La autonomía de Disney World corre peligro, y te contamos cómo la pérdida de la misma afectaría a Florida.
Desde 1967 existe una ley en Florida (Estados Unidos) conocida como Reedy Creek Improvement Act, la cual le otorga la posibilidad a Disney de gobernar con autonomía el espacio Reedy Creek: lugar donde reside el famoso parque Disneyland de la empresa, en donde la compañía del ratón puede construir la infraestructura que quiera, imponer sus propios impuestos / legislaciones, y ofrecer servicios de emergencia.
Tras 55 años, está legislación nunca había sido puesta a discusión por el estado de Florida, sin embargo, esto cambio después de que Disney se pronunció en contra del proyecto de ley conocido como «No digas gay», pues la Casa de Representantes del estado propuso una ley que busca retirar este privilegio a la compañía del ratón, esto tras un votación donde 70 de los/as miembros de este organismo estuvieron a favor de la medida, mientras apenas 38 estuvieron en contra.
Posteriormente el proyecto de ley pasó al Senado estatal, donde nuevamente fue aprobado con 26 votos a favor y 16 en contra, por lo que ahora sólo falta una firma del gobernador republicano Ron DeSantis para confirmar que Disney pierde la capacidad legal de gobernar con autonomía el espacio donde podemos encontrar Disneyland, esto sucedería desde el primero de junio del 2023.
¿Se concretará esto?
Vale la pena destacar, que tanto Ron DeSantis como los/as miembros del Partido Republicano de Florida, se han expresado públicamente en contra del privilegio de Disney, por lo que parece probable que la compañía de ratón pierda sus permisos especiales, y para ejemplo la siguiente declaración del gobernador estatal: «No estoy conforme sabiendo que hay agrupaciones con un trato especial en mi estado».
A esta voz se le sumó la del representante republicano de Florida: Randy Fine, quien le comentó a CNBC que esto no es una represalia contra Disney por no apoyar proyecto de ley conocido como «No digas gay», sin embargo declaró lo siguiente:
«Cuando Disney patea el nido de avispas miramos hacia los distritos especiales. Desde hace décadas la gente quiere acabar con estos espacios. La compañía tuvo el poder político para evitarlo por años, pero las cosas cambiaron, ahora la gente del estado les dice: ‘Ustedes son invitados. Quizá ya no merecen tener ningún privilegio».
Sumado a esto, Randy Fine argumentó que las competencias de Disney como Universal, SeaWorld o Legoland, nunca han contando con un territorio donde tengan el privilegio de gobernarse a sí mismos.
Cabe destacar que esto es una represalia directa del posicionamiento en contra de la legislación anti derechos LGBT, ya que el mismo gobernador ha expresado su descontento por la «agenda» de Disney, la cual asegura está dañando a las infancias en su totalidad: «No Me siento cómodo que este tipo de agendas tengan trato preferencial en mi estado«.
¿Una mala decisión?
En 2019 un estudio de Oxford Economics evaluó el impacto de Disney en Florida, y reveló que la empresa del ratón es la máxima empleadora e impulsora de la actividad económica en el estado, pues genera 463 mil trabajos y provoca que al año se ingresen 75.2 mil millones en el territorio.
Por lo anterior, Tina Polsky -senadora demócrata- se cuestiona si vale la pena quitarle los privilegios al espacio donde reside Disneyland: «La corporación está siendo atacada por expresar su apoyo a la comunidad LGBTQ+, ¿realmente tomaremos esta enorme decisión basados en el despecho?”.
¿Qué consecuencias habrá?
De confirmarse la pérdida de los privilegios por parte de Disney, la principal consecuencia girará en torno a los gobiernos de los condados de Orange y Osceola, quienes se encuentran a los costados del espacio donde reside Disneyland y tendrían que asumir todo los gastos del lugar, los cuales actualmente corren en su totalidad a cargo de la misma compañía del ratón, por lo que tendrían que comenzar a pagar servicios como el agua, la energía, protección contra incendios y todo lo relacionado a la infraestructura.
Por ejemplo, para realizar cualquier mejora a Disneyland, la compañía del ratón tendría que realizar algo similar a lo hecho por Universal en 2019, cuando se alió con el condado de Orange para extender su parque mediante una zona del mismo conocida como Epic Universe. Este movimiento tuvo un gasto de un poco más de 300 millones de dólares, de los cuales 160 fueron pagados por la compañía, 125 por el condado, y 16 por el estado.
Vale la pena destacar que actualmente Disney paga impuestos a Orange y Osceola, los cuales también tendrían que hacer frente a la deuda de 1 mil millones de dólares y las pérdidas de entre 5 y 10 millones dólares que tiene Reedy Creek todos los años, lo que elevaría los impuestos que pagan los/as habitantes de estos condados.
Es por esta razón que Linda Stewart -representante del partido demócrata- piensa que no se quitarán los privilegios a Disney: «Nadie quiere absorber una deuda de tal cantidad. Nada de esto tiene sentido. Este es un problema muy importante que no creo que tenga mucho éxito. El gobernador quiere probar su punto, demostrar que es más poderoso que Disney, pero yo no lo veo así».
Cinéfilas y cinéfilos, ¿Qué creen que sucederá con el espacio donde reside Disneyland?
**Fe de Errores: En una edición anterior del texto, se insinuó que Disneyland era lo mismo que el conglomerado The Walt Disney World Resort, complejo turístico que engloba la cadena de parques de la compañía Disney y a la que pertenece el parque de Disneyland.
