La próxima serie de Netflix, Griselda está inspirada en la vida de la astuta y ambiciosa Griselda Blanco, mejor conocida como La Viuda Negra, quien fue una poderosa narcotraficante colombiana de los años setenta y ochenta que será encarnada por la actriz Sofía Vergara, dando así un giro a su carrera en la que se le ha conocido por protagonizar la serie de comedia Modern Family.
El programa promete ser más que interesante, ya que el showrunner, Eric Newman, conocido por Narcos, y el director colombiano Andrés Baiz, tiene como eje central compartir la vida de Griselda debido a que en la televisión y el cine solemos escuchar las historias de grandes capos de la mafia masculinos, pero esta vez, los reflectores se centrarán en una mujer.
En Fuera de Foco tuvimos la oportunidad de platicar en exclusiva con Baiz, quien nos reveló las razones que lo llevaron a dirigir la historia de un personaje tan controversial en Latinoamérica y el mundo.
¿Griselda es una antihéroina?
Griselda Blanco es conocida por ser la narcotraficante colombiana que inició a Pablo Escobar en el negocio del narcotráfico, puesto que fue ella la primera en introducirlo en el mundo de la cocaína. Se dice Griselda comenzó a tener éxito en el negocio debido a la letal brutalidad de sus decisiones y su habilidad para encantar a los demás, que la ayudaron a transitar hábilmente entre su negocio y la vida familiar.
La colombiana llegó a Miami siendo madre soltera de tres hijos a finales de los años setenta y comienzo de los ochenta con el objetivo de convertirse en una poderosa vendedora de cocaína. Sin embargo, como era de esperarse, se enfrentó a diferentes obstáculos en su camino, siendo el principal el sexismo, pues ningún narcotraficante podría pensar que una mujer liderará un cartel.
“Griselda está buscando respeto, amor y dejar una huella en el mundo, le tocaba trabajar diez veces más fuerte que todo mundo a su alrededor y la traicionan, la subestiman y eso hace que sea diferente a lo que ya hemos visto antes”.
Andrés Baiz
Aunque cada vez son más comunes las historias sobre narcotraficantes o asesinos, lo interesante es ver de qué manera el director decide contar su historia sin llegar a glorificarlos. Por su parte, Baiz nos platicó que era primordial en la serie humanizar a Griselda y presentarla como una antihéroe “porque todos somos seres complejos y tenemos contradicciones” y le parecía mucho más interesante hacer al espectador “pensar un poco más en ellos mismos”.
Por lo tanto, las acciones de Griselda pueden llegar a incomodar o rechazar a ciertas personas, ya que “es una historia centrada en personaje, y eso es lo que es fascinante”, añadió el director. “Para mi todo el arte tiene algo de transgresor, nos vamos a asustar de ella pero también a amarla y a preguntar por qué hace lo que hace”.
Lo interesante de ver las dos caras de la moneda
Uno de los puntos fuertes de Griselda es que no solo muestra el poder del narcotráfico y toda la organización que existe detrás, sino que también señala a las autoridades, debido a que al final juegan un papel muy importante en su desarrollo. En particular, la serie expone el caso de Juno Hawkins (Juliana Aiden) quien es una detective que sospechaba de Griselda desde sus primeros delitos pero sus compañeros masculinos nunca tomaron en serio sus investigaciones por ser mujer.
Para el director, era fundamental mostrar estas dos historias, ya que al final, son dos mujeres intentando entrar a un mundo de hombres. “No la toman en serio, no la respetan y le hacen comentarios sexistas, entonces vemos dos mujeres que no quieren decir que son víctimas”, agregó. “Hay un empoderamiento en ellas y tienen que trabajar diez veces más que las demás, pero obviamente una está del lado correcto éticamente y la otra no”.
Por tal motivo, para Baiz era muy importante entender un poco de ambos mundos y lo similar que pueden llegar a ser esos escenarios llenos de comportamientos tóxicos hacia las mujeres. “Era importante mostrar esa resiliencia y empoderamiento”, un trabajo que por supuesto no hubiera sido posible sin la gran interpretación de Sofia Vergara. “Con ella hay que ser muy honestos, es cero diva, es una persona que escucha y que quiere colaborar y tiene ese deseo de trabajar y demostrar que ella podía hacer un rol dramático”.
