¡Avatar: La Leyenda de Aang, una de las series más integrales de la animación estadounidense cumple 15 años! El 21 de febrero del 2005, Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko junto con la cadena televisiva Nickelodeon llevaron a la pantalla una historia con sólidas bases en la mitología japonesa del siglo XIX, mística música, arcos funcionales y personajes extraordinarios.
Avatar: La leyenda de Aang, nos narró magistralmente una tierra dividida en cuatro grandes reinos: agua, fuego, aire y tierra, cuyos habitantes poseen habilidades mágicas para controlar el elemento correspondiente al lugar en el que nacieron. Solo existe una persona que es capaz de manipular los cuatro elementos y cuyo deber es mantener la paz entre el mundo terrenal y el espiritual: el avatar.
Tras la desaparición del último avatar, la nación del fuego aniquila al reino del aire. La historia comienza con Aang, un niño que resulta ser el avatar y también el ultimo maestro aire, quien junto con una aprendiz de maestra agua (Katara) y su hermano (Sokka) comienzan la travesía de acompañarlo en su entrenamiento para vencer al líder de la nación del fuego, a la vez que huyen del príncipe del fuego (Zuko).
Avatar: la leyenda de Aang es una de las series más integrales que existen: Sus bondades estéticas (tanto en diseño como en música) caminan coherentes junto con una historia que se toma su tiempo para desarrollar a personajes transparentes, todo cimentado en la mitología de las artes marciales y el mundo espiritual japonés.
Entre tantas virtudes, uno de los puntos fuertes es la construcción y desarrollo de sus personajes. Lloramos, reímos, y lo más importante, empatizamos con la autenticidad de estos.
Bondad y maldad: el príncipe del fuego
Elemento fuego: Cabe mencionar que la personalidad de cada personaje corresponde a su elemento. El resentimiento de Zuko lo dotó de un carácter impulsivo pero también apasionado. Esta pasión es lo que finalmente utiliza para redimirse.
Avatar: La leyenda de Aang va más allá de la bondad y la maldad. Aunque inicialmente los personajes parecen tener bandos definidos: la nación del fuego, específicamente su líder y su sobrino toman el papel de antagonistas y por otro lado, el equipo avatar: Katara, Aang y Sokka, toman el bando de los “buenos”, con el paso del tiempo se vuelve cada vez más difícil definir a los personajes, ya que se empieza a transparentar como cada uno responde a diversos intereses, ya sea morales, políticos o de comunidad.
El caso de Zuko es quizá el más destacable. El príncipe del fuego creció en una familia cuya moral se asentaba en la violencia, el engaño y la vergüenza. El padre de Zuko (Ozai) se casó por interés con la nieta del avatar Roku, que luego escribió una carta falsa diciendo que no era el verdadero padre de Zuko, cosa que provocó la ira irremediable de Ozai contra su hijo. Esto sumado a la nobleza que profesaba el niño y su capacidad de piedad, acentuó el repudio de este por su propia sangre.
La hermana de Zuko (Azula) creció basando su autoestima en la degradación de su hermano, con la ayuda de su padre y en conjunto con el abandono de su madre, el resentimiento del príncipe del fuego por la vida comenzó a crecer sin medida. Cuando es desterrado de la nación del fuego acompañado de su tío Iroh, Zuko ya es un muchacho violento que desea atrapar al avatar para poder regresar a su tierra como un triunfador (y como una forma de alivianar esa vergüenza que lo ha perseguido toda su vida).
Se redime primeramente porque su necesidad de afecto y aprobación que nunca llenó su madre, padre y hermanos (recordemos que en esto se basaba el coraje de Zuko, en sentirse insuficiente) empezó a satisfacerse con el amor que le profesaba su tio Iroh. Cuando Azula lo encontró y “mato” al avatar, dándole la oportunidad a Zuko de regresar a casa, este ya no necesitó la aprobación de Ozai. Con ayuda de su tíos, también transformó el origen de su fuego control, que hasta ese momento provenía del resentimiento. Una vez que cambió sus motivaciones, las limitaciones de Zuko desaparecieron y se convirtió en un maestro fuerte maestro fuego.
Fuera de empatizar con el “antagonista” para justificarlo o mostrarlo como un malo que tiene razones para serlo, Avatar: la leyenda de Aang expone a Zuko como un personaje impulsivo, criado para buscar aprobación y sentir vergüenza, pero capaz de aprender a cambiar sus conductas y controlar sus emociones.
La fuerza en lo sutil: Aang
Elemento Aire: El avatar Aang es frágil, noble y evita la violencia tanto como puede, pero la suma de esto le permite ser asertivo. Aprende que con la fuerza de la asertividad se obtienen resultados más fructíferos.
