Platicamos con la directora Teodora Mihai y Arcelia Ramírez sobre La Civil, una cinta que busca retratar todos los matices y factores de la violencia
Hace 4 días, el Gobierno de México confirmó que en el país hay más de 100mil personas desaparecidas, y otras cifras indican que hay 2.6 feminicidios al día. Desafortunadamente, el azote de la violencia en el país no se detiene debido a la presencia de los grupos criminales y la ineficiente estrategia que el país ha seguido desde 2008 para combatirlos.
Pero mientras la violencia aumenta, nuevas voces buscan cada vez más nuevas formas de crear conciencia, de obligarnos a ver la problemática desde otras perspectivas, de que entendamos cómo viven las personas más cercanas a esta violencia y las consecuencias que tienen no sólo para la seguridad, sino también para la economía y el desarrollo general del país.
El cine siempre ha sido una herramienta genial para transmitir mensajes y crear empatía, y un gran ejemplo de esto es La Civil, cinta inspirada en la historia de Miriam Rodríguez, mujer que poco a poco encontró a los secuestradores de su hija y que fue asesinada en 2017. En Fuera de Foco, tuvimos el honor de platicar con la directora Teodora Mihai y la protagonista Arcelia Ramírez sobre esta película y el poder del cine.
Las Inspiraciones Detrás de La Civil
Arcelia Ramírez, quien recibió una ovación de pie cuando la película se proyectó en El Festival de Cannes del año pasado, nos dijo que, aunque la película está inspirada en una mujer real, realmente no es su historia, ya que lo que buscaban era poder retratar las experiencias que han compartido millones de mujeres que deciden hacerle frente a la violencia que atraviesa el país:
“La Civil está inspirada en una mujer real pero no es la historia de ella. O sea, no está basada en su historia, pero la decisión de hacerla una ficción para que no hablara de una sola mujer, sino que el personaje representara el testimonio de muchas mujeres con las que Teodora habló”.
En esta cinta, Ramírez interpreta a Cielo, una mujer que, después de que secuestran a su hija, poco a poco se va infiltrando en los mundos bajos del crimen organizado para saber qué pasó con ella. Uno de los aspectos más interesantes del filme es la normalidad con la que se representan los crímenes, los cuales se llevan a cabo a plena luz del día, en una tienda de abarrotes, o en un restaurante.
De acuerdo con Mihai, la historia la hizo muy de cerca con su coguionista: Habacuc Antonio De Rosario, con quien no sólo trabajó en un duro proceso de investigación, sino que le ayudó también a decidir el tono de la cinta:
“Fue un arduo trabajo de investigación, porque queríamos entender un poquito también el asunto geopolítico, más allá del asunto social, queríamos mostrar que es algo multifactorial. Así que intentamos ser sutiles y también añadir un poquito de humor. Porque eran elementos que enriquecen la historia al final del día”.
La Violencia Nos Cambia
Así, tenemos una cinta que nos explica cómo los grupos criminales influyen en el tipo de bienes que escasea o abunda en un lugar, y en el personaje de Gustavo, exesposo de Cielo, vemos cómo el género influye en la perspectiva que se tiene sobre la violencia, y que la realidad es suficiente para resquebrajar las normas de género al punto en que quedan completamente inservibles. Y al respecto, Arcelia nos contó que ese fue uno de los puntos más fascinantes de su personaje:
“Lo que me pareció fascinante es que Cielo y Gustavo tienen una trayectoria. La historia no es sólo narrar la búsqueda de una mujer, o que toma justicia por propia mano. Es una evolución de un personaje que se sacude a sí misma la sumisión, la fidelidad al marido, al macho.
Eso lo tiene que abandonar para encontrar su propia fuerza, su inteligencia. Pero en el viacrucis, también nos narra la historia de una mujer desamparada por el sistema de justicia, no hay nada que la proteja y la defienda y eso también incluye muchos riesgos”.
Para Arcelia, esta película “no es un retrato de buenos y malos”, ya que a lo largo de la historia, su personaje se va inmiscuyendo cada vez más en el bajo mundo de la criminalidad, en parte ayudada por un militar que llega al pueblo y con quien llega a un acuerdo para poder estar presente en los retenes, y al final, ella agarra una especie de “callo” que incluso le facilita ejercer violencia. La Civil no teme retratar la brutalidad de los dos bandos en la guerra contra el narco, y es fascinante ver cómo logran que todo sea visto desde la perspectiva de Cielo.
Una Película sobre la Naturaleza Humana
Al respecto, Arcelia asegura que la cinta hace un comentario sobre las complejidades de la condición humana: “Cuando la violencia lo toca a uno prácticamente lo involucra y se hace un círculo viciosos de violencia. La película nos muestra escenas desde la perspectiva de Cleo como víctima, como en la funeraria, y luego regresa a mostrar esa misma funeraria pero ya está del otro lado, se va para atrás. La violencia que la hizo víctima es la misma que está propagando. Es muy impactante y habla de la condición humana en un sentido existencial”.
Si bien La Civil es una intensa historia que retrata con dolor la violencia, es curioso ver que mucho del crimen organizado se da en el día a día e involucra a personas comunes y corrientes, mientras exacerba el silencio que predomina entre la ciudadanía y que fomenta la impunidad. Teodora Mihai nos contó al respecto que ella buscaba “hacer una película irónica”, ya que en su investigación, la cual también estuvo inspirada en el libro “Sin Trincheras” Habacuc Antonio De Rosario, que precisamente narra la historia del narcotráfico en el norte de México desde la perspectiva de la gente común:
“Es una historia muy irónica, porque retrata cómo la ciudadanía está constantemente negociando con el peligro, con la violencia, y sin embargo no dice nada, todo es silencio. Es irónico que lo veamos como algo normal porque no debería volverse normal, no debería ser algo tan cotidiano”.
El Poder del Cine
En la cinta, el personaje de Gustavo sirve para contrastar exactamente cuáles son las expectativas que tenemos de los criminales (como hombres rudos, intimidantes que acechan en la noche), imágenes que también son promovidas por diferentes series y películas, ya que la distancia que hay entre una ficción y su espectador pueden hacer que una historia de narcos sea una exitosa cinta de acción.
Sobre esto, Arcelia comentó que está segura de que “el cine y el arte es una maravillosa herramienta para construirnos como personas, porque permite encarnar historias y contenidos”. Por lo que ver contenidos como este pueden “hacer que tomemos consciencia”.
Para ella, lo importante es que “veamos que hay otra manera de ver las cosas”, ya que eso nos obliga a entrar en una especie de “movimiento interno”, aunque dependa de la circunstancia. “Hay quiénes podrán hacer mucho, hay quienes con pequeños gestos pueden hacer un cambio a nivel personal”, pero al final, esos gestos repercuten y pueden “convertirse en un círculo virtuoso”.
Y es precisamente por eso que ella espera que la película pueda llegar a mucha gente: “Hay gente que podrá incidir de manera más directa, no lo sabemos. No sabemos cuántas personas verán la película, esperemos que llegue a mucha gente. Porque es una herida profunda, una herida sangrante”.
La Civil es una historia que busca mostrar los casos más emblemáticos de México para hacer una historia universal de búsqueda, de violencia, de impunidad y de silencio. Pero en el camino, hace un análisis sobre las relaciones de género, cómo la violencia cambia nuestra identidad y hasta dónde se puede llegar para buscar justicia. Y su mayor valor, es que busca que cada quien pueda encontrar una forma de alzar la voz desde su perspectiva.