¿Vivimos en un mundo post-superhéroes? Los protagonistas de Gen V reflexionan sobre la inocencia, la bondad y la autovalidación de los jóvenes superhéroes en un universo marcado por el cinismo de The Boys.
Evolución de personajes en la temporada 2: Emma, Jordan y Marie enfrentan pruebas que redefinen su identidad, su heroísmo y su capacidad de aprendizaje, mostrando que la verdadera fuerza radica en la humanidad y los errores.
Superhéroes como espejo humano: Lizze Broadway, Derek Luh, Jaz Sinclair y London Thor destacan que, pese a las fallas y el caos, los personajes conservan esperanza y valores, demostrando que el heroísmo sigue vivo en un mundo imperfecto.
Cuando The Boys llegó a Prime Video en 2019, rompió con todas las expectativas del género: ya no se trataba de superhéroes altruistas que salvaban al mundo, sino de celebridades corruptas que representaban lo peor de nuestra sociedad.
Para muchos, el show abrió la pregunta de si vivimos en una era post-superhéroes, un mundo donde la idea de justicia había sido reemplazada por cinismo, poder corporativo y manipulación mediática que la serie representa con maestría.
Pero entonces apareció Gen V, su spin-off juvenil, que con frescura y crudeza introduce un nuevo debate: ¿es posible rescatar la inocencia en medio del caos? ¿Podemos seguir creyendo en superhéroes que representen algo más que violencia y corrupción?
Fuera de Foco pudo platicar con sus protagonistas: Lizze Broadway, Derek Luh, Jaz Sinclair y London Thor, quienes nos hablaron de la bondad, la identidad, la autovalidación y la vulnerabilidad como los verdaderos ejes de esta historia. Y quizá, en el proceso, nos devuelvan un poco la esperanza en que los superhéroes todavía pueden ser inspiradores.

¿Por qué confiar en los héroes adolescentes de Gen V?
Si la primera entrega sirvió para plantar las semillas de la desconfianza (el mundo como maquinaria), la segunda temporada promete cosechar conflicto y transformación.
Emma deja de ser quien pide afecto para convertirse en brújula moral; Jordan ya no sólo hace las cosas por complacer a los demás; Marie consolida su voz política a través del fracaso.
La temporada 2 se sitúa justo después de la tercera temporada de The Boys, donde Homelander ya tiene el poder y todo indica que nada ha cambiado en la Universidad Godolkin.
Ya no bastan poderes espectaculares; la narrativa exige profundidad emocional y costo ético. En ese sentido, Gen V no busca ser sólo una crítica al supuesto “hartazgo de superheroes”, sino poner en una balanza cómo el género nos ayuda a entender mejor a la sociedad.
Según Lizze Broadway, Emma deja de ser solo “la chica que se encoge” y se convierte en una brújula emocional. Broadway resume el pulso central de Gen V con una frase que parece dirigir la serie:
“Lo que me gusta de nuestro show es que Gen V es sobre la identidad y sobre la juventud. Estamos en un punto donde la vida no nos ha golpeado mucho, pero hay tantos intereses y cosas alrededor que todo parece muy confuso”.
Lizze Broadway, Fuera de Foco
La actriz insiste en que el poder de Emma es metáfora de visibilidad: encogerse es también la forma en que muchas personas se hacen pequeñas para sobrevivir.
Y sin embargo, subraya Broadway, la inocencia no es ingenuidad: en la segunda temporada la veremos probada. “Vas a ver una Emma muy diferente esta temporada. Mucho más madura. Está siendo probada en lo que realmente significa ser un héroe”, adelanta.
Gen V busca explorar cómo “la heroicidad” puede sostenerse desde la vulnerabilidad, desde la risa en medio del desastre. Broadway lo sintetiza con una imagen que la define: “Cuando todo el mundo llora y se enoja, Emma ríe y hace una broma muy mala”, y esa es una cualidad que pocas veces se ve en producciones de superhéroes.
En esta nueva temporada, Emma funciona como contrapeso: no niega la violencia, pero recuerda que la compasión no está muerta. Y por eso su evolución interesa tanto: porque nos obliga a preguntar si recuperar la bondad es posible aun cuando el sistema intenta deformarla.
Jordan, el personaje que interpreta Derek Luh, es un gran ejemplo de lo que nos contó Lizze: un mismo personaje que existe en dos presentaciones, masculina y femenina.
Su identidad de género fluida no le impide buscar la perfección constante: en la primera temporada miente, manipula y traiciona con tal de obtener lo que quiere.
Estas actitudes a veces son un reflejo de la homofobia e incluso misoginia internalizada que vive el personaje. Y es interesante ver cómo va evolucionando y cuestionado su posición en el mundo de Gen V.
“Ahora exploramos el amor a sí mismo… encontrar ese amor dentro de sí mismo. Es como ir a terapia sin ir a la terapia” mencionó Luh.
London Thor, quien da vida a la identidad femenina de Jordan, añade el componente social: “Jordan refleja cómo la sociedad mira a la gente en general. No es solo género o identidad, es cómo nos transformamos y cómo esa transformación afecta a los demás”.
Juntos, Luh y Thor construyen a Jordan como un experimento dramático: una misma alma con máscaras distintas que, al mezclarse, apuntan a la posibilidad de integrar lo masculino y lo femenino sin jerarquías. Esa integración es política y personal: en un mundo donde la validación antes venía de la supremacía, ahora la revolución es sentimental.

Los superhéroes como reflejo de lo humano
Si Broadway y Luh exploran inocencia e identidad, Jaz Sinclair coloca la palabra que hace creíble a la serie: fracaso. Para Sinclair, Marie no es admirable porque no falla, sino porque se atreve a equivocarse.
“No me interesan los personajes sin fracasos. Los encuentro muy aburridos. Me encanta interpretar a alguien que quiere hacer lo correcto, pero lo hace mal muy seguido” explicó.
Sinclair está convencida de que los superhéroes nunca dejarán de existir y nunca dejarán de ser populares, principalmente porque todavía hay gente que cree en la bondad del mundo y la humanidad.
“Las noticias se centran en muchas cosas negativas, pero la gente está haciendo cosas maravillosas todo el tiempo. Sí, hay superhéroes en el mundo, solo que son humanos.
Con nuestra historia, queremos demostrar que todavía hay espacio para la bondad, porque el ser humano es así, en cualquier etapa de su vida”.
Jaz SinClair, Fuera de Foco
Vivimos en un mundo post-superhéroes? Los protagonista de Gen V nos aseguran que no es que el héroe haya muerto, sino que ha cambiado de forma.
Gen V propone que la fe en la bondad no es ingenuidad, sino decisión. Como dijo Jaz Sinclair con contundencia: “No creo que estemos en un mundo post-superhéroes”.
Tal vez la verdadera revolución no es anular el mito del superhéroe sino exigir que quien lo porte sea, por encima de todo, humano: frágil, contradictorio y capaz de aprender. Esa es la apuesta que hoy, contra el cinismo, vuelve a poner una luz sobre el traje.