Aang estuvo congelado por 100 años en un Iceberg. El último maestro aire despierta para descubrir que todo su clan fue aniquilado por la nación del fuego y tomar su responsabilidad como avatar. Un niño de 12 años que fue criado para ser monje, entiende que su deber es restaurar la paz en el mundo aunque eso signifique enfrentarse a un hombre violento: el señor del fuego.
En las historias con estructuras similares, se suele plantear a los elegidos con apariencia débil y nobleza excesiva, para después dotarlos de un poder divino irracional que les permite acabar con el malo. Aang tiene un giro interesante: para vencer al señor del fuego, inhabilitó sus poderes. No tuvo necesidad de matarlo de forma heroica como Harry a Voldemort, o Luke a Darth Vader.
A lo largo de su viaje, el avatar aprendió que la violencia no es sinónimo de fuerza, y tras aprender a controlar su ansiedad se convierte en gran consejero y fuerte planificador, desarrollando el carácter para defender a quienes lo necesitaban con inteligencia. Su desarrollo es gradual, sin tantos saltos tan violentos como en el caso de Zuko.
La imperfección de ser madre: Katara
Elemento agua: Tiene una personalidad contundente, que se mueve entre la suavidad de una madre y la valentía de una guerrera.
Katara juego el rol de madre, maestra y guerrera. La pérdida de su progenitora a temprana edad la obliga a tomar el rol para con su aldea. Cuando se une al avatar Aang, se convierte en la madre que este nunca tuvo: en ella el avatar encuentra consuelo, fuerza y claridad emocional cuando lo necesita. La imposición de este rol en la vida de Katara la hace sentir la necesidad de ser perfecta todo el tiempo, y esto se ve reflejado sobre todo en su aprendizaje del agua control. Aang a su vez, se convierte en la calma y paciencia que ella necesita.
Con el paso del tiempo, Katara aprende a liberarse de esa auto exigencia. Aang es quien comienza a entrenarla para dominar el agua control y recordemos que esta pasa días intentando sin descansar. Eventualmente aprende a deja fluir sus emociones, ser paciente y entonces se convierte en una espléndida maestra agua. Aunque al terminar la guerra corresponde el amor del protagonista, su papel en la serie no se limita a jugar un rol romántico o de apoyo.
La magia de los personajes de Avatar: la leyenda de Aang, reside en su autonomía. Todos tienen su propia evolución, todos transparentan sus emociones, todos están llenos de complejos con los que luchan día a día.
El valor del trabajo en equipo: Toph
Elemento tierra: Directa, agresiva y firme en sus decisiones. Escapó de casa cuando era niña y no deja que nada perturbe su estabilidad.
Hija de una adinerada familia del reino tierra, Toph es una niña ciega que aprendió a ver gracias al tierra control. Huye de casa tras cansarse de ser educada en modales para pertenecer a una sociedad aristócrata. Es en una cueva habitada por tejones topo (ciegos como ella) donde aprende el arte del tierra control, y posteriormente ingresa en el mundo de las competencias underground.
Toph proviene de una familia que la sobreprotegió y tras huir se obsesionó con ser independiente en todos los aspectos. Dentro del equipo Avatar, aprendió a trabajar en equipo, a aceptar el apoyo de sus amigos y a no tomarse cualquier comentario como una negación hacia su capacidad para resolver problemas. Así como Katara teme a la imperfección en su rol maternal y Zuko a no ser aprobado Toph aprende a regular aquél complejo que carga a cuestas: en su caso, el miedo a la debilidad y a la incapacidad.
La magia de ir más allá
Un formato de 61 episodios y cuatro temporadas puede ser una cualidad o un defecto, dependiendo de cómo se aproveche el recurso. Avatar: la leyenda de Aang se tomó el tiempo justo de desarrollar los movimientos de cada uno de los personajes en su debido momento. A diferencia de una cinta, los cambios en sus conductas se van asentando conforme una serie de sucesos y no de un sopetón, cosa que dota de naturalidad a la historia.La historia evoluciona a la par que los personajes, entretejiendo un discurso cada vez más serio al pasar los capítulos.
Ir más allá, no conformarse con personajes planos que funcionaran en lo mínimo, darle un sentido a las personalidades según su elemento y arte marcial, es lo que hace de Avatar: la leyenda de Aang una serie auténtica.
Para celebrar estos 15 años, Nickelodeon lanza al mercado «Avatar: The Last Airbender – Colección SteelBook», un material recopilatorio de todos los sucesos de la serie. ¡Celebra con su edición limitada que ya puedes conseguir en Amazon!