En este artículo: Platicamos con Melissa Benoist y Natasha Behnam, quienes dan vida a Sadie McCarthy y Lola respectivamente, en la serie The Girls on the Bus, la nueva apuesta de drama político de MAX que se centra en el caos detrás de escena de las elecciones en Estados Unidos y de manera más específica, en los periodistas que persiguen la verdad a toda costa en tiempos de campaña.
Melissa Benoist encabeza The Girls on the Bus, la nueva serie de MAX que sigue la historia de cuatro periodistas en medio de las campañas por la presidencia en Estados Unidos. Inspirado en el libro Chasing Hillary de Amy Chozick, The Girls on the Bus pone a sus personajes en medio de la vorágine de la política desde la trinchera de la prensa, cuya misión aunque vital, constantemente pasa desapercibida.
En Fuera de Foco tuvimos la oportunidad de conversar con Melissa Benoist y Natasha Behnam, quienes nos cuentan más sobre la compleja tarea de reportar el caos del ámbito político, y qué tanto peso tiene la subjetividad a la hora de narrar la verdad.
¡Aquí todo lo que nos contaron!
The Girls on the Bus: ¿Una postura pesa más que la verdad a secas?
The Girls on the Bus abre la puerta al mundo del periodismo, y de manera más específica, al caos detrás de la comunicación política que caracteriza a Estados Unidos en tiempos de elecciones presidenciales. Y es que, inspirada en la novela Chasing Hillary, la serie pone sobre la mesa una gran e indiscutible verdad: a veces el carisma de sus candidatos no depende necesariamente de la persona, sino de la pluma que narra su historia.
Es entonces que conocemos a cuatro mujeres que desde su trinchera y a pesar de sus marcadas diferencias persiguen el mismo objetivo: obtener la verdad a como dé lugar y canalizarla a su manera hacia el público, sin importar qué se tenga que sacrificar para lograrlo.
El reflector cae principalmente sobre Sadie McCarthy (Melissa Benoist), una joven periodista quien tras recibir una segunda oportunidad para reportar el camino hacia las elecciones, aún se decide entre plasmar los hechos puntualmente e imprimir sus propias visiones en cada historia, lo cual no siempre resulta a su favor.
“Sadie está realmente conflictuada sobre si ser subjetiva u objetiva en su trabajo” compartió Melissa Benoist para Fuera de Foco, asegurando que la clave del personaje y de la historia en general está en “entender que la autenticidad importa mucho más, porque la autenticidad se acerca más a la verdad.”
No obstante, aunque pareciera ser definitivo, la actriz destacó que la serie no pretende poner la objetividad sobre la subjetividad o viceversa, pues aseguró que es un tema complejo y al que no es tan fácil hallar solución.
“Creo que no hay una respuesta definitiva sobre cuál importa más: La objetividad es sumamente importante al momento de permitir a la gente llegar a sus propias ideas y opiniones sobre un problema.
Pero a veces, los problemas están definidos de una forma tan específica, que es necesario que tengas una opinión al respecto. Es importante que tengas una postura, y Sadie aterriza sobre esa idea.”
Melissa Benoist.
Asimismo, la actriz destacó que es “casi imposible” dejar de lado el punto de vista de cada persona sobre un tema, pues considera que es “necesario traer tu propia experiencia, y tener siempre muchísima empatía.”
¿Se puede ser honesto en redes sociales?
Uno de los aspectos más interesantes de The Girls on the Bus, es que el drama político no se limita a las visiones más tradicionales del periodismo, sino que aterriza sobre el internet y las redes como una herramienta de información para las masas, y las cuáles actualmente llegan a tener un peso mayor que una publicación periodística.
De ahí parte el personaje de Natasha Behnam, una creadora de contenido llamada Lola, quien si bien está tan determinada en perseguir la verdad como sus colegas, también tiene que sostener sus propio medio a como dé lugar.
Por ello, Behnam nos contó más sobre el equilibrio que su personaje tiene qué lograr, entre la responsabilidad de ser la voz de una generación versus la necesidad de generar ganancias.
“Lola tiene que usar promociones y patrocinios que le ayudan a ganar dinero y abrirse paso, hasta cierto punto piensa “este es mi trabajo”” señaló la actriz, añadiendo que el personaje no intenta usar para mal su plataforma, llega un punto en el que deja de sentir que su voz es honesta al 100%.
“Algunos patrocinios que quizá llegan a un punto ridículo, u otras campañas que no le interesan; y por ello comienza a alejarse de ello para pensar “¿cómo puedo hacer esto de otra manera? Porque no lo siento sincero”
Natasha Behnam.
Por otro lado, Behnam hizo hincapié en la necesidad de que la búsqueda de dicho balance no se limite a un personaje en una serie de ficción, sino que es algo que se traduce a la vida de cientos de celebridades que utilizan sus redes para empujar patrocinios en los que no siempre creen: “Es un gran punto de aprendizaje, pero no sólo para Lola” señaló, “muchos de nosotros necesitamos alcanzar ese balance también”.
¿The Girls on the Bus pone bajo el reflector a una industria complicada?
Parte esencial de The Girls on the Bus, además de la dinámica de sus estrellas, está en el caos que rige la vida de sus protagonistas. El libro de memorias en el que se inspira, retrata a detalle la forma en que periodistas políticos hacen de vida sus propias prioridades y metas personales para entregarse de lleno al trabajo.
Es por ello que tanto Benoist como Behnam se pronunciaron especialmente sorprendidas de la labor periodística en la política estadounidense. “Tengo un nuevo respeto por lo que hacen estas personas, especialmente los reporteros que son tan apasionados sobre hallar y contar la verdad.” señaló Benoist.
“Mi percepción completa cambió: descubrí que es difícil, que toma muchísimo trabajo, tiempo y en ocasiones puede ser un trabajo monótono. Pero tienes que ser el mejor y el primero en todo, y a la vez ser capaz de decir la verdad.”
Melissa Benoist.
“Creo que vivimos en un mundo donde, si no eres periodista, no tienes la menor idea de lo que representa dicha labor” señaló Behnam, añadiendo que especialmente durante campañas políticas, es a veces la voz de sus periodistas las que determinan los resultados, cuya misión empieza y termina dentro de “una dinámica y una industria que muchos otros no tienen idea que existe.”