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Elio es la nueva apuesta de Pixar por una ciencia ficción profundamente emocional.
Dirigida por Madeline Sharafian, quien previamente trabajó como artista de storyboard en películas como Coco y Turning Red, la cinta sigue a un niño solitario que, por accidente, termina siendo abducido al espacio y confundido con el embajador de la Tierra ante una comunidad galáctica.
Más allá de los aliens coloridos y la arquitectura fantasiosa del “Communiverso”, lo que realmente distingue a Elio es la sensibilidad con la que retrata la soledad, el deseo de pertenencia y el miedo al rechazo.
Durante una entrevista con Fuera de Foco, Sharafian reveló que gran parte de esa sensibilidad emocional se logró gracias a un ejercicio radical propuesto por uno de los nombres más influyentes dentro del estudio: Pete Docter, la cabeza de Pixar.
El Consejo de Pete Docter para probar la historia de Elio
Madeline Sharafian comenzó su carrera en Pixar como artista de storyboard en Coco, una película que también apostó por un fuerte componente visual para narrar emociones complejas.
Por eso, cuando llegó el momento de dirigir Elio, decidió construir el arco emocional del protagonista a través de planos que encapsularan la soledad sin necesidad de palabras.
“Uno de los artistas hizo un dibujo de Elio solo en el techo de su casa, rodeado de lucecitas, y conectamos muchísimo con esa imagen”, explicó Sharafian.
Esa ilustración se convirtió en una especie de brújula emocional para el equipo durante la elaboración del primer acto.
Pero fue Pete Docter quien llevó el reto más lejos, exigiendo a la producción que probaran si la historia podía sostenerse sin depender del diálogo.
“Pete nos dijo que teníamos demasiados diálogos, que estábamos sobreexplicando algunas partes. Entonces nos retó: ‘Quiten todas las palabras, quiten la música, y veamos si se entiende’. Fue un gran desafío”, confesó la directora.
Este enfoque visualista no solo ayudó a refinar el ritmo narrativo de Elio, sino que también reforzó la conexión emocional con el público.
“Para nosotros, como artistas de storyboard, la pregunta siempre es: ¿cómo encapsular un sentimiento en una sola imagen.
Amo el storytelling visual, y Elio fue una oportunidad para confiar completamente en él”.
Madeline Sharafian, Fuera de Foco
El resultado es una película que, incluso en sus momentos más silenciosos, logra transmitir mundos de emoción. Y que, en medio de la fantasía espacial, no olvida que las historias más poderosas muchas veces no necesitan ser dichas en voz alta para ser entendidas.
