Makoto Shinkai no es Hayao Miyazaki, Isao Takahata o Masaaki Yuasa, pero al igual que ellos, es uno de los directores de animación japonesa más destacables de los últimos años.
Desde su primer cortometraje Ella y su Gato (1999), pasando por la cinta que lo visibilizó 5 centímetros por segundo (2007), El jardín de las palabras (2013) y Your Name (2016), Makoto Shinkai nos abre la ventana a mundos tan realistas como mágicos que rozan el hiperrealismo.
Donde el cielo, la lluvia y los objetos de la cotidianidad tienen voz propia. Un mundo donde el tiempo tiene formas inesperadas y los vínculos que parecen íntimos en realidad se mueven hacia la lejanía.
Si 5 centímetros por segundo lo puso en el mapa, fue Your Name en 2016 la cinta que puso a Makoto Shinkai en boca de todos, siendo esta el resultado integral de todo lo aprendido en sus películas pasadas. La maduración de su voz le propició el renombre que venía mereciendo desde hace mucho tiempo.
Apreciación y Soledad
La introspección de los personajes que presenta Makoto Shinkai brota de sus cuerpos y se refleja en su contexto físico. Su obra pilar “Ella y su Gato”, la narrativa ya contiene grandes espacios de voz en off, donde el personaje principal asimila sus pensamientos y emociones.
Mientras, afuera hay una serie de imágenes estáticas o de movimientos simples: Un copo de nieve agoniza en el suelo mientras el protagonista de 5 centímetros por segundo habla sobre cómo su ansiedad por besar a Akari se derrite. El reflejo del sol humea en el techo de un kiosko de madera, mientras una mujer habla de encierro y estancamiento personal en El jardín de las palabras.
No importa cuál sea el sentimiento, en el mundo de Makoto Shinkai, un instante es una eternidad.
El resultado es mágico y se puede resumir en una contradicción: La simpleza de lo cotidiano, el clima o los objetos, se contraponen con la complejidad de los sentimientos de los protagonistas. Lo que pasa afuera parece sencillo, casual, una nada. En cambio, lo que pasa dentro del protagonista es un remolino de emociones.
Las escenas estáticas con fondos detallados son otra característica de Shinkai. La soledad de sus personajes y su voz interna en conjunto con imágenes caseras: Una mesa desordenada, el humo que emerge de una taza de té o una cortina entreabierta, hacen que el tiempo parezca detenerse.
Los personajes parecen estar siempre dentro de un bucle de tiempos y espacios, algo quieto y solitario que no les permite avanzar. Casi siempre el protagonista está vinculado a alguien, pero la relación es más introspectiva. Es decir, el vínculo siempre se basa en un deseo por el encuentro, por la consumación y no tanto en el desenvolvimiento de esta.
Viaje a Agartha es la única película de Shinkai que se sale de la estética que propone en el resto de su filmografía. La historia de una niña que, al morir su padre, utiliza su radio para internarse en un mundo fantástico que al final resulta ser el proceso para asumir la muerte y decir adiós.
Todo en un contexto que por sus diseños y la construcción del mundo fantástico recuerda mucho al estilo de estudio Ghibli, una de sus más grandes influencias. Aunque la cinta carece de elementos como voz en off o la soledad física de los personajes, la exploración de las emociones que tanto caracteriza a Shinkai sí está presente, y el sentido de no consumación se transforma en aceptación en la separación de un ser querido.
Tiempo y Distancia
El tiempo es relativo. Un instante puede durar una eternidad o un gran plot twist pasar en tan solo unos segundos. Tal vez es 5 centímetros por segundo la cinta que más juega con el tiempo.
Por principio, el título se refiere a la velocidad con la que las flores de cerezo caen de los árboles, que es una metáfora del alejamiento en los vínculos humanos. Narra la historia de dos enamorados cuyos caminos son finalmente separados por las circunstancias de sus vidas, y más allá de alejarse por algún conflicto emocional, la película narra un alejamiento circunstancial y a un ritmo lento.
Aunque 5 centímetros por segundo juega con la relatividad del tiempo, es hasta Your Name cuando Makoto Shinkai afina el concepto. Una historia sobre dos jóvenes forjan un vínculo a través de un intercambio de cuerpos atemporal que son incapaces de consumar físicamente.
La cinta se entreteje con el concepto del musubi (que significa unir o enlazar), la fuerza espiritual de la vida y el paso del tiempo. El hilo rojo del destino que une a los protagonistas, la hora mágica (atardecer) en la solo podía ocurrir el anhelado encuentro. En esta cinta, el director fundamenta el tiempo y la distancia en la mitología espiritual japonesa.
Los trenes también son un objeto utilizado en los mundos de Shinkai y siempre están relacionados con la separación de los personajes o su soledad. ¿Otro contradicción interesante? Lo encontramos en sus personajes solitarios que caminan entre tumultos de gente. Aunque en las cintas suelen imperar las escenas en espacios solitarios, Shinkai sabe que percepción de la soledad aumenta cuando coloca a los protagonistas entre las masas.
Pesimismo
Una visión que pareciera pesimista de la actualidad asoma por la obra de Makoto Shinkai. El uso de la tecnología en Your Name es un mecanismo de unión pero a la vez un elemento obstaculizador que mantiene a los protagonistas en una cercanía meramente virtual.
Como ya se mencionó, los personajes siempre parecen perderse entre tumultos de gente en las calles, en el ritmo de vida contemporáneo, en la soledad en medio de la muchedumbre que tanto caracteriza estos tiempos. Por supuesto, las relaciones nunca se consuman y es la realidad misma la que se encarga de obstaculizarlas.
Aunque las películas tienen un sentido pesimista, también hay un atisbo de avance en sus finales. Una resignación ante la crueldad de la realidad, el asumir los vínculos humanos como experiencias útiles para el crecimiento personal, pero que aún así dejan un vacío que perpetúa. Por eso la reacción de los consumidores siempre se mueve entre la aflicción y la impotencia, pero sobre todo la identificación. Makoto Shinkai expone la fragilidad de las relaciones humanas, que son tan complejas como inevitables.
El cine de Shinkai (a excepción de Viaje a Agharta) carece de los elementos fantásticos de Hayao Miyazaki, sin embargo la hiperrealidad en las películas vuelve sus mundos más tangibles y los dota de una magia palpable en nuestro día a día. Entre metáforas, oximorones, en general retórica visual, Makoto Shinkai merece el posicionamiento que tiene actualmente en la industria de animación japonesa contemporánea.
Este abril llegará a Cinépolis “Weathering with You”, la historia de Hokoda, un joven que conoce a una chica capaz de controlar el clima, específicamente detener la lluvia. Siendo Shinkai, podemos esperar una metáfora de la psicología de los personajes y un alejadísimo del felices por siempre. ¡No te lo pierdas!