Conversamos con Joshua Okamoto sobre Sexo, Pudor y Lágrimas 2.
Dirigida por Antonio Serrano, Sexo, Pudor y Lágrimas se estrenó en 1999 y tuvo un gran recibimiento de parte del público mexicano, a tal grado que se presentó en cartelera durante 27 semanas seguidas, esto debido a que además de retratar a la sociedad mexicana de los noventas, abordó temas tabú nunca antes vistos en la cinematografía nacional.
Tras más de 20 años del lanzamiento del primer filme, Sexo, Pudor y Lágrimas 2 llega este febrero con una nueva generación de actores que se incorporan a una nueva trama, lo que muestra una nueva mirada generacional que podemos ver mediante HBO Max.
Al elenco de este nuevo largometraje dirigido por Alonso Iñiguez se une Joshua Okamoto, , quién le da vida a «El Fichas»: un dueño de un bar donde junto al Güero (Nacho Hahhan) atiende a los/as protagonistas de filme, y con el cual Fuera de Foco tuvo la oportunidad de platicar.
La importancia de la película
Joshua Okamoto es originario de Guadalajara, Jalisco, ciudad donde se involucró en el arte escénico, arte que posteriormente lo llevaría a mudarse a la Ciudad de México para estudiar la carrera de Actuación y Artes Escénicas en CasAzul de Argos.
Su primer acercamiento a la franquicia de la que ahora forma parte fue a los 15 años, pero su perspectiva sobre el filme en cuestión cambió cuando audicionó para Sexo, Pudor y Lágrimas 2, sobre la cual reflexionó:
«Parte del éxito de la primera cinta es el maravilloso elenco con el que cuenta, la historia se estrena en un contexto noventero, y muchos temas hasta el momento no se habían tocado en la pantalla grande, es ahí cuando marca un antes y después para la cinematografía mexicana, y lo que sucede ahora con la nueva entrega es que toma ese discurso, y lo hace vigente a la hora de relacionarnos en una manera sexo afectiva».
A excepción de Tomás (Demián Bichir), todos los protagonistas de la primera entrega se incorporan a la segunda película, y esto le permite a la narrativa dialogar sobre cuanto puede evolucionar el ser humano a lo largo de 20 años, tal y como reflexiona Joshua Okamoto:
«Es interesante ver a los personajes 20 años después, aunque evidentemente Tomás no se encuentra porque está muerto su figura es un gran detonador de la acción para esta segunda parte, todo gira entorno a él, por eso diría que Tomás es uno de los personajes que más gustan».
Espacios para una mayor diversidad
Joshua Okamoto nos contó que su mayor desafío para dar vida a ‘El Fichas’ fue: «encontrar una energía que fuera, elocuente, divertida, ágil, ligera, y que no rayara en la caricatura, llegar a ese lugar desde lo verosímil», y al respecto del elenco nuevo que se suma a la historia comentó que el mismo le permite al relato «abrir nuevas narrativas que cuestionen la problemática de la historia principal».
Parte de estas nuevas perspectivas que muestra el filme es la presencia de Sam: una mujer transexual que es amiga de ‘El Fichas‘, en ese sentido Joshua Okamoto reflexionó sobre la importancia de comenzar a incorporar mayor diversidad de personajes al cine mexicano:
«Cómo diría mi amiga Valeria Becerril: ‘Lo qué se muestra en pantalla forma cultura’, en ese sentido, que los/as espectadores/as puedan ver representados más personajes hace que nuestro diálogo como personas pueda ser diferente, no sólo de la comunidad transexual sino de todo espectro humano».
¿Hemos avanzado?
En la primera cinta de los 90’s ya se podían apreciar las relaciones sexo afectivas y disfuncionales en México, pero a más de 20 de años ¿esto sigue siendo un tabú? Joshua Okamoto piensa que hemos avanzado:
«Creo que si hemos avanzado, sin embargo nos siguen persiguiendo las mismas preguntas respecto al amor, nuestra generación esta construyendo su propio discurso, nos hemos dado cuenta que muchas veces una estructura de relación tradicional no funciona, y estamos en búsqueda de otras formas de relacionarnos».
Más allá de esta producción podemos encontrar a Joshua Okamoto en la tercer temporada de Control Z, y propiamente también se incorpora al teatro gracias a la obra: El niño que se comió la servilleta del sandwich, la cual podremos encontrar en El Centro Cultural del Bosque de junio a julio del 2022.