En Fuera de Foco tuvimos la oportunidad de platicar con el elenco y director de Blanco de Verano
Blanco de verano cuenta la historia de Rodrigo (Adrián Rossi) un adolescente de trece años que mantiene una vida estable junto a su inseparable madre soltera Valeria (Sophie Alexander). Sin embargo, su vida comenzará a cambiar cuando el nuevo novio de Valeria, Fernando (Fabián Corres), entre a sus vidas de manera abrupta y comience a invadir el pequeño espacio del joven.
La historia presenta a sus tres protagonistas con sus virtudes y defectos, por lo que las consecuencias de sus actos, siempre se ven reflejadas en la historia. Al respecto, el director Rodrigo Ruiz Patterson explicó que pensó que la película debía dejar fluir a sus personajes dentro de la realidad para provocar conflictos que se asemeje a la realidad. “Ponerlos en una situación de crisis y ver como reaccionarían”. Por lo que Patterson se basó en sus propias vivencias para comenzar a escribir el guion.
Es así como cada personaje de Blanco de Verano comienza a cuestionarse su propia realidad. Por un lado, tenemos a Rodrigo, quien está pasado por la adolescencia y se encuentra molesto por la invasión de su espacio. Después, se presenta Valeria una madre soltera que por mucho tiempo ha abandonado su vida personal para sacar a su hijo adelante. Por último, el personaje de Fernando comienza a cuestionarse su propia masculinidad y, en un principio, quiere comenzar una familia unida.
El papel de una madre
Sophie Alexander es una actriz con amplia trayectoria en el cine que incluye Los días más oscuros de nosotras, Solteras, Si Yo Fuera Tú, entre otras. Sin embargo, la actriz platicó que el personaje en Blanco de Verano le trajo mucha satisfacción a su carrera por la oportunidad de desarrollar una historia en la que muchas mujeres se podrían sentir identificadas.
La relación que mantienen Valeria y su hijo Rodrigo es bastante cercana, ambos se protegen y son su única familia. Por lo tanto, cuando su novio llega a invadir la casa, causa un problema en su círculo y ella no sabe a quién defender. “Ella no sacrifica su vida amorosa yo creo que la gran pregunta es, ¿Qué tanto Valeria necesita esa relación absolutamente codependiente con el hijo?” externó Alenxander sobre la compleja unión y resaltó que su personaje no debía necesitar “estar todos los días veinticuatro siete amarrada a su hijo”.
La historia nos muestra todas las caras de la moneda y nos hace reflexionar sobre las decisiones difíciles que toda persona debe tomar a lo largo de su vida y que muchas veces, lastimamos sin querer a las personas que queremos. “No es que Valeria tenga malas intenciones, ella está siendo la mejor madre que puede ser” dijo la actriz. “Trataban de ser la mejor versión de sí mismos”.
La vida de un adolescente
Rodrigo es un joven que pasa por los cambios normales a su edad, sin embargo, para él, su madre es lo más importante de su vida y no le interesa tener una figura paternal. Por lo tanto, comienza a querer construir su propio espacio y alejarse de su nueva realidad.
El personaje tiene un vínculo fuerte con el fuego, un símbolo fuerte visualmente para retratar el estado de ánimo del chico que enmarcan como todo su mundo interno está destruido. “Al principio creí que era muy importante porque el director lo marcaba mucho y bueno sí lo es” mencionó Adrián Rossi. “El fuego es un elemento visual que le hace bien a la película es parte de la función”.
Para enfatizar la desesperación de Rodrigo, el director eligió una locación pequeña en Ecatepec, Estado de México, que concordaba con su realidad. «Valeria no preferiría vivir tan lejos entonces buscamos una locación cerca de la ciudad y dramáticamente funcionaba que viviera en ese esparció pequeño, porque si llega un intruso es mucho más agresivo” agregó Patterson. El cineasta platico que la naturaleza de estas casas permite escuchar a través de las paredes por lo que era el hogar indicado para la familia.
