, en realidad están defendiendo la vida con mucha conciencia.”

Al final, la directora compartió que la confianza con las comunidades no se dio por casualidad sino que fue algo que se construyó desde el respeto. “Si nos decían ‘esto no se puede filmar’, no lo filmábamos. Respetábamos sus ritmos, sus tiempos, sus procesos. Algo que para mí era muy importante es que nuestra forma de actuar fuera coherente con nuestro discurso no íbamos a imponer una visión, ni a hacer activismo desde afuera. Iba a conocer, a escuchar y a retratar desde el respeto.”

Los sueños que compartimos
Imagen: FICM