Libre de Reír es una nueva serie documental dirigida por Maite Alberdi, la primera directora chilena en ser nominada a los Premios Oscar por su película El Agente Topo, que sigue a la comediante mexicana Sofia Niño de Rivera mientras imparte talleres de stand up comedy en una cárcel penitenciaria en la Ciudad de México.
En el taller son desafiados a convertir sus historias personales en una rutina de stand up tocando todas las bases de cómo crear una rutina de comedia y pasando por diversos ejemplos de parte de un par de invitados de Sofía.
En Fuera de Foto tuvimos la oportunidad de platicar con Maite Alberdi y Sofia Niño de Rivera, quienes se sinceraron sobre cómo este proyecto les cambió la vida por completo.
Libre de Reír expone la importancia de un taller de stand up
De la mano de Sofía Niño de Rivera, en Libre de Reír conoceremos las historias de personas privadas de su libertad en una cárcel de la Ciudad de México, mientras se preparan para realizar sus rutinas de stand up ante una audiencia en vivo. Para Sofía, este interesante taller tiene como objetivo darles las herramientas necesarias a dichas personas para demostrarles, que puede liderar con sus conflictos personales a través de la comedia.
“El stand up y la comedia es una manera muy amable para hablar de temas difíciles. Creo que el mexicano siempre tiende a recurrir a la comedia cuando hay tragedias y, en el sistema penitenciario, las personas privadas de la libertad no son la excepción”.
Sofía Niño de Rivera
A nivel personal, Libre de Reír, le ha cambiado la vida a Niño de Rivera al darse cuenta que puede hablar de temas difíciles o observaciones de la vida, a través del stand up. “Es como un filtro que la comedia ayuda a digerir, lo mismo quería que ellos aprendieran”. Asimismo, la comediante volvió a enamorarse de su profesión luego de transmitir sus conocimientos a otras personas. “Yo ya llevo ciertos años de carrera y, entonces, no reviso mis notas. Regresé a las bases y siempre regresar es muy importante”.
Sin embargo, uno de los aprendizajes más importantes para Niño de Rivera en Libre de Reír, fue darse cuenta del enorme privilegio que tiene por nacer en una familia que le brindó la seguridad y las herramientas para no equivocarse en el camino. “Yo empecé siendo una persona y acabé siendo otra”, añadió. “Me hizo valorar toda mi libertad, tener una cama, tener agua caliente, tener familia, la suerte que tenemos algunos de nacer en un contexto que no tuvimos que vivir cosas horribles que nos hacen llegar a hacer cosas horribles”.
Libre de reír muestra la otra cara de la moneda
Si bien los centros penitenciarios están diseñados para privar de la libertad a personas que cometieron algún delito, para Sofía Niño de Rivera es importante verlos como un centro de reinserción social, en donde las personas deben cumplir una sentencia, pero que al final, el objetivo es regresarlos a la sociedad con mejores herramientas.
“Para regresar deben hacer un proceso de sanación y aprendizaje, pero si nos les llevamos esa estrategias para regresar mejor, ¿Cómo van a tener esperanza de salir a hacer otra cosa que no sea delinquir?”.
Sofía Niño de Rivera
Por ello, estas actividades como las que plantea Libre de Reír, ayudan a que los presos se den cuenta que existen otras maneras de adaptarse nuevamente a la sociedad. “Las personas van a saber que tienen la capacidad de aprender algo nuevo y que pueden subirse a un escenario y mostrarse vulnerable”. Por su parte, Maite Alberdi, agregó que la serie puede romper ciertos estereotipos que se han creado alrededor de estas personas al contralor a través de la comedia y no el drama.
“Estamos acostumbrados a que otro género cinematográfico narren la cárcel, siempre desde el drama, entonces ese drama conlleva un estigma y, en este caso, el trabajarlo desde la comedia automáticamente te está invitando a otra aproximación que va desde la empatía y el entendimiento”.
Maite Alberdi,
Para Maite Alberdi, ayudar a estas personas a través de la comedia en Libre de Reír, también ayuda a hacerles saber que la comunicación es importante para tomar conciencia de sus acciones. “Cuando los conoces y le pones cara entiendes muchos contextos sociales y entiendes un país”.