Entre renuncias y despidos masivos, la compra de Elon Musk a Twitter es cada vez más dramática, lo que levanta la pregunta: ¿El fin de la app está cerca?
La compra de Elon Musk a Twitter ha sido uno de los eventos más caóticos de 2022. Después de una truculenta negociación que resultó en la adquisición de la aplicación por $44 mil millones de dólares, los cambios planeados e implementados tanto dentro de la plataforma como en su estructura de negocios han alertado a inversionistas, ingenieros, y usuarios de Twitter.
Después de que se oficializara la compra, Musk despidió a más de la mitad de la fuerza de trabajo internacional de Twitter, lo que se traduce en alrededor de 3,500 personas que, de un día a otro, fueron restringidos de los accesos a sus computadoras y oficinas.
Ahora, en un nuevo intento por impulsar el cambio a “Twitter 2.0”, como lo llamó el CEO, los trabajadores restantes recibieron un ultimátum, donde Musk demandó que se aumentaran las horas de trabajo, se redujeran los beneficios, y se impusieran nuevas condiciones que el presidente llamó una “versión hardcore” del medio.
Asimismo, Musk compartió una encuesta a sus empleados, donde demandaba su respuesta antes de las 5 de la tarde del jueves sobre si formarían o no, parte del nuevo Twitter.
De acuerdo a The Verge, tal encuesta resultó en una renuncia masiva, abarcando divisiones de desarrollo de software, ingeniería, recursos humanos, entre varios otros. Pero, ¿cómo afecta eso a la aplicación exactamente? Te explicamos.
Detrás de las cortinas
Gran parte de la organización financiera de Twitter, incluyendo el personal detrás de la nómina de la empresa, abandonaron la compañía. Junto a ellos, el equipo de impuestos de Twitter, el equipo de reportes financieros, ingenieros de software, desarrolladores y programadores, también vieron pérdidas significativas en su número de empleados.
De acuerdo al ultimátum de Elon Musk, todos los empleados que renunciaron serían compensados como si se tratara de un despido; no obstante ante la drástica salida de su personal encargado de procesar los pagos, varios ex-trabajadores asumen que tal compensación no llegará nunca.
Las labores desempeñadas por el personal que renunció —los cuáles llegan a más del 50% de la población anterior de la empresa—, varían desde asuntos internos hasta un involucramiento directo con los códigos de la aplicación, publicidad, y servidores para mantener en línea a la misma; por lo que rápidamente se rumoreó del cierre definitivo de la misma al no contar con personal detrás que lo regulara.
Al momento Twitter permanece activo, pero medios como Business Insider, reportan que a la baja de personal y con el cierre de sus oficinas en respuesta a las renuncias, sería cuestión de días antes de que no exista suficiente fuerza de trabajo para mantener en línea al sistema.
Se reporta que antes de la llegada de Musk, Twitter contaba con 7,500 empleados alrededor del mundo, lo que ahora restado a los despidos y renuncias masivos, se especula existen menos 1,900 personas afiliadas aún a la compañía.
#RIPTwitter
Si bien, el sitio y la aplicación se mantienen en línea y, de acuerdo a Musk, se reportó un aumento en la actividad después de la noticia del jueves, no se sabe con certeza de qué manera golpeará al desempeño de la compañía en Wall Street.
Al momento, analistas estudian el impacto en la futura deuda de la compañía con sus ex-empleados, a los que se ha dado a conocer, Musk ha llamado por teléfono para persuadirlos de quedarse en la empresa.
La dura pérdida monetaria de la compañía, de acuerdo a Wall Street, no sólo se reflejaría en las indemnizaciones de sus trabajadores, sino en las acciones de Twitter en el mercado, las cuáles han caído drásticamente desde que Musk asumió el poder hace tres semanas.
Por otro lado, la incertidumbre empujaría a inversionistas y marcas con espacio publicitario en la aplicación a abandonar el barco, lo que resultaría en una reducción significativa de ingresos para Twitter.
Al momento más analistas estudian los impactos que las decisiones de Elon Musk tendrán sobre la empresa, debido a lo repentino y reciente de los hechos.