Godzilla es mucho más que un monstruo grandote
Nos fascina ver monstruos en el cine. Durante años han sido utilizados como metáforas para expresar la ansiedad y las preocupaciones de la sociedad, o para desafiar sus creencias en un periodo de tiempo determinado. Pero ningún monstruo ha sido un producto tan claro de su época como lo fue (y sigue siendo) Godzilla y el género Kaiju en Japón. A la fecha, los Kaijus siguen siendo grandes metáforas para entender los problemas más grandes de la sociedad.
La metáfora de los Kaijus: El Miedo a la Energía Nuclear
En 1945, Japón se vio atormentado por las terribles bombas de Hiroshima y Nagasaki. Godzilla apareció en los cines nipones por primera vez en 1954: 9 años después del terrible accidente y en medio de una intensa preocupación por la presión de Estados Unidos para introducir la energía nuclear en el país.
La gente estuvo totalmente en desacuerdo con las prácticas estadounidenses y se movilizaron, aunque sin éxito, para frenar los intereses. El terrible monstruo de Ishiro Honda se presentó entonces como una amenaza de proporciones inimaginables, con un poder de destrucción tan grande, que derrotarlo implicó grandes sacrificios.
Godzilla se inspiró parcialmente en The Beast From 20,000 Fathoms (1953). Ambas películas siendo una representación clara del holocausto nuclear y los temores de repetir los desastres de la Segunda Guerra Mundial. Pero, mientras que la primera presentó un mensaje pro-milicia estadounidense, la versión japonesa ponía al Kaiju como metáfora de la catástrofe que implicaban las armas de destrucción masiva.
Godzilla El Superhéroe
La película fue todo un éxito y siguieron muchas películas más. Conforme el pueblo japonés se sintió más seguro conviviendo con la energía nuclear, Godzilla se convirtió en una especie de superhéroe. Ya no era una amenaza que tenía que ser contenida a toda costa, era el monstruo cool que hacía piruetas y luchaba contra otros a favor de la humanidad.
El cine occidental tenía sus propios monstruos gigantes: arañas, cangrejos, hormigas, gusanos de desierto. Pero en cada una de ellas el mensaje era muy claro: el pueblo puede derrotar a cualquier amenaza que se le presente.
Monstruos vs Naturaleza
Cuando llegó King Kong (1976) tuvimos otro monstruo con una gran consciencia social. Descubierto por una compañía petrolera y luego puesto en exhibición en un show, intentó retratar los horrores de invadir pueblos y explotar recursos naturales por avaricia y el interés de lucro.
Esta versión tiene un mensaje más directo que el filme estrenado en 1933, donde le dan una mayor fuerza al espectáculo y los efectos especiales. La metáfora de este Kaiju resuena mejor porque es más cercana a nosotros; pues es la primera vez que se reconoce al ser humano como un enemigo de la naturaleza y al Kaiju como la víctima.
Godzilla vs. La Burocracia
Shin Godzilla (2014) vino a revolucionar el género años más tarde. Otra vez, Japón fue víctima de un desastre nuclear en 2011 y lo primero que hicieron fue un remake de su kaiju favorito.
Ahora, no era exactamente la energía nuclear la gran amenaza de la historia, sino los humanos y su burocracia. Mientras Godzilla ataca la ciudad con toda su fuerza; el gobierno, los científicos y los especialistas no saben cómo actuar porque tienen que obedecer tediosas y absurdas cadenas de poder.
El horror de Shin Godzilla no viene de su potencial destructivo, viene de la incapacidad del ser humano para convivir con él de manera responsable. No basta con aceptarlo parte de nuestra sociedad, tenemos que entender que al final es una fuerza externa, indiferente, que no nos debe nada y en cualquier momento puede cambiar de opinión. Este Kaiju es una metáfora perfecta de la irresponsabilidad humana para tratar con la energía nuclear.
Las metáforas de los Kaijus en Occidente
Esta idea la rescatan en Godzilla: King of Monsters, aunque un poco torpe, el mensaje es que no se puede controlar de ninguna forma a las fuerzas de la naturaleza, sin importar cuánto lo intentemos.
Los humanos estamos obligados a encontrar la mejor forma de convivir con estos monstruos, y eso implica aceptar y corregir el daño que le hacemos a su ecosistema.
Pacific Rim (2013) de Guillermo del Toro se sintió como una gran bocanada de aire fresco para el género. Porque más que una declaración sobre la guerra, la naturaleza o las bombas nucleares, fue un mensaje pro-humanidad.
No sólo era una película de acción loca con robots peleando con monstruos, sino que tenía un mensaje de paz en tiempos de guerra. Del Toro quiso dar hincapié a las ideas de humanidad, heroísmo y compañerismo en un mundo en tiempos de crisis. De alguna forma, modificó las connotaciones bélicas tradicionales del género, y supo explotar sus convenciones para hacer una historia sorprendente y muy personal.
La Metáfora de los Kaijus: El Kaiju que llevamos dentro
Durante años, la barbarie de los kaijus y los monstruos gigantes giró alrededor del humano y su relación con fuerzas externas que se salen de control. Por eso en 2016, Nacho Vigalondo (Open Windows) y Anne Hathaway (Love & Other Drugs) le dieron al género una vuelta de tuerca increíble con Colossal (2016).
Aquí vemos a Hathaway como Gloria, una chica obligada a regresar a su pueblo natal después de varios fracasos. Mientras ella lidia con su depresión y alcoholismo, observa cómo un extraño monstruo comienza a destruir Japón. No hay explicación para su presencia, aparece y desaparece aleatoriamente, pero su relación con Gloria es lo más interesante de la cinta.
Todos Somos Kaijus
El monstruo al final es una representación de las actitudes destructivas de Gloria, quien sin saberlo está destruyendo la vida de seres inocentes. La metáfora de esto Kaijus de que en cualquier momento podemos convertirnos en temibles monstruos sin saberlo, es uno de los mejores usos que se le pudo dar al género.
Colossal convirtió a lo más extraño del ser humano, la cosa más ajena a nosotros, aquello que nos causa terror por no poder controlar, en nosotros mismos. La fuerza destructiva que tenemos dentro es tan poderosa como cualquier monstruo radioactivo.
Los Kaijus, Monstruos Excepcionales
A simple vista, los Kaijus parecen sólo servir como un género específico, en donde satisfacemos nuestros deseos de peleas incesantes y grandes efectos.
Pero, resulta que las metáforas de los Kaijus representan nuestras más grandes preocupaciones: la destrucción ambiental, el desinterés del gobierno, nuestra pérdida de humanidad o el miedo a nosotros mismos.