Crítica| Elvis: ¿Logra ser una Biopic Diferente?

La nueva biopic de Elvis evita algunos convencionalismos del género y presenta una historia diferente sobre el Rey del Rock n' Roll

La Nueva biopic de Elvis dirigida por Baz Luhrmann apuesta por el glamour para contarnos la vida del artista desde otra perspectiva

En 2022, es fácil olvidar que alguna vez Elvis Presley fue uno de los artistas más grandes del mundo. Después de todo, su carrera activamente solamente duró 24 años. Sin embargo, poco más de dos décadas le bastó para revolucionar la música en Estados Unidos y dar inicio a las costumbres e ideas más conocidas que tenemos alrededor de los ídolos musicales y el fanatismo alrededor de ellos el día de hoy. 

Sin embargo, también hay que admitir que su figura, hasta ahora, ya estaba muy vencida. Miles de otras bandas e ídolos se han posicionado con igual o mayor fuerza que Presley, y que también han dejado un gran testamento en la industria. Por eso,  Baz Luhrmann busca volver a encender el brillo del cantante y mostrarnos todo su esplendor en su esperada biopic protagonizada por Austin Butler y Tom Hanks. 

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Un Frenético Retrato 

Aunque no puede huir del todo de los convencionalismos del género de películas biográficas, Luhrmann decidió darle un giro bastante interesante: en lugar de presentar cronológicamente y de manera dramática los primeros años, el ascenso y el auge de Elvis Presley, la cinta en realidad está contada desde la perspectiva del Coronel Tom Parker (Tom Hanks). Su misterioso agente a quien se conoce por haber abusado financieramente de Presley durante toda su vida. 

Eso presenta un reto bastante curioso tanto para fans como para espectadores que apenas están por conocer al llamado Rey del Rock n´ Roll. Por un lado, esta historia pretende hablar un poco sobre la complicada relación que Presley tenía con Parker y por qué confió tanto en él durante tanto tiempo. Y gracias a eso, nos da una idea sobre cómo se creó la figura de Elvis Presley en primer lugar: qué cualidades tenía el cantante, por qué su música era tan revolucionaria, por qué su figura rompió tantas barreras sociales. 

Para Parker (y para la película de Elvis) la respuesta en realidad es muy sencilla: Elvis tenía el talento y la cara para convertirse en un producto. Casi como firmar un contrato con el diablo, en el momento en el que Parker entra a la vida de Elvis comienza a haber un frenesí de giras y mercancía promocional, así como muchísimo dinero. 

El frenesí de glamour y opulencia que le sigue de verdad captura el atractivo de la música y la figura de Elvis. Y aunque es poco, el brillo y encanto de la cinta sirven también como homenaje a figuras de la música afrodescendiente como BB King, Big Mama Thornton, Crudup o Rosetta Tharpe. 

Pero sin duda, su presencia en esta biopic demuestra la falta que hace que una voz negra retome y cuente sus historias desde su perspectiva, pues si bien están ahí para mostrar la influencia que tuvieron en Presley y cómo al final él logró catapultar su sonido a una audiencia mainstream. Y entre la rapidez con la que se cuenta la vida del cantante, desafortunadamente quedan como un comentario al margen. Pero no es personal, es que realmente Elvis tiene poco tiempo para la introspección o la reflexión.

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El Hombre, La Figura, La Leyenda: Austin Butler 

La rápida edición con la que Luhrmann nos cuenta el ascenso a la fama de Presley no sería nada sin Austin Butler, quien no sólo capturó la esencia de Presley, es sumamente hábil para seguir el ritmo de la historia y mostrar con su sola presencia la intensidad del brillo que tenía la figura de Elvis Presley. 

Interpretar a un galán seductor realmente no es una tarea ajena para Butler, en realidad tiene mucha experiencia con eso. Ya sea ganándose el corazón de Hannah Montana, de Carly Shay y Zoey (de Zoey 101), la carrera de Butler siempre tuvo algo que ver con ser encantador. Y en la precuela de Sex and the City: The Carrie Diaries, demostró no sólo tener el potencial para enamorar a quien él quiera, también para ser un gran protagonista dramático. 

Butler interpreta a Elvis con una precisión sorprendente pero con una sensibilidad muy conmovedora también. La cámara pasa mucho tiempo mostrando su entrepierna mientras realiza intrincados pasos de baile, pero luego también se queda quieta cuando la mirada de Butler se queda fija en un punto. Su interpretación es simplemente lo mejor de la película, y quien probablemente reavive la Elvis manía. 

Ver cómo la cámara celebra no sólo a Elvis, sino también la interpretación de Butler, crea un duro contraste con la narración de Parker, quien al estar siempre presente se convierte en una sombra que nos recuerda el verdadero problema del cantante: estaba encerrado en una jaula de oro. 

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¿Víctima de su propio sueño?

La cinta de Baz Luhrmann no está muy interesada en la precisión histórica, tampoco en mostrar un retrato 100% honesto sobre Elvis, ya que no nos invita a la reflexión sobre la persona detrás de la diamantina y el gel para el cabello. La cinta nos invita a entender a este músico como un producto de consumo, y cómo eso al final fue lo que lo llevó a una tumba prematura. 

¿Para qué centrarse en los excesos o en las controversias? Eso no hizo que Elvis Presley fuera menos relevante ni que revitalizara su carrera 3 veces cuando creía que estaba perdido. Gracias a eso, la cinta evitó que la historia fuera solo un melodrama en donde el artista tiene “sus momentos de genialidad” después de una crisis y presentó su carrera como lo que fue: un trabajo conjunto sumamente exitoso, pero también  sumamente extenuante. 

Y así, le quitó un poco la «romantización» que tenemos de los artistas sobre estar 100% comprometidos con su arte. Elvis amaba la música, sí, pero la cinta va más allá para decirnos que también amaba el dinero y los lujos que lograba gracias a la controversial mancuerna que hizo con Parker. Aunque esta maniobra también hace que se aminoren o se ignoren los actos más reprochables que cometió su manager y el problema no se entienda

¿Un brillo artístico atrapado en el andamiaje capitalista? ¿Un revolucionario que rompió barreras? ¿Un hombre que se recuperó varias veces de una crisis que creía perdida? Todo eso es lo que nos presenta la nueva biopic de Elvis, y aunque realmente no nos deja mucho tiempo para reflexionar sobre su vida o su legado, la música y el estilo tienen todo para que nuevas generaciones tengan una nueva apreciación por el artista. 

Y tal vez ese es el más grande objetivo que busca cumplir Elvis.