Last Night in Soho es la primera película de terror de Edgar Wright. ¡Y nos explicó como logró que el horror de su película fuera muy realista!
Last Night in Soho es la más reciente película de Edgar Wright y una de las cintas más esperadas del año. Ya que la presencia de grandes artistas como Anya Taylor-Joy, Thomasin McKenzie y Matt Smith y la misteriosa trama, que sólo nos avecinaba que era la primera película de terror en la que se aventuraba el director, creó muchísima expectativa alrededor de su historia.
La cinta sigue a Eloise (Thomasin McKenzie), una aspirante a diseñadora de modas con un sexto sentido que por azares del destino es trasladada a la escena artística de 1966 como la cantante de un club nocturno muy popular llamada Sandie (Anya Taylor-Joy). Y a la mala descubrirá que el pasado no siempre es mejor.
Aunque la película es considerada terror psicológico y es una historia surreal y fantasiosa, en realidad su inspiración viene de preocupaciones muy reales. Y el director Edgar Wright, junto con la guionista Krysty Wilson-Cairns nos explicaron qué querían lograr con el terror en Last Night in Soho.
¿Qué es lo verdaderamente aterrador de Last Night in Soho?
Para Edgar Wright, lo aterrador de la película es ver lo real que se siente aún en 2021:
“Creo que. como hemos descubierto en los últimos años, lo triste es que las cosas no han cambiado tanto como deberían. De eso trata la película, sobre los peligros de romantizar el pasado.
Porque creo que cuando la gente usa la frase de “los buenos tiempos de antes” hablan de una década mágica pasada donde todo era genial. Pero no, todo lo malo que ocurre ahora ocurría en ese entonces. reo que la película, de alguna forma, es un duro recordatorio de eso”.
La película está sumamente centrada en la realidad, cosa que la guionista Wilson-Cairns considera es la fórmula para hacer grandes películas de terror.
“Una buena película de terror debería siempre hacerte sentir que eso podría pasarte a ti. Eso es lo que las hace increíblemente aterradoras”.
Krysty está de acuerdo con Wright sobre los peligros de romantizar el pasado y cómo las cosas no han cambiado en la industria, particularmente para las mujeres: “la idea de que todo el mundo romantiza el pasado y cómo muchos de los problemas que las mujeres enfrentaban en los 60 todavía deben enfrentarlos, eso es muy aterrador para mi. Creo que esta es la película más realista de horror en la que he trabajado”.
Por eso, el director también de grandes películas como Shaun of the Dead y Baby Driver, nos comentó que siempre buscó hacer una historia más seria y oscura con la que tuvo que prepararse mentalmente durante varios años para hacerla. Aunque el verdadero reto estuvo en hacer la investigación:
“Hubo muchas cosas sobre este tema que me hacían sentir que tenía que hacer algo al respecto. Por eso fue genial hacer un trabajo colaborativo con Krysty, quien también tiene experiencia en la época y una visión clara de las problemáticas a tratar”.