M. Night Shyamalan, el director que ha sorprendido al mundo con grandes cintas como Sexto Sentido y Señales, cuenta con una trilogía de suspenso y ciencia ficción que ha sido pasada por alto a pesar de ser completa y atractiva.
¡Hola cinéfilos y cinéfilas! Alguna vez se han preguntado ¿qué pasaría si existieran superhumanos en el mundo real? Pues M. Night Shyamalan lo retrata de una manera increíble en la trilogía de Glass.
Manoj Nelliyattu Shyamalan, mejor conocido como M. Night Shyamalan es un director, escritor, productor y actor nacido en Pennsylvania, Estados Unidos. Egresado de la Escuela de Artes Tisch en Nueva York. Aficionado del aclamado director Steven Spielberg, M. Night ha logrado crear obras cinematográficas que se han caracterizado por los giros inesperados en sus tramas, tales como Sexto Sentido, Señales, El Protegido, entre otras.
Este director se ha destacado por realizar sus películas en torno al género de suspenso y ficción, pero fue en el año 2000 cuando incursionó por primera vez en una historia sobre superhumanos, una versión de los cómics adaptada al mundo real con el título de El Protegido/Unbreakable, protagonizada por Bruce Willis.
En el año 2016, cuando este director lanza la producción titulada Split/Fragmentado protagonizada por James McAvoy, confirma con la escena final la conexión directa con El Protegido y unos días después del estreno, confirma la tercera parte de esta trilogía que hasta ese momento era totalmente desconocida.
¿De qué va esta trilogía?
La historia comienza con la película protagonizada por Bruce Willis (El Protegido) donde interpreta a David Dunn, un hombre que sobrevive al descarrilamiento de un tren en el que fallecen todos los pasajeros, excepto él. En la búsqueda de encontrar la verdadera razón de ese milagro, descubre que su cuerpo puede soportar pesos inimaginables para una persona promedio, que nunca se había lesionado o fracturado alguna parte del cuerpo y que tiene una “debilidad”: El agua.
El guía de David es Elijah Price/Mr. Glass (Samuel L. Jackson), un millonario coleccionista de cómics que está obsesionado con la posible existencia de superhumanos. Un hombre que sufre una extraña enfermedad llamada Huesos de cristal. Mismo que al final de la cinta se destapara como el causante de múltiples atentados en el país, siendo el descarrilamiento de David uno de ellos.
16 años después, la historia continúa en Split/Fragmentado. donde conocemos a Kevin Wendell Crumb, un individuo que sufre TID (Trastorno de Identidad Disociativo) y tiene 23 personalidades peleando por quién mantendrá a Kevin en la luz y quién logrará recibir a la personalidad 24: la bestia, una versión animalizada y sobrehumana de este personaje, con la fuerza y velocidad de un animal gigante que busca la redención del mundo asesinando a los impuros (o todas aquellas personas que jamás han sufrido en su vida) y enalteciendo a los maltrechos.
Con la escena final de Split, el director nos da a conocer que su siguiente entrega sería la culminación de este pequeño universo que construyó desde el año 2000.
En Glass, vemos a los tres personajes atrapados en un hospital psiquiátrico, recluidos por la Dra. Ellie Staple (Sarah Paulson), psiquiatra especializada en el trastorno de delirio de grandeza y miembro secreto de la Secta Trébol (una secta dedicada a mantener el orden en el sistema de vida preestablecido). Este personaje se dedica a hacerles creer a David, Kevin y Elijah que sus capacidades no son sobrehumanas y que simplemente es producto de su mente.
¿Por qué estas películas de superhéroes son diferentes a las demás?
Sin duda alguna, el factor más llamativo de estas tres producciones, es el género de ficción combinado con el suspenso. Pero la historia va más allá de eso: M. Night Shyamalan nos presenta esta historia como un cuestionamiento/respuesta del qué pasaría si existieran superhumanos en el mundo real y las vidas que estos mismos llevarían. Y que siempre existirá un grupo contrario que quiera mantener la vida “normal”.
La tercer entrega nos presenta, a modo de sus conocidos giros en la trama, una secta que trata de eliminar a todos aquellos individuos que logren darse cuenta que tienen habilidades sobrehumanas, mediante diversos métodos para hacerlos creer lo contrario o al final simplemente asesinarlos.
El Protegido y Fragmentado presentan tramas sobre el origen y desarrollo de lo que podría ser héroes y villanos en una historia de cómic. Sin embargo, Glass habla de qué pasa cuando estas figuras se pueden volver completamente públicas y las consecuencias que tendría.
Al igual que en los cómics, siempre existirá la confrontación de grupos y al contrario de lo que se pensaba con las primeras dos películas de la trilogía: la confrontación no es héroe contra villano. La verdadera confrontación son los superhumanos contra un grupo que piensa evitar a toda costa que las cosas cambien en la vida como se conoce.
El ser humano por naturaleza teme a lo desconocido, y cuando en esta historia, su realidad se ve amenazada por la existencia de personas con capacidades similares a las de un superhéroe de fantasía, nace un grupo de personas empecinadas a destruir lo que afecte su normalidad.
¡Checa aquí nuestra crítica a Glass!
En conclusión…
M. Night Shyamalan creó un universo que acepta a los superhéroes como personas excepcionales entre la población mundial, pero como individuos que no logran tener una vida “perfecta” como siempre se ha planteado en las historietas. No pueden encontrar su lugar en la vida y deciden guiar sus poderes a lo que su mentalidad y historia les llevan.
Una trilogía de suspenso/ficción que ha sido infravalorada y opacada por la enorme competencia que existe en el mundo del cine en tema de superhéroes y universos expandidos. Pero que ha logrado explorar más allá de una trama sencilla, para llegar a una reflexión de la posible existencia de personas excepcionales y por qué el ser humano no está listo para aceptar un cambio tan grande.