Los productores de Gossip Girl consideraron traer de vuelta la serie con el elenco original, pero la idea fue descartada
El renacimiento de Gossip Girl promete tener la misma trama, los mismos chismes y las mismas traiciones que su predecesora. Además, contará con un estilo glamuroso, a menudo algo problemático y el mismo contexto en New York.
La fantasía del programa es que estos personajes son jóvenes de 17 años que, con la combinación adecuada de padres ausentes y sin límites de dinero, pueden actuar como adultos. Pero el drama reside en las debilidades de la juventud: una chica a la que no le gustas, un hermano que no sabías que tenías y una madre que no aprecia tus logros.
“El programa realmente nunca ha sido sobre quién era o quién no era Gossip Girl” ha dicho en entrevistas el creador Jos Schwartz “Siempre fue sobre un grupo de personas que quieren desesperadamente ser buenas, pero siempre se rinden a sus peores hábitos”.
Los creadores del programa Josh Schwartz y Stephanie Savage, y el showrunner, Joshua Safran, mantuvieron una plática con Vulture en donde revelaron más detalles de lo que podremos esperar este 8 de julio con el regreso de una nueva generación. Safran mencionó que ha pensado en el show “durante las 20 horas diarias que no duerme”, y no ha dejado de pensar en él desde que abandonó abruptamente el show original justo antes de su última temporada que se emitió en 2012.
Para Schwartz y Savage, la idea de un reinicio era demasiado tentadora para no intentarlo. “¿Sería el mismo elenco?” dice Schwartz, “Exploramos un par de opciones diferentes con escritores con los que no habíamos trabajado antes”, finalmente, esa idea fue abandonada.
Eso no quiere decir que no tuvieron problemas con el cast, pues cuenta que muchos de los actores que audionaron se disfrazaban de personajes icónicos como Dan Humphrey o Blair Waldorf. Pero querían alejarse diametralmente de esos personajes para explorar de otra forma la opulencia de Nueva York. “Lo que nosotros pensamos es que ahora el mundo está en series como Succession, y nosotros intentamos alejarnos de lo telenovelesco y más bien intentar algo en esa línea”.
Todo el equipo involucrado en el nuevo programa es consciente de que los jóvenes, el grupo demográfico objetivo, están mucho más comprometidos políticamente y todo será incluido en la trama. “La primera vez, no había expectativas”, dice Savage. “Nadie sabía cuál era el programa. Tuvimos que rogar a todos los lugares para que nos dejaran filmar allí”. El nuevo programa gastó la cantidad de dinero que el viejo programa solo podía soñar con sus personajes. “No quiero que la gente piense que va a ser una telenovela para adolescentes. Realmente quiero hacer un show a la manera de HBO“.
Esto, según cuenta Schawrtz, lo llevó a tener un cuidado obsesivo sobre las historias de sus personajes. De manera que construyó exactamente a dónde irían sus personajes en su rutina diaria dado el lugar en donde está ubicada su casa, sabe en qué restaurantes comen, dónde compran ropa y dónde pasan sus tardes. También están conscientes que deben ser más diversos, y que en un trío pueden haber parejas del mismo sexo, o pueden haber personas de color y no pasará nada.
Por eso, a pesar de que la falta de dinero se veía de cierto modo como una falla moral en la primera versión de Gossip Girl, ahora están buscando explorar la riqueza con más burla. “Es imposible que no haya similitudes entre los [viejos] personajes y los nuevos, pero supimos como borrar las líneas y las compraciones. Por ejemplo, el personaje de Audrey se puede acercar mucho al de Blair, pero ella no está interesada en las luchas de poder y es más honesta con sus inseguridades”.
Gossip Girl siempre había sido un espectáculo sobre el dinero y la vida opulenta en Nueva York. La nueva generación tiene el mismo dinero, privilegios y acceso, pero promete ser más diversa, más consciente de sí misma y mucho más generosa.
Las expectativas son altas, durante la producción, el orden de diez episodios del programa se extendió a 12, con seis estrenando semanalmente a partir del 8 de julio y seis en el otoño.
